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JIMENA: UNA JORNADA ESPECTRAL...

UNA JORNADA ESPECTRAL

IN MEMORIAM TODOS LOS SANTOS

En la época de los druidas celtas, la víspera del 1 de noviembre coincidía con una festividad pagana llamada “ Samhein”, esta fecha marcaba el final del verano y de las cosechas para pasar a los días de frío y oscuridad que traía el invierno. Durante esa noche, se creía que el dios de la muerte hacía volver a los difuntos, permitiéndoles comunicarse con sus descendientes. Los romanos también tuvieron su fiesta de los muertos. Tenía lugar el 21 de febrero y se llamaba “ Feralia” y en ella ayudaban con oraciones y sacrificios a que sus difuntos tuvieran el descanso eterno.

Durante la persecución del emperador Diocleciano hubo tantas muertes que no se podían conmemorar todas una por una y Santo por Santo. Así surgió la necesidad de organizar una fiesta común que pudiera rememorar a todos y eso ocurrió a partir del siglo IV. Incluso el Papa Bonifacio IV transformó un Panteón Romano en un templo cristiano y lo dedicó a “ Todos los Santos”. La fiesta inicialmente se hacía en el mes de mayo hasta que el Papa Gregorio III la cambió al 1 de noviembre, fecha que ha venido celebrándose hasta nuestros días. Y es que desde que el hombre empezó a enterrar a sus muertos, ha sentido la necesidad de seguir manteniendo un lazo invisible con sus seres queridos desaparecidos. Como decía Gregorio Marañón “ Nadie más muerto que el olvidado”. La fiesta y la diversión no está tanto en el bar como en el camposanto, es más elegante ir de negro que de fantasma, y resultan más bonitos los crisantemos que las calabazas.

(Información copiada de Internet, artículo de El Mundo)