JIMENA: Creo que aquí muchas de lo que comenta Luis en su mensaje,...

Amigos del Foro:

Como trabajo y vivo de la Estadística, no puedo dejar de utilizarla ni en el mismo Foro. Digo esto, porque parece que hemos superado el record de visitas a la página de Jimena: ayer fueron 2.267. Se nota que ya tenemos sucursales, no sólo en Europa (Alemania y Francia), sino en el Nuevo Mundo. Ánimo y a seguir creciendo.

Pero yo lo que quería era hablar de la FOTO DE ARRIBA. Desde el primer día que la vi, me llamó poderosamente la atención y pensé que se merecía algún comentario más amplio que los que se hicieron en su día. Los preparé en su momento, pero hasta hoy no he tenido tiempo de exponerlos.

Muchos hemos oído o leído aquello de que “Escribir es Mirar” y que muchas veces cuando se escribe, no miramos solamente para nosotros mismos, sino que queremos contárselo a los demás, es decir, que ellos también miren a través de nuestros ojos. Eso voy a tratar de hacer mirando ésta foto.

El primer comentario es sobre el local en donde está hecha la foto. Yo pondría la mano en el fuego (me puedo quemar), de que ese salón no es el que ocupó la desaparecida Peña Cultural y Recreativa, cuando estuvo en la calle Fuente, en el lugar donde ahora se encuentra la Caja de Ahorros de Granada (alguno de los lectores del Foro, que fueron socios fundadores de la misma, podrían corroborar mi aseveración ¿verdad amigo Juan Delgado?). Me acuerdo perfectamente de cómo era ese local, pues sin “uso de razón” pero con “buen uso de memoria”, entré infinidad de veces de la mano de mi padre que también fue socio fundador.

Los conserjes eran “Manolico” y su hijo Paco. La barra estaba según entrabas a mano izquierda y llegaba hasta la pared del fondo. Enfrente de donde terminaba la barra, a la derecha, arrancaba una escalera que subía al salón de arriba. Estaba dedicado al juego fuerte y me consta, que allí se perdieron fincas, casas y hasta el derecho “al uso del matrimonio” con la mujer de algún perdedor. En la fachada, a la derecha de la puerta de entrada, había una ventana-balconcillo, desde esa ventana, se podía ver la TV (fue de las primeras de Jimena) que estaba en una repisa del rincón de la derecha.

Cuando empezaba el buen tiempo, los Domingos al anochecer (entonces era el único día de la semana que se salía de paseo), se sacaban los veladores a la puerta, entre los de Periquito el de los Plomos, los de “José el de Manolito y los de la propia Peña, se llenaba toda la “carrera” y desde la puerta de Mateo Ruiz llegaban hasta la de Pepillo. No había que preocuparse por los coches, en aquellos años, a esas horas, no pasaba ninguno. Allí en los veladores de la Peña, probé por primera vez los batidos Puleva y aquellas “exquisitas” patatas fritas que venían en canastos de mimbre de “Casa Paco.

Relacionado con la TV de la Peña, hay una anécdota que se me ha quedado grabada para siempre y no quiero dejar de contar:

Todas las noches, se producía la misma escena. Yo le atribuía cierto “carácter litúrgico”, pues el protagonista, Don Pedro Morales (alías Don Pedro Carabina), tenía unas facciones parecidas a aquellos Santos protagonistas de los cuadros del Greco o a los personajes de su “Entierro del conde de Orgáz”. Su cara alargada y “chupada”, con aquella “percha” esquelética de la que sobresalían sus huesos por todo el cuerpo, siempre me lo ha recordado. Colocaba su sillón frente a la TV, de espaldas al resto de los socios (en aquellos tiempos se llevaba a rajatabla la prohibición de la entrada a los no socios). Cuando una vez terminadas las Noticias, se anunciaba “El Tiempo”, se levantaba lentamente y como el cura en la Misa (entonces se oficiaba de espaldas) se ”arrodeaba” y con las manos levantadas en plan rogatorio, solicitaba en voz muy alta ¡SILENCIO EL TIEMPO!. Como estaba revestido de autoridad, no en vano por entonces era el Alcalde, toda la “Parroquia” se callaba y un silencio “conventual” sobrevolaba por encima de todo el salón. A continuación, Don Mariano Medina nos hablaba del ciclón de las Azores y de las Borrascas en el Cantábrico.

La segunda observación, es sobre la fecha que aparece en la foto (años 50-60). Pienso que tampoco es correcta. Quizás la fecha más aproximada se remonte a bastantes años más atrás; puede que antes de que empezara la Guerra Civil (1936). Me baso en lo siguiente. El personaje que está sentado en primera fila, con la pierna cruzada, es el mismo señor, que en la foto titulada “Jimenatos en la Exposición Universal de Barcelona. 1929”, aparece sentado con las manos en el regazo (el primero por la izquierda). Podéis observar que las facciones son las mismas y si hubiera tantos años de diferencia se le notaría el paso del tiempo.

Del mismo modo, las caras de “Josiso” (el abuelo de Dieguito el Fontanero) y de “Repoza” tienen todavía un aire juvenil que ya para esos años 50-60 habían perdido. Igualmente, la vestimenta, tan atrevida, sobre todo, en los que utilizan pajarita, corbata de lazo o esa gorra de “diseño”, es inimaginable en los años 50. En esos “años lóbregos y oscuros”, el uso de la pajarita, según la “caverna” imperante, estaba reservado a “artistas, rojos y depravados” y es que en esos años, en el aire todavía "mariposeaba" el recuerdo de Federico García Lorca.

Tampoco me cuadra el “jolgorio” que se metería con la “pianola” que parece manejar el señor con el puro en la boca y sus partituras delante. La tristeza, y el luto por los seres perdidos, por ambos bandos, en la “Contienda Fraticida”, todavía predominaban en esa década, donde el fracaso de la política-económica de “Autarquía” generaba unos negros nubarrones sobre el porvenir de las familias, cuyo único consuelo era la Paz, esa Paz tan costosa, tristemente conocida como la “Paz de los cementerios”. Hasta 1959 con el Plan de Estabilidad, las remesas de los inmigrantes y la llegada de los primeros turistas, no empezarían a aparecer los primeros “brotes verdes” (tan de moda hoy en día).

Llama también la atención, esa guapa mujer morena que parece que está detrás de la barra. Sería la camarera o alguna familiar del conserje, pues en esa época era rarísima la presencia de mujeres en los bares.

Éste local, podía ser unos de los varios Casinos, que en torno a los años 30, existían en Jimena. Algunos acogían a los diferentes sectores sociales del pueblo, en ésta foto, por ejemplo, tenemos a personajes con pinta de “señoritos”, a trabajadores-artesanos (carpinteros) como “Josiso” y a labradores y gente del campo (inconfundibles con sus gorrillas y camisas de tirilla sin cuello, estilo Mao Tse-Tung se les llamaría después).

Finalmente, no descarto la opción de que éste local, fuera el llamado “Bar de Repoza”, que estuvo abierto durante muchos años (¿en qué año se abrió y se cerró?) en la casa de los “Manolito”. De hecho, el mismo “Repoza”, aparece en la foto. Si algún lector de más edad, aportara algunos datos, podríamos desvelar el interrogante.

Saludos,

Creo que aquí muchas de lo que comenta Luis en su mensaje, varios de nuestros foreros asiduos en lectura o participación, ya sea el Moli como alguno de los hermanos Delgado, Juanito o Pedro al igual que mi hermano Martín que son mayores, nos puedan aportar datos de esta foto, yo solo recuerdo ver a Manolico, Paco y a Don Carlos y lo que si que tengo grabado en mi memoria es el teléfono negro junto al mostrador.