Os prometí contar el primer día de aceituna, lo malo es que yo no soy buen redactor y por tanto lo que voy a hacer es ponerlo asi, como pasó, y luego a ver si viene uno un poquito espabilaillo y me lo pasa a limpio. ¡Se lo agradecería!.
8 de la mañana de tal día como hoy
¡... Quinto levanta, tira de la manta,
Quinto levanta tira del mantón,
que viene el Sargento con el correón,,,!
Todos en pie, cuatro en la casa, Luisa a la cocina, yo a las gallinas, los dos soldaos siguen acostaos.
Hechos los primeros trabajos matutinos, pertinentes de las obligaciones de cada uno, los soldaos por fin se levantan.
A desayunar tocan, café con leche y media con aceite, a Luisa le gusta con tomate y con ajos, a los soldaos, solo Colacao, sin sopas.
Todos al coche, un flamante Land Rover, matriculado en 1.971.
Con gracia y con salero, por la Plaza pasamos a las 9,15 horas, no es muy tarde, años ha habido que hemos salido a las 10,30 por razones que no vienen a cuento, nuestro horario es nuestro.
Salimos en dirección Cánava y cuando llegamos a la Gasolinera, orden de meterse en ella hay que repostar, no el coche que lleva el depósito de gasoil hasta la bola, la razón es que detrás de nosotros viene el coche de la Guardia Civil, por lo que decidimos cargar la garrafa de la gasolina para el "vibrador", ¡atención mentes calenturientas!, "el vibrador de mano para varear las olivas".
Hacemos un poquito de parada para que desaparezca el coche de la Guardia Civil, la razón no es ni nada mas ni nada menos que "El Land Rover, por causas que no vienen a cuento, NO TIENE PASADA LA REVISIÓN", os figurais una pequeña parada por nuestros amigos y la consiguiente "Receta".
Todo transcurre sin ningún incidente y llegamos a las olivas, he elegido la foto que encabeza el presente, precisamente porque son aquellas en las que hemos decidido debutar este año, "Los Barrancos" paraje del Madero, término de Jimena.
Los aparejos preparados y nos enganchamos, hay unas pequeñas protestas al principio porque dicen los "colegas" que se están mojando, yo como llevo "gorra", a juego con la vestimenta que uso, todo "Pierre Cardin", pues no me entero que el rocío hace que las olivas tuvieran "un pelín de agua" que al vibrarlas descargaba, sobre todo, sobre aquellos que llevaban la cabeza desnuda, pero esta circunstancia pasa rápidamente, pronto "un sol de justicia" se ceba sobre nosotros, todos a la manga corta.
Viene el segundo "rifirafe", habiamos vestido la primera oliva de cada una de las dos híladas que ibamos a coger.
Terminadas de varear las mismas, ¿a donde se ponen los mantones, o cuales son las que se visten a continuación?, cuatro opiniones distintas, y no se queda ahí la cosa, "Duque" ha venido con nosotros, ni corto ni perezoso también el se pone a ladrar.
Llegamos a un consenso, tras largo y arduo debate, cogeremos también la esquina con tres mochos que no tienen nada y la larga que este verano le hemos dado la paliza para las "orzas rajas".
Echufamos la pandera para abajo, vistiendo y desnudando olivas, tal cual las ibamos vareado, el "vibrador" que lo maneja Luis y los tres "palmeros" repuntando, digo los tres "garroteros", las olivas son pequeñas y no necesitamos "varilargero".
¡Animo mis machos!, para allá, para acá, han caido doce, mi Paco al quite, ¡papá esta mañana apenas he desayunado, es la hora del "Angelus", comprobamos la hora y notamos que hay un adelanto de 20 minutos, pero debido a sus condiciones de deportista, hay que cuidarlo, esta tarde a las 19 horas tiene "competición", asentimos por unanimindad.
¿Quitamos la aceituna del mantón?, pregunta Luis, yo le respondo que dado que tenemos un pelín de pendiente tenemos que aprovechar la misma para tirar de los mantones, que aunque van llevando una gran carga, con un poco de "idea" como decian los viejos, se le puede sacar partido.
La forma consiste en colocarse en la parte de atras uno, Luisa, vigilando que no se derrame la aceituna, de "bestias de tiro", un servidor y los soldaos, a la voz de uno, casi siempre suelo ser yo, 1,2,3 un tirón al unísono de los tres, seco y fuerte, las aceitunas que hay dentro de los mantones comienzan a rodar solas, y eso se aprovecha para tirar de los mismos, no digamos sin esfuerzo, pero si con maña se consigue el propósito, total 18 olivas.
Entre medias, a la altura de no se cual oliva, doy una voz de aviso ¡Luis la, la, la... ¡Luis, la, la, la....! ¿Papá la, la, la qué?
Yo de nuevo, "la mierda del Duque que la hemos arrastrado con el mantón". Enfín le echamos tierra, la restregamos en el suelo, un poquito de olor durante un ratito, "lo normal de una escena bucólica como ésta".
Amontonamos la aceituna, en cada uno de los cuatro mantones, su respectivo montón, con "el legón y la espuerta de cuartilla" Luisa y yo las llenamos, tenemos dos, y los soldados, Luis y Paco, la vacían en el remolque.
Sin darnos cuenta, no habíamos comido "a medio día", nos ponemos a dar fin a la fiambrera, que con tanto cariño Luisa no preparó esta mañana, "champiñon con huevos (de mis gallinas) revueltos", un chorizo frito, un poco de "choper" y unas patatas fritas de "Oya" y dos naranajas "mondarinas" para cada uno, de beber, ¡Aquí os vais a quedar con la boca abierta!, para los niños Fanta, para los papás y mamás, "AGUA".
Nos relajamos un pelín y miramos la hora, las 15 horas y 20 minutos, por consenso de tres, Luisa estaba en desacuerdo, porque dice que cuando se sale al campo es para cumplir por lo menos con el horario y la verdad era un "pelín temprano", vaya en nuestra descarga de los que opinábamos que teniamos que venirnos, que era "el primer día".
Nos montamos en el coche y lo normal la carretera de Bedmar a Jimena, pero al llegar a la altura del Royuelo, "la duda" y si están los de "la escupidera en el empalme o en la gasolinera", cogemos por el camino de Albanchez, a las Vereas, por la callejuela Ancha, a la entrada del pueblo por el otro lado, "objetivo cumplido, no hay multa, quizás para el próximo fin de semana todo esté solucionado, la revisión pasada y los circuitos de ida y regreso normales, de momento mañana nos espera mas de lo mismo, ya que vamos al mismo sitio, "para terminar ese olivar" eso espero, por tanto casi las mismas peripecias (supongo que la del perro ¡no!).
El final ha sido la báscula, 18 olivas, 959 kgs. de aceituna, mañana mas.
En cuanto a los huesos, no os preocupeis, de momento no sé donde los tengo, lo único que parece que tengo un poquito "despegaillas son las ternillas", mañana al "doping" (solo es una aspirina), que ya estabamos elucubrando algunos, y a seguir la marcha.
8 de la mañana de tal día como hoy
¡... Quinto levanta, tira de la manta,
Quinto levanta tira del mantón,
que viene el Sargento con el correón,,,!
Todos en pie, cuatro en la casa, Luisa a la cocina, yo a las gallinas, los dos soldaos siguen acostaos.
Hechos los primeros trabajos matutinos, pertinentes de las obligaciones de cada uno, los soldaos por fin se levantan.
A desayunar tocan, café con leche y media con aceite, a Luisa le gusta con tomate y con ajos, a los soldaos, solo Colacao, sin sopas.
Todos al coche, un flamante Land Rover, matriculado en 1.971.
Con gracia y con salero, por la Plaza pasamos a las 9,15 horas, no es muy tarde, años ha habido que hemos salido a las 10,30 por razones que no vienen a cuento, nuestro horario es nuestro.
Salimos en dirección Cánava y cuando llegamos a la Gasolinera, orden de meterse en ella hay que repostar, no el coche que lleva el depósito de gasoil hasta la bola, la razón es que detrás de nosotros viene el coche de la Guardia Civil, por lo que decidimos cargar la garrafa de la gasolina para el "vibrador", ¡atención mentes calenturientas!, "el vibrador de mano para varear las olivas".
Hacemos un poquito de parada para que desaparezca el coche de la Guardia Civil, la razón no es ni nada mas ni nada menos que "El Land Rover, por causas que no vienen a cuento, NO TIENE PASADA LA REVISIÓN", os figurais una pequeña parada por nuestros amigos y la consiguiente "Receta".
Todo transcurre sin ningún incidente y llegamos a las olivas, he elegido la foto que encabeza el presente, precisamente porque son aquellas en las que hemos decidido debutar este año, "Los Barrancos" paraje del Madero, término de Jimena.
Los aparejos preparados y nos enganchamos, hay unas pequeñas protestas al principio porque dicen los "colegas" que se están mojando, yo como llevo "gorra", a juego con la vestimenta que uso, todo "Pierre Cardin", pues no me entero que el rocío hace que las olivas tuvieran "un pelín de agua" que al vibrarlas descargaba, sobre todo, sobre aquellos que llevaban la cabeza desnuda, pero esta circunstancia pasa rápidamente, pronto "un sol de justicia" se ceba sobre nosotros, todos a la manga corta.
Viene el segundo "rifirafe", habiamos vestido la primera oliva de cada una de las dos híladas que ibamos a coger.
Terminadas de varear las mismas, ¿a donde se ponen los mantones, o cuales son las que se visten a continuación?, cuatro opiniones distintas, y no se queda ahí la cosa, "Duque" ha venido con nosotros, ni corto ni perezoso también el se pone a ladrar.
Llegamos a un consenso, tras largo y arduo debate, cogeremos también la esquina con tres mochos que no tienen nada y la larga que este verano le hemos dado la paliza para las "orzas rajas".
Echufamos la pandera para abajo, vistiendo y desnudando olivas, tal cual las ibamos vareado, el "vibrador" que lo maneja Luis y los tres "palmeros" repuntando, digo los tres "garroteros", las olivas son pequeñas y no necesitamos "varilargero".
¡Animo mis machos!, para allá, para acá, han caido doce, mi Paco al quite, ¡papá esta mañana apenas he desayunado, es la hora del "Angelus", comprobamos la hora y notamos que hay un adelanto de 20 minutos, pero debido a sus condiciones de deportista, hay que cuidarlo, esta tarde a las 19 horas tiene "competición", asentimos por unanimindad.
¿Quitamos la aceituna del mantón?, pregunta Luis, yo le respondo que dado que tenemos un pelín de pendiente tenemos que aprovechar la misma para tirar de los mantones, que aunque van llevando una gran carga, con un poco de "idea" como decian los viejos, se le puede sacar partido.
La forma consiste en colocarse en la parte de atras uno, Luisa, vigilando que no se derrame la aceituna, de "bestias de tiro", un servidor y los soldaos, a la voz de uno, casi siempre suelo ser yo, 1,2,3 un tirón al unísono de los tres, seco y fuerte, las aceitunas que hay dentro de los mantones comienzan a rodar solas, y eso se aprovecha para tirar de los mismos, no digamos sin esfuerzo, pero si con maña se consigue el propósito, total 18 olivas.
Entre medias, a la altura de no se cual oliva, doy una voz de aviso ¡Luis la, la, la... ¡Luis, la, la, la....! ¿Papá la, la, la qué?
Yo de nuevo, "la mierda del Duque que la hemos arrastrado con el mantón". Enfín le echamos tierra, la restregamos en el suelo, un poquito de olor durante un ratito, "lo normal de una escena bucólica como ésta".
Amontonamos la aceituna, en cada uno de los cuatro mantones, su respectivo montón, con "el legón y la espuerta de cuartilla" Luisa y yo las llenamos, tenemos dos, y los soldados, Luis y Paco, la vacían en el remolque.
Sin darnos cuenta, no habíamos comido "a medio día", nos ponemos a dar fin a la fiambrera, que con tanto cariño Luisa no preparó esta mañana, "champiñon con huevos (de mis gallinas) revueltos", un chorizo frito, un poco de "choper" y unas patatas fritas de "Oya" y dos naranajas "mondarinas" para cada uno, de beber, ¡Aquí os vais a quedar con la boca abierta!, para los niños Fanta, para los papás y mamás, "AGUA".
Nos relajamos un pelín y miramos la hora, las 15 horas y 20 minutos, por consenso de tres, Luisa estaba en desacuerdo, porque dice que cuando se sale al campo es para cumplir por lo menos con el horario y la verdad era un "pelín temprano", vaya en nuestra descarga de los que opinábamos que teniamos que venirnos, que era "el primer día".
Nos montamos en el coche y lo normal la carretera de Bedmar a Jimena, pero al llegar a la altura del Royuelo, "la duda" y si están los de "la escupidera en el empalme o en la gasolinera", cogemos por el camino de Albanchez, a las Vereas, por la callejuela Ancha, a la entrada del pueblo por el otro lado, "objetivo cumplido, no hay multa, quizás para el próximo fin de semana todo esté solucionado, la revisión pasada y los circuitos de ida y regreso normales, de momento mañana nos espera mas de lo mismo, ya que vamos al mismo sitio, "para terminar ese olivar" eso espero, por tanto casi las mismas peripecias (supongo que la del perro ¡no!).
El final ha sido la báscula, 18 olivas, 959 kgs. de aceituna, mañana mas.
En cuanto a los huesos, no os preocupeis, de momento no sé donde los tengo, lo único que parece que tengo un poquito "despegaillas son las ternillas", mañana al "doping" (solo es una aspirina), que ya estabamos elucubrando algunos, y a seguir la marcha.