... los aguilándos del Pomar, son como arróz con pajarilla; te acuestas sin cenar y amaneces en la Torrecilla. Este villancico popular me lo cantaba Martín "Peleas"cuando bajamos con su sobrino Juán "Caracol" para hacerle una visitilla y, de camino, pillar alguna torta o bollo de los que salian defectuosos. Ahí vá éste otro: hacía Belén caminaba una reata de ciegos y el que llevaba la bota se cayó en un cenaguero... lástima de bota, lástima de vino, lástima de ciego que ha perdido el tino...