Cuantas tardes de verano, he pasado tomando el fresquito, en este callejón de la cárcel, enfrente de la casa de Pepa la Simeona, en el escalón traíamos de casa, nuestras sillas de enea (creo se llama así, enea?) y vaya corrito majo que formaban las vecinas, Pepa, Trini la hojalatera, mi madre, entre otras... Que gratos recuerdos... Gracias Juan por la foto. Saludos.