Lo recuerdo perfectamente (, por mi
puerta también pasaban, lo de la moneda y la repartida de leche la misma la tomabamos algunos directamente y sin hervir, cosa hoy impensable... estaba templadita, muy rica...
Mira se me acordaré de la moneda, que cuando veía a mi tito Antonio, el padre de Ana le pedía una perra gorda, con la certeza de que me iba a dar una peseta! ya sabes tu lo que era esto en aquellos tiempos, me ponía más contenta... y a gastarla a Calabuch.