¿Sería capaz alguno de los foreros-narradores describir una mañana de "resaca"?
Yo no tengo la suficiente "narrativa" para hacerlo, creo que no estoy preparado y os puedo provocar "el vómito" de la risa, ya que las tonterías que se dicen, las que se hacen y las que no se pueden hacer, son impresionantes.
Por ejemplo: Dices que te vas a levantar y la cabeza estira de los piés, lo consigues y entonces el estómago se sale por la boca.
Te echas "unas galfadas de agua en las "sienes" y se te reconforta el alma.
Vas a la cocina, te vas a poner un vaso de leche, ¡mejor lo dejas!, coges una manzana, está algo mas fresquita, bueno quizás un poco de zumo de naranja.
¡Aleluya, te tomas las "pastillas"!, con un poco de dificultad, para que la cabeza no se "zarandée" mientras te hace efecto "el analgésico" ¿servirá para algo hoy?.
Subes unos escaloncitos para echarle de comer a las gallinas, y ¡problema!.
El estómago ha hecho un par de contracciones que pueden ser peligrosas, sube y baja ¡Dios mío, ya está aquí!
Se te pasa.
Se arrima el perro, un par de alegrías, "quita picho que hoy no estoy para bromas", te mira con cara de no entender, sigue "achuchandote".
"No, si me la va a liar".
Miras al cielo y respiras hondo, ¡que alivio!, sigues respirando profundamente y te vas recuperando.
¡Que día de sol! y la Paca viéndome desde el Mirador.
Miras la hora y oyes que el reloj de la Plaza da la tercera campanada de cuando da un sola (o lo que es igual "la una y media").
Pero si me termino de levantar, toda la mañana perdida, hay que recuperar.
La cabeza va tomando, poco a poco, signos de consciencia, me estoy recuperando.
Voy a la cocina de nuevo, las pastillas han hecho efecto.
Cuatro o seis aceitunas, negras-rajas, dos rodajas de "papas fritas de Oya", pelas una gambilla que hay para el arroz, mejor con cabeza, que tiene mas gusto, un trago de "APM".
¡Aleluya! ¿Cuando comemos?.
Un arroz caldoso con conejo, una buena ensalada de lechuga, tomate, cebolla, con aceite y vinagre y un poco de "sal gorda", otras pocas aceitunas, un buen plato de arroz, unos tragos de "APM", (la medida de un vaso del agua, mas o menos), un par de naranjas.
Una siesta de hora y media.
Te levantas, ni el "Jabato" tiene que ver contigo.
¡Y mañana "loringo"! ¿Hay quien dé mas?,
Yo no tengo la suficiente "narrativa" para hacerlo, creo que no estoy preparado y os puedo provocar "el vómito" de la risa, ya que las tonterías que se dicen, las que se hacen y las que no se pueden hacer, son impresionantes.
Por ejemplo: Dices que te vas a levantar y la cabeza estira de los piés, lo consigues y entonces el estómago se sale por la boca.
Te echas "unas galfadas de agua en las "sienes" y se te reconforta el alma.
Vas a la cocina, te vas a poner un vaso de leche, ¡mejor lo dejas!, coges una manzana, está algo mas fresquita, bueno quizás un poco de zumo de naranja.
¡Aleluya, te tomas las "pastillas"!, con un poco de dificultad, para que la cabeza no se "zarandée" mientras te hace efecto "el analgésico" ¿servirá para algo hoy?.
Subes unos escaloncitos para echarle de comer a las gallinas, y ¡problema!.
El estómago ha hecho un par de contracciones que pueden ser peligrosas, sube y baja ¡Dios mío, ya está aquí!
Se te pasa.
Se arrima el perro, un par de alegrías, "quita picho que hoy no estoy para bromas", te mira con cara de no entender, sigue "achuchandote".
"No, si me la va a liar".
Miras al cielo y respiras hondo, ¡que alivio!, sigues respirando profundamente y te vas recuperando.
¡Que día de sol! y la Paca viéndome desde el Mirador.
Miras la hora y oyes que el reloj de la Plaza da la tercera campanada de cuando da un sola (o lo que es igual "la una y media").
Pero si me termino de levantar, toda la mañana perdida, hay que recuperar.
La cabeza va tomando, poco a poco, signos de consciencia, me estoy recuperando.
Voy a la cocina de nuevo, las pastillas han hecho efecto.
Cuatro o seis aceitunas, negras-rajas, dos rodajas de "papas fritas de Oya", pelas una gambilla que hay para el arroz, mejor con cabeza, que tiene mas gusto, un trago de "APM".
¡Aleluya! ¿Cuando comemos?.
Un arroz caldoso con conejo, una buena ensalada de lechuga, tomate, cebolla, con aceite y vinagre y un poco de "sal gorda", otras pocas aceitunas, un buen plato de arroz, unos tragos de "APM", (la medida de un vaso del agua, mas o menos), un par de naranjas.
Una siesta de hora y media.
Te levantas, ni el "Jabato" tiene que ver contigo.
¡Y mañana "loringo"! ¿Hay quien dé mas?,
¿Por què no crees tener capacidad narrativa?. La tienes y muy buena. Tus escritos, ademàs de estar llenos de vocablos coloquiales, (muy de sabor jimenato), les das ese toque tan tuyo: jocosidad y eso los hace divertidos. Es màs, hasta cuando el tema es "candela", no dejas de "polemizar" sin incluir esa caracterìstica personal. A mi particularmente, me encanta leerte, y que conste, eso no lo digo porque seas mi gran amigo, sino porque de verdad tienes madera de escritor y con "estilo personal determinante". Yo no puedo añadir mayor cosa al tema de la resaca, porque esa experiencia la tuve una sola vez, pero fuè tan desagradable, que nunca màs la vivirìa.
En lo que sì puedo agregar algo, es en lo comentado por Mariano. Cuando leìa sobre la escuela, me hizo recordar mis años como alumna de la maestra Dña. Pepita y Dña. Aniceta (no recuerdo haber estado con la maestra Dña. Mercedes).
Pues bien, de los años con Dña. Aniceta, sòlo recuerdo que a mi no me agradaba darle el beso que era obligado, por la sencilla razòn que yo sentìa en su piel una crema que èlla (q. e. p. d.) usaba, de manera muyyyy generosa, en su rostro. Tambièn recuerdo, como bien lo indica Mariano, la forma de saludar, religiosamente, cuando se entraba al salòn de clase, es màs, cuando pasaban la lista de la asistencia, al nombrarte, en vez de responder: presente, se respondìa: viva Jesùs.
Realmente, de quien màs recuerdos tengo y muy gratos por cierto, es de Dña. Pepita (q. e. p. d.). Aquella maestra fuè muy especial para mi. Su amor por la lectura y los actos culturales, hicieron crecer en mi, lo que quizàs por genètica ya traìa. Siempre la recuerdo "con mucha prisa", pues ademàs de su rol como maestra, tenìa un montòn de hijos que atender. En una de esas prisas, un dìa nos llevaba a las alumnas a la iglesia y al salir del castillo se decide regresar porque, segùn èlla, tenìa que peinarse, entonces le hicimos notar que el peine ya lo llevaba clavado en la cabeza desde hacìa bastante tiempo (las niñas pensàbamos que lo llevaba ahì para peinarse en el camino). Aquel castillo guarda en mi memoria un lugar especial. Recuerdo cuando pasàbamos por la escuela de los niños, como tambièn dice Mariano, los ojitos se nos iban para ver si estaba aquel muchacho, dueño de nuestros màs "rosados" sueños y si logràbamos coincidir, aunque fuese una miradita en la lejanìa, era motivo suficiente para que el corazoncito latiera aceleradamente y por supuesto, a las amigas no se les escapaba detalle alguno para luego hacer los comentarios pìcaros.
De mis años como alumna allì, tambièn recuerdo que hubo un concurso de conocimientos, interescuelas. Exactamente no puedo decir el año ¿tù recuerdas eso?. Lo que si tengo presente, es que Dña. Pepita, no me dejaba ir a mi casa al mediodìa y luego en la tarde tambièn me hacìa quedar un rato màs en la escuela, porque me querìa preparar superbien, en vista de que yo iba a representar, en Jaèn, a las escuelas de Jimena. Bueno, eso del mediodìa mi mamà lo entendiò, pero en la tarde se creìa que yo me quedaba jugando por ahì, hasta que la maestra tuvo que ir a mi casa y explicar a mi mamà. Claro, lo que le pasaba a mi mamà era que, al no estar yo en la peluquerìa, le faltaba su ayudante, pues quien le lavaba las cabezas a las clientas era esta servidora, que por cierto, tenìa que traer el agua del pequeño pilar que habìa frente a la casa de mi amiga Nany, ¿existe aùn ese pilar?.
En fìn, tantas anècdotas de aquellos tiempos que me encantan recordar, pero ya se hace demasiado largo el escrito.
Continuamos escribièndonos y leyèndonos. Saludos
En lo que sì puedo agregar algo, es en lo comentado por Mariano. Cuando leìa sobre la escuela, me hizo recordar mis años como alumna de la maestra Dña. Pepita y Dña. Aniceta (no recuerdo haber estado con la maestra Dña. Mercedes).
Pues bien, de los años con Dña. Aniceta, sòlo recuerdo que a mi no me agradaba darle el beso que era obligado, por la sencilla razòn que yo sentìa en su piel una crema que èlla (q. e. p. d.) usaba, de manera muyyyy generosa, en su rostro. Tambièn recuerdo, como bien lo indica Mariano, la forma de saludar, religiosamente, cuando se entraba al salòn de clase, es màs, cuando pasaban la lista de la asistencia, al nombrarte, en vez de responder: presente, se respondìa: viva Jesùs.
Realmente, de quien màs recuerdos tengo y muy gratos por cierto, es de Dña. Pepita (q. e. p. d.). Aquella maestra fuè muy especial para mi. Su amor por la lectura y los actos culturales, hicieron crecer en mi, lo que quizàs por genètica ya traìa. Siempre la recuerdo "con mucha prisa", pues ademàs de su rol como maestra, tenìa un montòn de hijos que atender. En una de esas prisas, un dìa nos llevaba a las alumnas a la iglesia y al salir del castillo se decide regresar porque, segùn èlla, tenìa que peinarse, entonces le hicimos notar que el peine ya lo llevaba clavado en la cabeza desde hacìa bastante tiempo (las niñas pensàbamos que lo llevaba ahì para peinarse en el camino). Aquel castillo guarda en mi memoria un lugar especial. Recuerdo cuando pasàbamos por la escuela de los niños, como tambièn dice Mariano, los ojitos se nos iban para ver si estaba aquel muchacho, dueño de nuestros màs "rosados" sueños y si logràbamos coincidir, aunque fuese una miradita en la lejanìa, era motivo suficiente para que el corazoncito latiera aceleradamente y por supuesto, a las amigas no se les escapaba detalle alguno para luego hacer los comentarios pìcaros.
De mis años como alumna allì, tambièn recuerdo que hubo un concurso de conocimientos, interescuelas. Exactamente no puedo decir el año ¿tù recuerdas eso?. Lo que si tengo presente, es que Dña. Pepita, no me dejaba ir a mi casa al mediodìa y luego en la tarde tambièn me hacìa quedar un rato màs en la escuela, porque me querìa preparar superbien, en vista de que yo iba a representar, en Jaèn, a las escuelas de Jimena. Bueno, eso del mediodìa mi mamà lo entendiò, pero en la tarde se creìa que yo me quedaba jugando por ahì, hasta que la maestra tuvo que ir a mi casa y explicar a mi mamà. Claro, lo que le pasaba a mi mamà era que, al no estar yo en la peluquerìa, le faltaba su ayudante, pues quien le lavaba las cabezas a las clientas era esta servidora, que por cierto, tenìa que traer el agua del pequeño pilar que habìa frente a la casa de mi amiga Nany, ¿existe aùn ese pilar?.
En fìn, tantas anècdotas de aquellos tiempos que me encantan recordar, pero ya se hace demasiado largo el escrito.
Continuamos escribièndonos y leyèndonos. Saludos
Terminabas este mensaje diciendo: "Continuamos escribiéndonos y leyéndonos. Saludos".
Pues bien, si no te encuentras con ganas, si tienes mucho trabajo, si tienes que compartir "el cacharro" con otros, o mil situaciones que se pueden dar para que no acudas tan asiduamente al foro, pués no pasa nada, nos hacemos cargo, pero al menos si deberías acostumbrarte, así "como cada semana", el período deber elegirlo tú, a meterte en este bendito rincón y decir, aunque solo sea, "NO PASA NADA" CIERRO Y CORTO.
Sencillamente cuando pasan esos períodos tan largos sin que entres en el foro nos entra el "canguelo" de que EL GORILA ROJO (creo que así lo ha bautizado Mariano, y me parece muy acertado) haya metido mano y os haya coartado las libertades hasta tal punto que no puedas tener comunicación con el mundo exterior, en especial con este "rinconcito" que te echa de menos.
Pues bien, si no te encuentras con ganas, si tienes mucho trabajo, si tienes que compartir "el cacharro" con otros, o mil situaciones que se pueden dar para que no acudas tan asiduamente al foro, pués no pasa nada, nos hacemos cargo, pero al menos si deberías acostumbrarte, así "como cada semana", el período deber elegirlo tú, a meterte en este bendito rincón y decir, aunque solo sea, "NO PASA NADA" CIERRO Y CORTO.
Sencillamente cuando pasan esos períodos tan largos sin que entres en el foro nos entra el "canguelo" de que EL GORILA ROJO (creo que así lo ha bautizado Mariano, y me parece muy acertado) haya metido mano y os haya coartado las libertades hasta tal punto que no puedas tener comunicación con el mundo exterior, en especial con este "rinconcito" que te echa de menos.
Acabo de telefonear con su hermana mayor, mi prima María Josefa, y me ha dicho que está todo en orden nada más que muy atareada, y de momento no dispone de tiempo.
Saludos.
Saludos.