Anita, cuantas veces saliste por este callejón antes de irte.
Para que la tengas de recuerdo.
Tela mandare al correo.
Un abrazo.
Mariano
Para que la tengas de recuerdo.
Tela mandare al correo.
Un abrazo.
Mariano
Hola Mariano, muchìsimos recuerdos con esa imagen. Creo haber contado que fueron muchas las veces que iba y venìa a coger agua del pilar (segùn Francisco ya lo eliminaron), para lavarle la cabeza a las clientas de la peluquerìa de mi mamà. Ademàs, a mì no me gustaba bajar los escalones (que es la otra salida) y entonces, casi siempre, salìa por ahì, en parte porque esa calle da a la casa de mi amiga Mary la Parpala y a la casa de Nany, con quien yo compartìa.
Gracias por las demàs fotos que colocaste. A los que estamos lejos, ver esas imàgenes, nos produce añoranzas y por eso creo que todos agradecemos a los fotògrafos esos detalles. Como bien dices, quizàs esta enorme nostalgìa por todo lo que fuè nuestra vida en Jimena, en parte se deba a que, cuando salimos de èlla tenìamos una edad donde empezàbamos a vivir las cosas que marcan en la adolescencia y temprana juventud: ese primer baile, ese mirarse en el espejo de forma diferente porque ya queremos "gustarle a alguien", esos amores primaverales que estaban llenos de candor, en fìn, tantas cosas que, de repente, sientes como si te arrancaran de lo que es "tu nido" y necesitas guardar esos recuerdos en alguna parte especial de tu memoria, porque tambièn entiendes que necesitas adaptarte a la nueva vida que debes iniciar en ese otro ambiente y sucede, no se si a ti te pasò, que al principio, se siente como si hubiesen dos personas en tì, hasta que poco a poco, se fusionan y llegan a convivir plenamente, de tal manera, que a estas alturas, podemos decir que las dos culturas se añoran, si una de èllas no està presente. Bueno, he filosofado un poco sobre el tema, aunque por supuesto esto tiene muchos otros factores, bien interesantes de comentar, especialmente con los que vivimos este tipo de experiencia.
Amigo, seguimos conversando. Saludos
Gracias por las demàs fotos que colocaste. A los que estamos lejos, ver esas imàgenes, nos produce añoranzas y por eso creo que todos agradecemos a los fotògrafos esos detalles. Como bien dices, quizàs esta enorme nostalgìa por todo lo que fuè nuestra vida en Jimena, en parte se deba a que, cuando salimos de èlla tenìamos una edad donde empezàbamos a vivir las cosas que marcan en la adolescencia y temprana juventud: ese primer baile, ese mirarse en el espejo de forma diferente porque ya queremos "gustarle a alguien", esos amores primaverales que estaban llenos de candor, en fìn, tantas cosas que, de repente, sientes como si te arrancaran de lo que es "tu nido" y necesitas guardar esos recuerdos en alguna parte especial de tu memoria, porque tambièn entiendes que necesitas adaptarte a la nueva vida que debes iniciar en ese otro ambiente y sucede, no se si a ti te pasò, que al principio, se siente como si hubiesen dos personas en tì, hasta que poco a poco, se fusionan y llegan a convivir plenamente, de tal manera, que a estas alturas, podemos decir que las dos culturas se añoran, si una de èllas no està presente. Bueno, he filosofado un poco sobre el tema, aunque por supuesto esto tiene muchos otros factores, bien interesantes de comentar, especialmente con los que vivimos este tipo de experiencia.
Amigo, seguimos conversando. Saludos