EL “SANEDRIN”.
Hasta prácticamente el año pasado, casi todos los días que pasaba en Jimena, salía a correr (bueno, mi amigo el “Chico de la Tienda” decía que yo no corría, que eso era un “trote cochinero”) desde mi casa hasta aproximadamente Las Escuelas (pueblo). Ahora, tristemente, he bajado de “división” y me he integrado en la de los “andarines”. Aunque, mis caminatas se aproximan a las tres horas, sus efectos, no tienen ni punto de comparación con los efectos “beneficiosos” que producen cincuenta minutos de carrera.
Viene esto a cuento, al contemplar la foto de más arriba, con la que inicio este comentario. Durante muchísimos años, cuando salía a “trotar”, pasaba por delante de un banco como ese (este banco debe ser el del invierno, pues en primavera y verano se colocan en el que hay en la carretera, a la entrada de la huerta de “Paquillo el de Pura), ocupado por "entrañables personajes” similares a los de la foto. Apercibiéndome del interés con el que observaban, repasaban y registraban con la mirada, a todo el que cruzaba por delante de su banco, desde el primer día me vino a la mente la figura del “SANEDRIN”.
Para algunos el “Sanedrín”, es una sección del programa deportivo “El Larguero” de la cadena Ser, en donde periodistas deportivos de Barcelona y Madrid debaten sobre la actualidad de los dos equipos. Sin embargo, si “buceamos” por diccionarios y enciclopedias, llegaremos a descubrir más significados.
“SANEDRÍN”: Reunión de personas para tratar o solucionar un problema que se quiera mantener en privado. O, antiguo consejo y tribunal supremo de los judíos durante la dominación romana, o, lugar donde se reunía este consejo.
Seguramente, a los seguidores “creyentes” de la historia de Jesús de Nazaret, les sonará mucho más lo de la acepción como Tribunal, puesto que, según la Historia Sagrada, fue este órgano quien lo condenó a muerte. Aquel Sanedrín constaba de 71 miembros (el Sumo Sacerdote y 70 hombres prominentes de la nación) y se articulaba en torno a tres grupos: uno lo formaba la aristocracia sacerdotal (fundamentalmente saduceos), otro la aristocracia laica y el tercero los instruidos escribas del grupo de los “fariseos”.
El “Sanedrín” tenía jurisdicción en el ámbito civil y competencias sobre la doctrina religiosa judía, establecía el calendario de fiestas y regulaba la vida religiosa del país. Estos poderes estaban limitados por las autoridades romanas. Por ejemplo, si el Sanedrín condenaba a muerte a una persona, no podía aplicarse la sentencia sin la autorización del gobernador romano. En el caso de Jesús, todos nos acordamos de Poncio Pilatos.
Una vez hecha esta pequeña "incursión didáctica", vuelvo a nuestro “Sanedrín Jimenato”. Entre los “hombres justos” que componen el de la foto, podemos distinguir, entre otros, a las figuras de “Perico Filomeno”, “El Rubio Ojillos”, “Calamacha”, “El de la Sara”, “Bartolillo el de Juan Almagro”, “Martín Marrincho, alias Gento”, “Miguel el de la Pilar o el Albanchecino” y algún otro que no se distingue. La “inexorable” ley de la vida ya ha retirado (ojalá a mejor vida) a otras “figuras” tan conocidas como “Tomás Caracolillo”, “Matagatos”, “Alonso el Gato o el del Esperón”, “El Chico Porra”, “Manuel EL Macho” y otros que me dejo en el tintero. En su tiempo también formaron parte de otros “Sanedrines”.
Con toda certeza, este “Sanedrín”, no juzgará a nadie con arreglo a ninguna ley, pero si queréis saber lo que se “cuece” en Jimena, que pasa en el Ayuntamiento, las últimas discusiones en la Casa del Pueblo, algún que otro lío de faldas o de pantalones, quién cobra “indebidamente” el subsidio agrario de desempleo o algunos temas más, seguro que en sus “deliberaciones” nos pondríamos al día.
Saludos,
Hasta prácticamente el año pasado, casi todos los días que pasaba en Jimena, salía a correr (bueno, mi amigo el “Chico de la Tienda” decía que yo no corría, que eso era un “trote cochinero”) desde mi casa hasta aproximadamente Las Escuelas (pueblo). Ahora, tristemente, he bajado de “división” y me he integrado en la de los “andarines”. Aunque, mis caminatas se aproximan a las tres horas, sus efectos, no tienen ni punto de comparación con los efectos “beneficiosos” que producen cincuenta minutos de carrera.
Viene esto a cuento, al contemplar la foto de más arriba, con la que inicio este comentario. Durante muchísimos años, cuando salía a “trotar”, pasaba por delante de un banco como ese (este banco debe ser el del invierno, pues en primavera y verano se colocan en el que hay en la carretera, a la entrada de la huerta de “Paquillo el de Pura), ocupado por "entrañables personajes” similares a los de la foto. Apercibiéndome del interés con el que observaban, repasaban y registraban con la mirada, a todo el que cruzaba por delante de su banco, desde el primer día me vino a la mente la figura del “SANEDRIN”.
Para algunos el “Sanedrín”, es una sección del programa deportivo “El Larguero” de la cadena Ser, en donde periodistas deportivos de Barcelona y Madrid debaten sobre la actualidad de los dos equipos. Sin embargo, si “buceamos” por diccionarios y enciclopedias, llegaremos a descubrir más significados.
“SANEDRÍN”: Reunión de personas para tratar o solucionar un problema que se quiera mantener en privado. O, antiguo consejo y tribunal supremo de los judíos durante la dominación romana, o, lugar donde se reunía este consejo.
Seguramente, a los seguidores “creyentes” de la historia de Jesús de Nazaret, les sonará mucho más lo de la acepción como Tribunal, puesto que, según la Historia Sagrada, fue este órgano quien lo condenó a muerte. Aquel Sanedrín constaba de 71 miembros (el Sumo Sacerdote y 70 hombres prominentes de la nación) y se articulaba en torno a tres grupos: uno lo formaba la aristocracia sacerdotal (fundamentalmente saduceos), otro la aristocracia laica y el tercero los instruidos escribas del grupo de los “fariseos”.
El “Sanedrín” tenía jurisdicción en el ámbito civil y competencias sobre la doctrina religiosa judía, establecía el calendario de fiestas y regulaba la vida religiosa del país. Estos poderes estaban limitados por las autoridades romanas. Por ejemplo, si el Sanedrín condenaba a muerte a una persona, no podía aplicarse la sentencia sin la autorización del gobernador romano. En el caso de Jesús, todos nos acordamos de Poncio Pilatos.
Una vez hecha esta pequeña "incursión didáctica", vuelvo a nuestro “Sanedrín Jimenato”. Entre los “hombres justos” que componen el de la foto, podemos distinguir, entre otros, a las figuras de “Perico Filomeno”, “El Rubio Ojillos”, “Calamacha”, “El de la Sara”, “Bartolillo el de Juan Almagro”, “Martín Marrincho, alias Gento”, “Miguel el de la Pilar o el Albanchecino” y algún otro que no se distingue. La “inexorable” ley de la vida ya ha retirado (ojalá a mejor vida) a otras “figuras” tan conocidas como “Tomás Caracolillo”, “Matagatos”, “Alonso el Gato o el del Esperón”, “El Chico Porra”, “Manuel EL Macho” y otros que me dejo en el tintero. En su tiempo también formaron parte de otros “Sanedrines”.
Con toda certeza, este “Sanedrín”, no juzgará a nadie con arreglo a ninguna ley, pero si queréis saber lo que se “cuece” en Jimena, que pasa en el Ayuntamiento, las últimas discusiones en la Casa del Pueblo, algún que otro lío de faldas o de pantalones, quién cobra “indebidamente” el subsidio agrario de desempleo o algunos temas más, seguro que en sus “deliberaciones” nos pondríamos al día.
Saludos,