Con Pérez Reverté pasa como con todos.
Hay quién escribe bien y piensa bien; otros, escriben bien y piensan mal; otros, piensan bien pero no escriben bien y, por último, algunos ni escriben bien ni piensan bien.
¡Sorpresa!, algunos son magos, pueden hacerlo todo a la vez.
Hay quién escribe bien y piensa bien; otros, escriben bien y piensan mal; otros, piensan bien pero no escriben bien y, por último, algunos ni escriben bien ni piensan bien.
¡Sorpresa!, algunos son magos, pueden hacerlo todo a la vez.