JIMENA: Te vamos a dar un premio, primero por estar pendiente...

. De ahí que éllos estuvieran esperándonos a los que ese día llegábamos: Esperanza, su hijo Juán Rafael, y por supuesto mi madre con nosotras, Fefa, mi persona, Paky y More (orden cronológico)
Finalmente desembarcamos. Cómo describir ese momento, la intensidad de emociones que el mismo contenía, lo hace difícil de explicar: brazos que se abrían y cerraban para estrecharnos unos con otros, lágrimas en los ojos, especialmente en los ya un poco más adultos, pues quizás por la edad, mis hermanas menores no dimensionaban algunas cosas. Lo más cierto es que, y eso lo entendí algunos años más tarde, aquel momento fue vivido y sentido, por todos los que allí estábamos, de una manera diferente: eran historias personales distintas, edades distintas, etc. pero una cosa teníamos todos en común y esa era “nuestra raíz jimenata”, que fue la base de nuestra unión, de nuestra solidaridad y la razón fundamental de que, a través del tiempo, el cariño se mantuviera intacto entre estas familias jimenatas en Venezuela.
Conforme caminábamos para salir del muelle, pude observar que el rostro de mi papá reflejaba cierto enojo cuando alguien, del sexo masculino, nos miraba y nos decía: “que lindas catiras”, o “que musiuas tan bellas”. (catira significa rubia y musiua o musiú, le dicen a los extranjeros/as, este último término proviene de la palabra francesa: “Monsieur”).
Ya de salida hacia la gran capital, Caracas, y mientras mi padre hablaba de unas tales “arepas con carne mechada”, que nos comeríamos una vez llegáramos a Caracas, recuerdo que miré, nuevamente, a aquellos cerros invadidos por hostiles ranchos y pensando cómo sería la ciudad en donde mi padre había fijado nuestra residencia, giré sobre mí para contemplar el barco que nos había traído, viniendo a mi pensamiento, en ese instante, todos los recuerdos de mis familiares, mi pandilla, todas esas cosas que hasta entonces habían sido mi “feliz mundo” y les juro, amigos, sentí unos inmensos deseos de correr hacia el barco y regresarme a mi ya lejana España, a mi ya distante Jimena.

Mis anécdotas continúan…., ¿se animan a seguir leyéndolas?
SALUDOS

Te vamos a dar un premio, primero por estar pendiente del foro ahora que no tienes nada que hacer nada mas que pensar, luego porque, como no tienes alzheimer, por cierto una gran memoria de recuerdos intactos, has empezado a deleitarnos con unos relatos, que como bien dices a algunos no les dirán nada, pero a mi personalmente si me gustan, a lo mejor me pasa como a tú prima, me engancho a "tiempos revueltos", y tercero porque como se de bien, aquí todas las telenovelas venezolanas triunfan, lo mismo con tu guión sacamos unos eurillos, que últimamente falta nos hacen.
¡ánimo y a seguir con los relatos! lo malo es que se ponga celoso Mariano.