JIMENA: Pachuelo: precioso tu relato, y dile a tu amigo Salva,...

Para los que vivimos fuera de nuestro lugar de origen, o de donde vive la gente que nos importa, las llamadas telefónicas son una puñeta, si la llamada es para decirte algo bueno no corre prisa, te lo dicen cuando te cuentan además otras cosas, nadie te llama inmediatamente para decirte: “ me ha tocado la lotería y a ti te regalo un millón de euros”, te llaman acto seguido al caerse, un suponer, tu sobrino y le han dado seis puntos en la frente.
Si las llamadas son a la hora normal en que llama la gente normal, las nueve de la noche, la conversación es plana, sin grandes noticias ni para bien ni para mal, pero si las llamadas son a deshoras, échate a temblar que alguien se ha muerto, o se va a morir en horas próximas.
Yo cuando hablo con mi madre, a hora normal y persona normal, digo yo, empieza la charla con “ PEDRO SABES QUIEN SE HA MUERTO” y es que estamos en una edad muy mala, no nos llaman para decirte que eres tío de nuevo, que se casa tu hermano, ya nos llamará además de decirnos alguna desgracia.-Uno de esos días mi madre comenzó con la consabida frase, al contestarle, como siempre, que no, me dijo que la madre de mi amigo Salva había fallecido, vaya por dios, la madre de Salva.
Salva es mi amigo del alma, somos amigos desde pequeños, lo hacíamos todo juntos, hasta que el destino nos separo, jugábamos al fútbol en el mismo equipo, el era portero y yo el mas cercano a el, defensa central, en una ocasión el delantero centro del otro equipo le dio un rodillazo y le produjo una fisura en la mandíbula, yo me sentí culpable porque era yo el que tenia que protegerlo, salíamos juntos a “ligar”, poco pero se hacía lo que se podía, hasta trabajábamos juntos.
Cuando conseguí hablar con él, por teléfono claro, me contó que efectivamente su madre había fallecido, que pasó cuando estaban el banquete de boda de su sobrina, nieta de su madre, y estaba bastante afectado.
A los pocos días recibí una llamada de mi sobrina que al verla me sobrecogió, eran las diez de la mañana de un domingo, hora nada normal, me contó que mi amigo Salva había tenido un accidente en el trabajo, que estaba ingresado en Sevilla, con unas quemaduras bastante graves.
Mi amigo Salvador es bombero, con ese nombre no se puede ser otra cosa, las lesiones se las produjo en un incendio, en el Polígono del valle, el pasado mes de mayo, hubo trece heridos, entre ellos el, salvando a una mujer de avanzada edad.
Cuando hable con el estaba ingresado todavía en Sevilla, me contó que los injertos de piel que le habían hecho en las piernas no habían cuajado todos, hasta cierto punto normal, y que tenia los dedos de la mano izquierda bastante mal. Mi amigo Salvador es un héroe
Lo que diferencia a los héroes de los que no lo son es que ellos realizan algo que los demás no, seguro que sus compañeros habrían hecho lo mismo que él, incluso ustedes o yo, pero es que solo lo hizo el, para realizar un hecho heroico se tiene que dar una serie de circunstancias, estar en el lugar adecuado, estar en disposición de realizarlo, tener ocasión y querer hacerlo, todo eso lo hizo mi amigo salvador.
Mi amigo Salvador PEÑALVER es bombero en Jaén, es un héroe y, además, es mi amigo, que suerte tengo.
Saludos.
P. L. A.

Pachuelo: precioso tu relato, y dile a tu amigo Salva, que desde el foro, todos deseamos que se recupere pronto.
Un saludo, Rafi.