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JIMENA: Pues para que puedas hacer comparaciones, la noche...

La crisis aumnenta el ingenio, esta mañana me he dedicado a la cocina y esta tarde he visto que lo mejor para ahorrar era hacer una "merienda-liga" de aupa.
Lo primero, debido a las altas temperaturas ha sido enchufar el aparato del "aire acondicionado" y colocarlo encima de la mesa.
Luego un tomatito con sal gorda y un poquito de aceite por encima, al lado unas aceitunitas de agosto "rajadas", para que pierdan algo la acidez y como recordé una anécdota de Granada, un dia que no tenía nada mas que tres duros para cenar y quería ir al cine, se me ha vemido a la mente lo de "perdises a duro", en el Paseo de las Titas, pues ahí teneis "dos perdises" que eatán muy ricas, con ese Ribera del Duero que hay sobre la mesa, me he dado un fiestón, y dado que nadie ha querido acompañarme, con la tele a toda voz, ya que no molesto a nadie, porque estoy en la calle, he pasado una ¡noche impresionante! y además tengo una cuerpo como un reloj, preparado para mañana que es lunes.

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¿Pero todo eso te lo vas a comer tú solo? y otra pregunta ¿cuáles son las perdices?. Si es por descarte, las aceitunas las conozco, el tomate también, entonces me queda lo que aparece como algo redondo y medio rojizo ¿es eso?

Lo de "tú solo" que va ¿por el tomate o por la botella, o por las dos cosas?, las papas y las aceitunas es cosa aparte, tu no ves que en la tele había mucha gente y si le hubiese dado por un acompañamiento virtual en la "merienda-liga" no hubiese podido invitarlos.

Te cuento, estando un día en Granada, mas "esmayao que un galgo", con tres duros en el bolsillo, tenía la intención de ir al cine, (por tanto, 0 descontando del presupuesto cinco pesetas, quedaban diez), la cena al igual que la comida valía entre 15 y 18 ptas., situación que producía que no hubiese cena, pero por buena que fuera la película acostarse sin cenar, como que iba a estar toda la noche viendo una procesión de angeles pasando por delante de mi, y esas noches son muy largas, y aprovechando que el Genil pasa por Granada (por parecerme algo al Lazarillo de Tormes, me refiero en lo del ingenio para comer), empecé a pasear, Paseo arriba, Paseo abajo, al de las Titas, me refiero, y mira por donde aparece un tío con "un anafre a cuestas", pregonando ¡perdises a duro!, aquí estaba mi solución, con una buena perdiz y un trago de agua y después un pastel me ponía como el kiko, no obstante no me lance a la compra de semejante "manjar" por miedo a no ser exactamente lo que pregonaba el señor, efectivamente, depués de una hora y media larga, (pues aquél tío vendia menos que una "castañera" en medio del Sahara) le sopló encima de la mesa a una pareja de "tortolitos" dos ejemplares como los de la foto, 2 duros; "pies para que os quiero", salí de allí como alma que lleva el diablo, subí a Puerta Real, había un kiosko de pipas, una bolsa de las grandes, dos pesetas, una fuente al lado que había que apretarle al grifo, hasta que se te salia "el corazón", para que echara un poco de agua, por cierto con lejía que estaba mas mala "que su p.......", y me dirigi a la calle Alóndiga, pastelería "La Campana", tenia 8 ptas de presupuesto, dos pasteles, uno de hojaldre, le decían "alpargata" (poco mas o menos así de grande) y otro de "tocino de cielo" (casi del mismo tamaño), precio en conjunto 7 ptas, total rico me sobraba una todavía, mas agua, y me fuí al cine, vi la pelicula, quiero recordar todavía el título "NOCHE SIN PROBLEMAS

¡Cómo me he reido con ese cuento tuyo!, y supongo que de todas esas situaciones "apretaillas", es que se desarrolló en tí ese sentido de la economía, que muy bien nos demuestras con esa cena que hiciste para las cinco personas, aunque te confieso, yo no puedo decir si la cantidad de euros que dices haber gastado, está por encima o por debajo de lo normal, pero si me dices que Luisa vuelve a dejar en tus manos la economía gastronómica, entonces puedo afirmar que lo hiciste muy bien.

Pues para que puedas hacer comparaciones, la noche de antes estuvimos en Casa Morgan (o sea se, en la Plaza, por cierto estaba llena), Rafa, Miguel, Bartolomé y Pepi (los de la piscina), Luisa y yo, y por una frugal "liguilla" nos cobraron 60 € (y no hubo ni raciones, ni cena, ni café, ni copas, ni nada especial), solo cervecitas, vasitos y tapitas y en horario restringido, de diez a dos de la madrugada.