Hay veces que se tiene uno que acordar de las personas, las circunstancias mandan, hace muy poco han homenajeado a DIEGO LABANA, lástima que el evento no saliese todo lo perfecto que se esperaba y que nadie, de su familia, lo pudiese representar, pero esta tarde subiendo yo de mi casa a la Notaría no he podido dejar de acordarme de él, y en su nombre y parafraseándole voy poner lo siguiente:
¡Viergen mía de los Remedios,
una cosa te voy a pedir,
que le digas a la Notaria,
que a las cinco de la tarde,
no me haga mas venir,
que eso no me gusta a mí!
¡Viergen mía de los Remedios,
una cosa te voy a pedir,
que le digas a la Notaria,
que a las cinco de la tarde,
no me haga mas venir,
que eso no me gusta a mí!
por qué no te gusta?
¿Tu sabes lo que estaba cayendo a esas horas?, cuando subía por el Parador, no sabía si pararme y rezar, o seguir rezando (por lo bajo) sin pararme, de todas formas iba pensando en Diego Labana y en la Virgen ¡y en la madre que parió a la.....!.
Parece como si estuvieses cruzando el desierto... o es lluvía lo que cae?
Peor que cruzar el desierto y encima sin "pamela", el aire te abrasaba los pómulos y las orejas, no digamos nada de los "sobacos" porque iban mojaillos.
pues comprendo que no te apetezca ir, lo ideal sería, jornada intensiva cuando hace esos calorazos, pero claro, según las tareas, no siempre es posible.
Un saludo.
Un saludo.