Hola Palomero!
Has comenzado ya con tu trabajo como cronista?
Un saludo.
Has comenzado ya con tu trabajo como cronista?
Un saludo.
Aprovechando la pregunta, creo que ha llegado el momento y no por muchas veces de contestar.
Cronista es algo tan simple y sencillo como el devenir del tiempo, la casualidad en los encuentros y el esfuerzo cotidiano, todo lo que venga a mi será "cribado" y aquello que merezca recopilarse, venga de donde venga y en el tiempo que venga, bien reciente o bien pasado, todo puede ser digno de una crónica o de un apunte, al final de cierto tiempo se hace una recopilación y al final de la vida, ¡ojo que el cargo ha sido por elección y la destitución también se puede hacer por el mismo procedimiento! (lo digo por los bien pensados), entonces se podrá decir, como casi siempre pasa con todos "los muertos", ¡que bueno era, que gran trabajo y que gran obra nos ha dejado!
Amén.
Cronista es algo tan simple y sencillo como el devenir del tiempo, la casualidad en los encuentros y el esfuerzo cotidiano, todo lo que venga a mi será "cribado" y aquello que merezca recopilarse, venga de donde venga y en el tiempo que venga, bien reciente o bien pasado, todo puede ser digno de una crónica o de un apunte, al final de cierto tiempo se hace una recopilación y al final de la vida, ¡ojo que el cargo ha sido por elección y la destitución también se puede hacer por el mismo procedimiento! (lo digo por los bien pensados), entonces se podrá decir, como casi siempre pasa con todos "los muertos", ¡que bueno era, que gran trabajo y que gran obra nos ha dejado!
Amén.
Por cierto aprovechando la foto os voy a hacer una confesión:
Estaba recien levantado, quería cumplir con el baile de la noche, no había bebido para no dar mala impresión (que hay lenguas para todos los gustos), pero llevaba en mi cuerpo "una docena de albondigas, un plato sopero lleno de "caldo" (por supuesto con dos cucharadas de vinagre), un melocotón, dos paraguayas y un café, como podréis comprender los ojos ya no tienen la fuerza de los "veinte años" y con cierta carga parecen ¡como un poquito apagaditos!
Estaba recien levantado, quería cumplir con el baile de la noche, no había bebido para no dar mala impresión (que hay lenguas para todos los gustos), pero llevaba en mi cuerpo "una docena de albondigas, un plato sopero lleno de "caldo" (por supuesto con dos cucharadas de vinagre), un melocotón, dos paraguayas y un café, como podréis comprender los ojos ya no tienen la fuerza de los "veinte años" y con cierta carga parecen ¡como un poquito apagaditos!