.... que levante la mano quién no le hayan dado, de pequeño, un huevo batido con vino quina de "LA MONJA"para reponer fuerzas tras un resfriado o una astenia primaveral... o ún mal de amores. Algunas matronas de la vecindad, daban al recién nacido, una sopita de pan mojada en anís para recuperar el color, tras el parto. Sabiduria popular se llamaba...
Y digo yo, ¿que tendrá el vino que se atrevieron a hacerlo sangre? es que cuando corre por las venas ¡máma mía!