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-------------PREGÓN DE LAS FIESTAS DE JIMENA 2.003-------------
En primer lugar, quiero agradecer a nuestra Corporación Municipal que este año me invitaran para que hiciese el pregón de nuestras Fiestas Patronales, que ha supuesto una de mis mayores alegrías, por el honor tan grande que esto supone.
En el momento en que me lo comunicaron, afluyeron a mi mente los recuerdos como el agua corre por la cascada de Cánava sin parar.
Innumerables recuerdos, olores y colores que, en mi vida, desde mi niñez, han tenido que ver con nuestras Fiestas; el primer recuerdo, ese olor que había en la huerta de mi tío Juan a higueras y a don pedros... a mi madre, haciéndonos a mi hermana y a mí el traje de gitana que llevaríamos en la romería, de azul intenso y lunares blancos. Esas comidas típicas de esos días como la pipirrana y las albóndigas.
Luego camino de Cánava, con ese olor a jazmines, montada al frente del tractor con mi traje de gitana, que, por cierto, aunque me habían puesto un cojín debajo, me iba quemando; aún así estaba encantada, pues me sentía rodeada de cariño.
Después, mi primera verbena, mi primer grupo de amigos y mi primer baile, que, por cierto, fue con Andrés Parpal, ¿te acuerdas...? o tú, Juana, cuando te nombraron Reina de esas Fiestas.
De esta forma iba pasando mi vida, siempre que podía y cada vez más, tenía que venir por Jimena por lo menos una vez al año, hasta ahora, acumulando unas experiencias entrañables, por ejemplo, cuando hace unos años Carmen y Bartolomé "El Nevao" me preguntaron, ¡nena, de qué familia eres!. Soy hija de Emilio y nieta de Ángeles y Pedro "Crispín" como todos le conocían, él se emocionó y me dijo que, en su juventud, fue íntimo amigo de mi padre, que, para él, era una de las mejores personas que había conocido, me contó también que cuando mi abuelo Crispín eran 42 primos; ya decía yo que estando en Jimena me sentía rodeada de cariño. Pues directa o indirectamente, más de medio pueblo éramos familia.
Tal es así que he escogido vivir en el pueblo, a pesar de que a veces me preguntan, tú no eres de aquí; pienso que tanto como el que ha nacido, pues por mis raíces y por mi elección, que no me ha sido impuesta. Gracias también a mi marido, por estar siempre a mi lado.
Este pregón sea mi mejor homenaje a todas las personas de las cuales desciendo y siempre estarán dentro de mi corazón, sobre todo a mi padre que supo trasmitirme todo su amor por esta tierra.
La mejor herencia que han podido dejarme, es el respeto y la admiración con que me hablan de ellos todas las personas que los conocieron.
Gracias a mi queridísima Virgen de los Remedios por permitirme poder visitarla en persona todos los días en su ermita de Cánava y no sólo en sueños.
Espero poder trasmitir todo esto a mis hijos y en especial a mi nieta Adriana.
¡Que estas Fiestas sean muy felices para todos y que disfrutéis de ellas como yo lo estoy haciendo!
¡VIVA JIMENA!
¡VIVA LA VIRGEN DE LOS REMEDIOS!
Mª. Ángeles Gámez Hernández.
-------------PREGÓN DE LAS FIESTAS DE JIMENA 2.003-------------
En primer lugar, quiero agradecer a nuestra Corporación Municipal que este año me invitaran para que hiciese el pregón de nuestras Fiestas Patronales, que ha supuesto una de mis mayores alegrías, por el honor tan grande que esto supone.
En el momento en que me lo comunicaron, afluyeron a mi mente los recuerdos como el agua corre por la cascada de Cánava sin parar.
Innumerables recuerdos, olores y colores que, en mi vida, desde mi niñez, han tenido que ver con nuestras Fiestas; el primer recuerdo, ese olor que había en la huerta de mi tío Juan a higueras y a don pedros... a mi madre, haciéndonos a mi hermana y a mí el traje de gitana que llevaríamos en la romería, de azul intenso y lunares blancos. Esas comidas típicas de esos días como la pipirrana y las albóndigas.
Luego camino de Cánava, con ese olor a jazmines, montada al frente del tractor con mi traje de gitana, que, por cierto, aunque me habían puesto un cojín debajo, me iba quemando; aún así estaba encantada, pues me sentía rodeada de cariño.
Después, mi primera verbena, mi primer grupo de amigos y mi primer baile, que, por cierto, fue con Andrés Parpal, ¿te acuerdas...? o tú, Juana, cuando te nombraron Reina de esas Fiestas.
De esta forma iba pasando mi vida, siempre que podía y cada vez más, tenía que venir por Jimena por lo menos una vez al año, hasta ahora, acumulando unas experiencias entrañables, por ejemplo, cuando hace unos años Carmen y Bartolomé "El Nevao" me preguntaron, ¡nena, de qué familia eres!. Soy hija de Emilio y nieta de Ángeles y Pedro "Crispín" como todos le conocían, él se emocionó y me dijo que, en su juventud, fue íntimo amigo de mi padre, que, para él, era una de las mejores personas que había conocido, me contó también que cuando mi abuelo Crispín eran 42 primos; ya decía yo que estando en Jimena me sentía rodeada de cariño. Pues directa o indirectamente, más de medio pueblo éramos familia.
Tal es así que he escogido vivir en el pueblo, a pesar de que a veces me preguntan, tú no eres de aquí; pienso que tanto como el que ha nacido, pues por mis raíces y por mi elección, que no me ha sido impuesta. Gracias también a mi marido, por estar siempre a mi lado.
Este pregón sea mi mejor homenaje a todas las personas de las cuales desciendo y siempre estarán dentro de mi corazón, sobre todo a mi padre que supo trasmitirme todo su amor por esta tierra.
La mejor herencia que han podido dejarme, es el respeto y la admiración con que me hablan de ellos todas las personas que los conocieron.
Gracias a mi queridísima Virgen de los Remedios por permitirme poder visitarla en persona todos los días en su ermita de Cánava y no sólo en sueños.
Espero poder trasmitir todo esto a mis hijos y en especial a mi nieta Adriana.
¡Que estas Fiestas sean muy felices para todos y que disfrutéis de ellas como yo lo estoy haciendo!
¡VIVA JIMENA!
¡VIVA LA VIRGEN DE LOS REMEDIOS!
Mª. Ángeles Gámez Hernández.