.
¡Anda y no digas tonterías!, que tú bien que mirabas de reojillo a tu príncipe azul, ¡que yo te vi!.
Saludos para ambos.
¡Anda y no digas tonterías!, que tú bien que mirabas de reojillo a tu príncipe azul, ¡que yo te vi!.
Saludos para ambos.
Pero no la has entendido, el cuento no se lo explicaban bién, porque ella lo busco pensando que el cuento se iba a realizar, ja, ja, ja.