JIMENA: ....

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--------------PREGÓN DE LAS FIESTAS DE JIMENA 1.996-------------
---------------------SER JIMENATO, UN ORGULLO-------------------

Finales de Agosto, el corazón de los jimenatos empieza a latir de una forma diferente, siente algo en lo más dentro que le llama, que le empuja hacia su pueblo, hacia su Virgen de los Remedios "Se acercan las fiestas", unos días en los que el orgullo de ser jimenato llega a su punto culminante.

¿Qué es ser jimenato?

Desde niña, mis padres, me enseñaron a querer a mi pueblo. Me transmitieron todo lo que ellos habían recibido a la vez de los suyos. El valor de la familia, de los amigos; el quererse y respetarse todos por igual, como si de una gran familia se tratara, y por lo tanto, todos a una, trabajando y luchando por engrandecer nuestro pueblo y conservar todo lo bueno que hemos recibido de nuestros antepasados, sintiéndonos hermanos bajo la protección de nuestra Madre la Virgen de los Remedios, a la que todo jimenato lleva en su corazón.

De la mano de mis padres, recorría las calles de Jimena, sintiendo el latir del silencio de los callejones, donde se asoman tímidamente en cada balcón los geranios, oliendo el perfume de los jazmines, de vez en cuando el canto de algún pajarillo y el inconfundible sonido de las campanas del reloj de la plaza.

Me asomaba desde "los primeros asientos" para ver como las casas blancas se apiñaban alrededor de la Iglesia y el castillo y, al fondo, el mar de olivos que se pierde en el horizonte.

Así, poco a poco, fui conociendo y valorando lo que era ser jimenato y a sentirme orgullosa de serlo.

Más tarde, al marcharme a estudiar a Jaén y Granada, aprendí la historia de mi pueblo, el valor de las pinturas de la Cueva de la Graja, de los restos del castillo. Supe que entre las gentes de Jimena ha habido grandes personajes.

Por todas partes he llevado con orgullo "ser jimenata". He tenido la suerte de vivir aquí y que mis hijos, poco a poco, se sientan jimenatos como sus padres y abuelos, quieran a su pueblo y luchen por él.

Estos días que vamos a pasar todos juntos, debemos procurar que sean inolvidables, que todos nos sintamos uno, que nos divirtamos a tope y que la alegría de la fiesta llene nuestros corazones para todo el año.

A las generaciones jóvenes, vivan o no en el pueblo, les pediría que, ya que son el futuro, aporten lo más y mejor de sí mismos, transmitiendo a sus hijos y nietos lo que para todos nosotros significa ser jimenato.

Que la Virgen de los Remedios nos bendiga a todos y pasemos unos días maravillosos colaborando en todo lo que se organice, y acojamos a los que vienen de fuera de forma que se sientan uno más del pueblo.

Catalina Morales Garrido.
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