Pedro en primer lugar gracias por la dedicatoria es muy interesante esta documentación, esperemos que continúes aportando cosas en este foro que necesita de personas como tu, haber cuando nos continuas colgando documentación interesante de la mucha que tu tienes. Yo puedo decir que esos FONEMAS AUTÓCTONOS DE LA VILLA DE JIMENA es algo digno de leer, un saludo.
Hola Juan: Para todos los jimenatos que conectais con este foro, en especial para MP, aqui os envio otro trabajillo.
LOS ENTIERROS
Aparte de la costumbre del llamado "VELATORIO", existía en Jimena otra costumbre, la de "DAR EL PESAME", acto que estaba a cargo de la persona más caracterizada, y con mas desparpajo, de la "PARTE DOLIENTE". Pero, cuando no era así el pésame "LO DECÍA" una persona, por lo general siempre la misma, muy entrenada en la cuestión.
Merece especial recuerdo en estas líneas, creo que el mejor "PESAMERO" habido en Jimena: "ANTOÑICO EL GRANAINO", (abuelo paterno de Paco López)
Consistía el "PESAME" en un largo discurso con dos partes bien diferenciadas: la primera eran unas consideraciones sobre la indefectibilidad de la muerte; la segunda parte era laudatoria, y servía para poner de relieve las supuestas virtudes de que, en vida, había estado adornado el difunto.
El pésame se escuchaba con respetuoso silencio a las puertas de la casa del difunto, a pesar de que en muchas ocasiones los conceptos expuestos por el "PESAMERO" eran francamente pintorescos.
Concluido el entierro, miembros de la familia, que no viven en la casa donde el óbito se produjo, llevan una comida tan abundante y opípara a los familiares del difunto, que, no faltaríamos a la verdad, llamándole "BANQUETE FUNEBRE".
Marzo, 19, 1983
LOS ENTIERROS
Aparte de la costumbre del llamado "VELATORIO", existía en Jimena otra costumbre, la de "DAR EL PESAME", acto que estaba a cargo de la persona más caracterizada, y con mas desparpajo, de la "PARTE DOLIENTE". Pero, cuando no era así el pésame "LO DECÍA" una persona, por lo general siempre la misma, muy entrenada en la cuestión.
Merece especial recuerdo en estas líneas, creo que el mejor "PESAMERO" habido en Jimena: "ANTOÑICO EL GRANAINO", (abuelo paterno de Paco López)
Consistía el "PESAME" en un largo discurso con dos partes bien diferenciadas: la primera eran unas consideraciones sobre la indefectibilidad de la muerte; la segunda parte era laudatoria, y servía para poner de relieve las supuestas virtudes de que, en vida, había estado adornado el difunto.
El pésame se escuchaba con respetuoso silencio a las puertas de la casa del difunto, a pesar de que en muchas ocasiones los conceptos expuestos por el "PESAMERO" eran francamente pintorescos.
Concluido el entierro, miembros de la familia, que no viven en la casa donde el óbito se produjo, llevan una comida tan abundante y opípara a los familiares del difunto, que, no faltaríamos a la verdad, llamándole "BANQUETE FUNEBRE".
Marzo, 19, 1983