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JIMENA: - Este era el mensaje que quería dejar en la segunda...

Hola C_Viña, qué graciosa me resulta la palabra "esonrrible" hace ¡siglos! que no la había vuelto a oir; bueno... eso de los siglos..., recuerda lo que dicen de los andaluces, en cuanto a eso de la exageración, pero de verdad, me dió gusto haberla "despertado" en mi memoria. Me he requeteleido la lista de palabras que nos regaló Alejandro y me encanta recordarlas dentro de algún contexto de mi vida en Jimena; igualmente disfruto muchísimo cuando se hablan, entre foreros, con ese especial lenguaje de los jimenatos, ya lo dije en días pasados: me parece verlos hasta gestuando. Todo esto, para los que añoramos nuestro pedacito de Andalucia, es un verdadero placer. Un abrazo

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Hola Jimenata, a mí siempre me ha gustado "jugar" con las palabras, y ahora que corren tiempos de debate sobre las lenguas hispanas - catalán, gallego, euskera,... - me encanta resaltar las peculiaridades de mi lengua andaluza. Ya sé que los expertos no la consideran una verdadera lengua, sino un dialecto. Sus razones técnicas las tienen, pero a mí no me importa. Me gusta el habla andaluza, disfruto escribiéndola y hablándola, y no creo que ello cause mal a nadie.

Me agrada enormemente tratar a una persona tan sensible como tú, y perdona que te tutee. Me admiro de esos pequeños recuerdos que guardáis de vuestra querida Jimena. No lo he dicho antes, pero aprovecho ahora para decirlo, sus escritos nostálgicos nos hacen mejors a todos y valoramos más lo que tenemos aquí. ¡No dejes de contarnos tus vivencias!

Ese detalle de las pipas es conmovedor, máxime si alguna vez se ha tenido una experiencia similar. Al leerlo, recordé lo que sentí hace unos pocos años, cuando acudí a la biblioteca de Granada a consultar un antiguo libro que había manejado en mis tiempos estudiantiles. Habiendo transucrrido más de treinta años, lo busqué entre las estanterías y ¡allí estaba!, cerrado, casi como yo lo había dejado, pero mi gran sorpresa fue encontrar las notas que de mi propio puño habian quedado guardadas entre sus páginas, Te juro, que me extremecí de la cabeza a los pies.

En fin, me alegro de que andes por aquí. Otro abrazo.

No hay nada que perdonar C_Viña, pues independientemente que sea yo mayor que tú (no tengo la menor idea sobre tu edad) y que además no nos conozcamos personalmente, no me agradaría que me trataras de otra forma, me siento más cercana cuando me tutean.
Gracias por esas lisonjas. Cuando narro mis vivencias, lo hago, en primer lugar porque disfruto reviviendo las historias que relato, por otra parte, me siento sumamente orgullosa de mis raices, de lo que fué mi vida en España y por supuesto, de todo lo vivido en este maravilloso país y creo que mi hija y ahora mi nieto, deben saber de mi procedencia, de mis nostalgias de emigrante, de mis años de adaptación a esta nueva cultura, pienso que así éllos comprenderán mejor sobre su origen y los lazos que los unen a mi tierra. Estas "historias", siempre se las he contado verbalmente, pero ultimamente, tomé en serio eso de que la palabra puede ser "perdurable", en tanto quedé escrita, de tal manera que me pareció interesante dejar mis relatos plasmados, bien para que mis descendientes sepan quien era Ana Cruz García, bien para que muchas personas, por haber vivido situaciones semejantes, se vean reflejadas en mis VIVENCIAS y las disfruten, o bien porque simplemente a alguien, por la razón que fuere, le agrade ese tipo de lectura, sencilla pero llena de verdades. Digo todo esto porque, de ninguna manera, la razón de mis relatos no es lucirme como mejor o peor "escritora", simplemente lo hago por el gusto de compartir con ustedes, mis paisanos, lo que pienso dejarles a mi familia: MIS VIVENCIAS.
Un abrazo

No me queda mas remedio que pedir perdón por la mala interpretación de llamar "Panfletos" por confusión a lo que son verdaderas vivencia contadas en primera persona y adenás de una forma real, que quién sabe si algún día, por los medios que sean, se lleguen a publicar para su total conocimiento.

- Este era el mensaje que quería dejar en la segunda puntualización ¡maldito alzheimer!