Bueno aunque no lo creáis, acabo de cogerlos esta mañana de la higuera de Jimena que tienen mi hermano en su huerta, aunque un poco mas tarde que en Jimena es un autentico majar en este tiempo.
Os prometo cuando resuelva el tema del tamaño de la foto poneros la higuera daba gusto verla esta mañana.
Que contrastes, en Jimena ya se podrán comer secos y aquí todavía frescos las brevas se comieron a finales de Agosto de eso puede dar fe Mi Tita Ana Maria y MI Primo Mariano.
Un saludo.
P. D, Rafa, te podía haber mandado unas cuantas cajas, para que las vendieras en esta época.
Os prometo cuando resuelva el tema del tamaño de la foto poneros la higuera daba gusto verla esta mañana.
Que contrastes, en Jimena ya se podrán comer secos y aquí todavía frescos las brevas se comieron a finales de Agosto de eso puede dar fe Mi Tita Ana Maria y MI Primo Mariano.
Un saludo.
P. D, Rafa, te podía haber mandado unas cuantas cajas, para que las vendieras en esta época.
Jimena tiene aromas de tierra fértil, de lluvia, de olivos, de higueras….
“Que ásperas son tus hojas”, ¡Que dulce y sabroso el fruto! “
Y tu amor tan absoluto, que dos cosechas arrojas”….
Los árabes, sensuales y comodones, conocieron la delicia de nuestras huertas, el frescor de nuestras aguas, la dulzura de vivir y soñar aquí… ellos nos dejaron dos cosas muy notables: las primeras plantas de la higuera este árbol que arroja dos cosechas y que nos da merecida fama y un nombre, un topónimo misterioso “Aznaitín” voz árabe que significa “Fortaleza de La Higuera”
(Don Mariano Sáez Gámez)
LA HIGUERA Y SUS FRUTOS
BREVAS.
Poseen gran cantidad de agua y son ricas en hidratos de carbono (sacarosa, glucosa, fructosa), por lo que su valor calórico es elevado.
Destaca su riqueza en fibra; que mejora el tránsito intestinal, ácidos orgánicos y minerales como el potasio, el magnesio y el calcio, este último de peor aprovechamiento que el que procede de los lácteos u otros alimentos que son buena fuente de dicho mineral.
En cuanto a otros nutrientes, contienen una cantidad moderada de provitamina A, de acción antioxidante. Este nutriente se transforma en vitamina A en nuestro organismo conforme éste lo necesita. Dicha vitamina es esencial para la visión, el buen estado de la piel, el cabello, las mucosas, los huesos y para el buen funcionamiento del sistema inmunológico, además de tener propiedades antioxidantes.
El potasio es necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso, para la actividad muscular normal e interviene en el equilibrio de agua dentro y fuera de la célula.
El magnesio se relaciona con el funcionamiento de intestino, nervios y músculos, forma parte de huesos y dientes, mejora la inmunidad y posee un suave efecto laxante
HIGOS, UNA FRUTA CON MUCHA HISTORIA.
Su origen se remonta a siglos antes de Cristo e incluso fueron considerados como manjares en la época de la Grecia Clásica.
Ya en el mismo Génesis de la Biblia, se narra cómo Moisés mandó a unos exploradores a reconocer la tierra de Canaán y estos volvieron con diferentes frutos, entre ellos varios higos. Pero fue en la Grecia clásica donde los higos suponen uno de los alimentos esenciales de su civilización.
Hace miles de años eran famosos los higos que se cosechaban en Mileto, Halicarnaso y otras poblaciones de aquella región del Asia Menor, de la que se consideran originarias las higueras.
Esta fruta también fue el manjar predilecto de Platón, de hecho se le conoce como la fruta de los filósofos. Galeno los aconsejaba a los atletas e Hipócrates los usaba para combatir los estados febriles. Por su parte, los bereberes los consideran un símbolo de fecundidad y resurrección.
Los higos, cuyo nombre científico es “Ficus Carica”, son una fruta típicamente mediterránea que durante siglos ha sido muy apreciada por diferentes culturas.
Se pueden tomar frescos o secos y poseen propiedades nutritivas que los hacen indispensables en dietas de niños, deportistas y mujeres embarazadas.
Siempre se ha dicho que dan mucho juego en la cocina y pueden utilizarse como un ingrediente exótico en salsas. Resulta un excelente acompañamiento para cualquier tipo de carne asada o de caza. Su combinación con el cerdo y el pato resulta perfecta. Como postre, se pueden tomar solos o en preparaciones más sofisticadas.
El fruto fresco está compuesto por un 80% de agua y un 12% de azúcar. Una vez seco, estas proporciones varían fuertemente a menos de un 20% y más de un 48%, respectivamente. Sus características nutricionales se potencian una vez secos.
Como el olivo, la higuera es un árbol bíblico citado repetidamente en las Sagradas Escrituras. También se menciona este árbol y sus frutos en los jeroglíficos egipcios.
Plinio el Viejo, en su "Historia Natural" escrita hace dos mil años, describe 29 variedades de higos. Actualmente son cerca de 600 las variedades que se conocen.
Se trata de árbol mediano, de hojas ásperas. Una vez plantado, tarda unos 5 años en entrar en producción y su longevidad supera los 100 años. Es un tipo de árbol que crece en zonas de escasez hídrica y salinidad.
Algunas higueras cultivadas producen dos cosechas, una de brevas en primavera, de mayor tamaño, y otra de higos en otoño.
El higo es color verde, púrpura o azulado y de tamaño variable. Requiere un clima templado, no soporta bien las temperaturas bajas, aunque si aguanta períodos largos de sequía.
Existen alrededor 600 variedades de higos. La estación de más producción es el verano. Las principales variedades son:
KADOTA, ADRIATIC, CALIMYRNA Y MISSION.
California y Turquía son los principales productores.
MUY SALUDABLE.
El higo maduro es muy digestivo porque contiene una sustancia especial llamada Cradina. Tanto secos como frescos, los higos son un excelente tónico para las personas que realizan esfuerzos físicos o intelectuales. Este fruto contiene también cantidades variables de ácido cítrico, málico y acético. Poseen una cantidad de azúcar superior al resto de las frutas, de ahí que su valor calórico sea muy parecido al del plátano o la uva. Es pobre en grasas y en proteínas, pero rico en agua, minerales y fibra.
También es un buen emoliente, un suave laxante, un buen diurético y un excelente pectoral.
SABER RECONOCER LOS BUENOS.
Su piel puede ser verde, blanca o morada pero, para saber distinguir si está en su punto de madurez, popularmente se dice que, debe tener el cuello del ahorcado, ropa de pobre y ojo de viuda. Esto quiere decir que el rabo del fruto debe estar seco, la piel arrugada y al abrirlo debe desprender una lágrima de almíbar.
Es un fruto claramente estacional debido a la naturaleza silvestre de la higuera. Aunque perduran hasta bien entrado el mes de octubre, los mejores son los de septiembre.
“Que ásperas son tus hojas”, ¡Que dulce y sabroso el fruto! “
Y tu amor tan absoluto, que dos cosechas arrojas”….
Los árabes, sensuales y comodones, conocieron la delicia de nuestras huertas, el frescor de nuestras aguas, la dulzura de vivir y soñar aquí… ellos nos dejaron dos cosas muy notables: las primeras plantas de la higuera este árbol que arroja dos cosechas y que nos da merecida fama y un nombre, un topónimo misterioso “Aznaitín” voz árabe que significa “Fortaleza de La Higuera”
(Don Mariano Sáez Gámez)
LA HIGUERA Y SUS FRUTOS
BREVAS.
Poseen gran cantidad de agua y son ricas en hidratos de carbono (sacarosa, glucosa, fructosa), por lo que su valor calórico es elevado.
Destaca su riqueza en fibra; que mejora el tránsito intestinal, ácidos orgánicos y minerales como el potasio, el magnesio y el calcio, este último de peor aprovechamiento que el que procede de los lácteos u otros alimentos que son buena fuente de dicho mineral.
En cuanto a otros nutrientes, contienen una cantidad moderada de provitamina A, de acción antioxidante. Este nutriente se transforma en vitamina A en nuestro organismo conforme éste lo necesita. Dicha vitamina es esencial para la visión, el buen estado de la piel, el cabello, las mucosas, los huesos y para el buen funcionamiento del sistema inmunológico, además de tener propiedades antioxidantes.
El potasio es necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso, para la actividad muscular normal e interviene en el equilibrio de agua dentro y fuera de la célula.
El magnesio se relaciona con el funcionamiento de intestino, nervios y músculos, forma parte de huesos y dientes, mejora la inmunidad y posee un suave efecto laxante
HIGOS, UNA FRUTA CON MUCHA HISTORIA.
Su origen se remonta a siglos antes de Cristo e incluso fueron considerados como manjares en la época de la Grecia Clásica.
Ya en el mismo Génesis de la Biblia, se narra cómo Moisés mandó a unos exploradores a reconocer la tierra de Canaán y estos volvieron con diferentes frutos, entre ellos varios higos. Pero fue en la Grecia clásica donde los higos suponen uno de los alimentos esenciales de su civilización.
Hace miles de años eran famosos los higos que se cosechaban en Mileto, Halicarnaso y otras poblaciones de aquella región del Asia Menor, de la que se consideran originarias las higueras.
Esta fruta también fue el manjar predilecto de Platón, de hecho se le conoce como la fruta de los filósofos. Galeno los aconsejaba a los atletas e Hipócrates los usaba para combatir los estados febriles. Por su parte, los bereberes los consideran un símbolo de fecundidad y resurrección.
Los higos, cuyo nombre científico es “Ficus Carica”, son una fruta típicamente mediterránea que durante siglos ha sido muy apreciada por diferentes culturas.
Se pueden tomar frescos o secos y poseen propiedades nutritivas que los hacen indispensables en dietas de niños, deportistas y mujeres embarazadas.
Siempre se ha dicho que dan mucho juego en la cocina y pueden utilizarse como un ingrediente exótico en salsas. Resulta un excelente acompañamiento para cualquier tipo de carne asada o de caza. Su combinación con el cerdo y el pato resulta perfecta. Como postre, se pueden tomar solos o en preparaciones más sofisticadas.
El fruto fresco está compuesto por un 80% de agua y un 12% de azúcar. Una vez seco, estas proporciones varían fuertemente a menos de un 20% y más de un 48%, respectivamente. Sus características nutricionales se potencian una vez secos.
Como el olivo, la higuera es un árbol bíblico citado repetidamente en las Sagradas Escrituras. También se menciona este árbol y sus frutos en los jeroglíficos egipcios.
Plinio el Viejo, en su "Historia Natural" escrita hace dos mil años, describe 29 variedades de higos. Actualmente son cerca de 600 las variedades que se conocen.
Se trata de árbol mediano, de hojas ásperas. Una vez plantado, tarda unos 5 años en entrar en producción y su longevidad supera los 100 años. Es un tipo de árbol que crece en zonas de escasez hídrica y salinidad.
Algunas higueras cultivadas producen dos cosechas, una de brevas en primavera, de mayor tamaño, y otra de higos en otoño.
El higo es color verde, púrpura o azulado y de tamaño variable. Requiere un clima templado, no soporta bien las temperaturas bajas, aunque si aguanta períodos largos de sequía.
Existen alrededor 600 variedades de higos. La estación de más producción es el verano. Las principales variedades son:
KADOTA, ADRIATIC, CALIMYRNA Y MISSION.
California y Turquía son los principales productores.
MUY SALUDABLE.
El higo maduro es muy digestivo porque contiene una sustancia especial llamada Cradina. Tanto secos como frescos, los higos son un excelente tónico para las personas que realizan esfuerzos físicos o intelectuales. Este fruto contiene también cantidades variables de ácido cítrico, málico y acético. Poseen una cantidad de azúcar superior al resto de las frutas, de ahí que su valor calórico sea muy parecido al del plátano o la uva. Es pobre en grasas y en proteínas, pero rico en agua, minerales y fibra.
También es un buen emoliente, un suave laxante, un buen diurético y un excelente pectoral.
SABER RECONOCER LOS BUENOS.
Su piel puede ser verde, blanca o morada pero, para saber distinguir si está en su punto de madurez, popularmente se dice que, debe tener el cuello del ahorcado, ropa de pobre y ojo de viuda. Esto quiere decir que el rabo del fruto debe estar seco, la piel arrugada y al abrirlo debe desprender una lágrima de almíbar.
Es un fruto claramente estacional debido a la naturaleza silvestre de la higuera. Aunque perduran hasta bien entrado el mes de octubre, los mejores son los de septiembre.