templo de la verdad es el que miras
no desoigas la voz del que te advierte
que todo es ilusión menos la muerte
no desoigas la voz del que te advierte
que todo es ilusión menos la muerte
Y esa sombra que se proyecta, ¡Recuerda, está esperando, que tarde en llegar!
Aquí no entra ni Dios, ¿Estais zullaos?
Observo esa sombra y se me asemeja una pareja estrechamente abrazada: la mujer a la izquierda, por el detalle del cabello y como si tuviese una mano colocada en el hombro del hombre que, obviamente, sería el de la derecha ¿yo estoy loca o a alguien también encuentra ese parecido?;
Pero es verdad que volando la imaginación tiene cierto parecido, pero bien es verdad que aún siendo pareja, en el sitio donde están y la espiritualidad que emanan, ¡Dios mío dejame todavía un poquito en la tierra!