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CAÑA.
Sin duda, la Caña es uno de los cantes más difíciles de interpretar y de más pura y antigua categoría jonda. Serafín Estébanez Calderón la calificó como la <<venerable madre de la que proceden todos los demás cantes flamencos>>.
Al hablar de la Caña, hay que hacer referencia, lógicamente, del Polo, ya que la diferencia sólo pueden apreciarla quienes entiendan y conozcan a fondo el cante flamenco. Hay una pequeña diferencia melódica en sus tercios entre el Polo y la Caña. Por esta causa se ha considerado la Caña como hermana del Polo. Hay quien piensa que su nombre procede del estribillo de una de sus letras primitivas; otros creen que de la antigua costumbre de entonar canciones en honor de las cañas de vino, surgió este apelativo.
Tanto la Caña como el Polo se acostumbran a bailar. Llevan el mismo compás que las Soleares.
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CAÑA.
Sin duda, la Caña es uno de los cantes más difíciles de interpretar y de más pura y antigua categoría jonda. Serafín Estébanez Calderón la calificó como la <<venerable madre de la que proceden todos los demás cantes flamencos>>.
Al hablar de la Caña, hay que hacer referencia, lógicamente, del Polo, ya que la diferencia sólo pueden apreciarla quienes entiendan y conozcan a fondo el cante flamenco. Hay una pequeña diferencia melódica en sus tercios entre el Polo y la Caña. Por esta causa se ha considerado la Caña como hermana del Polo. Hay quien piensa que su nombre procede del estribillo de una de sus letras primitivas; otros creen que de la antigua costumbre de entonar canciones en honor de las cañas de vino, surgió este apelativo.
Tanto la Caña como el Polo se acostumbran a bailar. Llevan el mismo compás que las Soleares.
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