Con una tarde así, lo único que te entran ganas es de irte a la cama ¿o no?
Con un clima así, un chocolate bien calentito no caería mal; por el contrario, yo tengo a mi lado un vaso de jugo de caña, que con tanto hielo picadito que le he puesto, más bien parece una horchata. No creo que les apetezca, pero si alguien se anima, ahí tengo una jarra llena.