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SOLEARES.
La palabra <<soleá>> es una forma abreviada de soledad; <<Soleares>> es una pluralización impropia de soledad. Las soleares han sido llamadas y descritas como la <<Madre del cante>>.
La soleá, como otros muchos cantes, nació para acompañar al baile de su nombre. La soleá o soleares bailables proceden -según tradición oral- de los antiguos jaleos, antigua danza que se interpretaba en la provincia de Cádiz; estos jaleos estaban emparentados con los primitivos aires moriscos. Del cante que complementaba este baile surgieron, por sus contactos con el flamenco, los iniciales estilos de soleares.
Lo que sí es cierto es que en el cante <<por soleá>>, están contenidos la mayor parte de los cantes flamencos. Por ello, se dice que la soleá es la <<columna vertebral del cante flamenco>>.
Desde el punto de vista literario, las soleares aparecen en estrofas de tres o cuatro versos de ocho sílabas. Hay quien hace la distinción siguiente:
a) Soleá Grande: estrofa de cuatro versos, ocho sílabas.
b) Soleá Corta: estrofa de tres versos, ocho sílabas.
c) Soleariya: estrofa de tres versos, el primero de tres o cuatro sílabas.
Los estilos más memorables de soleares son los de Triana, Cádiz y Jerez. Las de Córdoba son una derivación de las de Triana; los estilos definidos son los de Antonio/Curro Frijones, Mercedes la Sarneta, Enrique el Mellizo y Joaquín el de la Paula.
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SOLEARES.
La palabra <<soleá>> es una forma abreviada de soledad; <<Soleares>> es una pluralización impropia de soledad. Las soleares han sido llamadas y descritas como la <<Madre del cante>>.
La soleá, como otros muchos cantes, nació para acompañar al baile de su nombre. La soleá o soleares bailables proceden -según tradición oral- de los antiguos jaleos, antigua danza que se interpretaba en la provincia de Cádiz; estos jaleos estaban emparentados con los primitivos aires moriscos. Del cante que complementaba este baile surgieron, por sus contactos con el flamenco, los iniciales estilos de soleares.
Lo que sí es cierto es que en el cante <<por soleá>>, están contenidos la mayor parte de los cantes flamencos. Por ello, se dice que la soleá es la <<columna vertebral del cante flamenco>>.
Desde el punto de vista literario, las soleares aparecen en estrofas de tres o cuatro versos de ocho sílabas. Hay quien hace la distinción siguiente:
a) Soleá Grande: estrofa de cuatro versos, ocho sílabas.
b) Soleá Corta: estrofa de tres versos, ocho sílabas.
c) Soleariya: estrofa de tres versos, el primero de tres o cuatro sílabas.
Los estilos más memorables de soleares son los de Triana, Cádiz y Jerez. Las de Córdoba son una derivación de las de Triana; los estilos definidos son los de Antonio/Curro Frijones, Mercedes la Sarneta, Enrique el Mellizo y Joaquín el de la Paula.
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