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JIMENA: Hola Mariano, ¡cómo me gustan tus escritos!; tienen...

Cosas de Mi Pueblo
Ultima semana del año, ha pasado la Nochebuena y recuerdo aquella mañana cuando todavía no había amanecido y nuestra Madre que ya llevaba un buen rato preparando la talega para Ella, la capacha para mi Padre, la ropa limpia para Mi y Mis hermanos y que previamente había, encendido la lumbre para dar un poco de calor a la habitación mas caliente de la casa, que a la vez serviría para secar las chaquetas las enaguas las medias o calcetines que casi todos los días venían mojados o al menos húmedos en esta lumbre también puestas las trébedes y con un poco de aceite en la sartén nos harían unos picatostes que mojaditos en agua con un poco de azúcar era parte muy importante de nuestros desayunos.
Como recuerdo el ajetreo de Nuestras Madres sobre todo aquellas que antes de salir camino del Tajo previamente tenían que llevar a sus hijos a casa de sus Abuelos, algún familiar mayor, o alguna persona mayor que cobraba unas pesetillas por tenernos. Yo recuerdo como Mi Madre llevaba a Mi hermana a la casa de Alejandra la Mujer de Salvador Patillas y a Mi y a Mi hermano a la Posa de Mi Tía Manuela puesto que teníamos que ir a la escuela y ya se nos consideraba mayorcillos.
Nos sentaba a Mi hermano y a Mi junto aquella inmensa lumbre donde siempre estaba llena de ollas y pucheros para atendar las necesidades de la familia y de los huéspedes que se alojaban, y como no acordarme de los trozos de pan con tocino o chorizo que nos daba para almorzar antes de ir a la escuela, tengo un recuerdo muy cariñoso hacia Ella por lo bien que se portaba con nosotros y sobre todo porque a pesar de mi corta edad, podía apreciar como se querían aquellas dos primas hermanas llamadas Manuelas por la misma abuela y que de pequeñas se habían criado juntas.
Tengo en mi memoria y no tendría mas de diez añitos ver salir a Mi Madre con la esportilla llena de ropa y la talega, con sus vestimentas negras incluido el pañuelo que unas veces era para abrigarse y otras por llevar riguroso luto de algún familiar fallecido, aquella Madres que todavía no habían cumplido los cuarenta y parecían señoras de muchos mas, por esas costumbres de aquella época que les toco vivir, afortunadamente muchas como Mi Madre la inmigración les permitió tener una vida un poco mas sosegada tanto en lo personal como en lo económico, pero jamás olvidaron ni sus raíces ni sus familias, ni su querido Pueblo pues en el dejaban parte se su vida y muchos de sus seres mas queridos.
Mientras llegábamos a la Posa me viene a la memoria el ir y venir de yuntas de mulos con su serones cargados de capachos, mantones, sacos, espuertas de recoger y espuertas de cuartilla, en algunos casos la criba, cuanto borrico con su propietario@ montadas encima porque quizá iban algún Tajo un poco lejos o simplemente porque ya eran mayores y había que guardar fuerzas para echar el jornal, cuadrillas de mocicos y mocicas, de familiares amigos o vecinos o simplemente paisanos, o como se diría ahora compañeros de fatigas, si el día había salido raso aunque hubiera helazo se palpaba la alegría de aquellas gentes charlando o comiendo un poquillo de pan con alguna nuez o unos higos secos o quizá una naranja cualquier cosa se echaba a la boca mientras llegaban cada uno a su lugar de cita diaria el Tajo.
También a pesar de la corta edad que teníamos algún día que no había escuela nos llevaban a coger la poquilla que teníamos, ese día era muy especial, de inmensa alegría pues nos parecía que hacíamos algo importante y a la noche nos reportaría alguna pesetilla para ir a Calabuch o el ratillo cuando se paraba a comer donde la Madre nos habría echao en la talega o capacha alguna garguceria como Ellas nos decían, una roajilla de salchichón o de chorizo Pamplonica o un trocillo de queso manchego era para nosotros algo con el que soñábamos mas de una vez, sobre todo cuando íbamos a la tienda de Paquito Damian o Antonia la Seca y los veíamos colgados.
Con que pocas cosa nos sentíamos satisfechos y felices aquellos niños y niñas hoy las cosas han cambiado afortunadamente, pero hay cosas que se añoran sobre todo creo Yo desde mi humilde entender las afectivas estas han cambiado bastante.
Lo dejo aquí `para no aburriros.
Continuare…
Un saludo.
M. Nieto de M. Rasca.

Hola Mariano, ¡cómo me gustan tus escritos!; tienen la magia de transportarme a esa época que describes de forma sencilla, pero divinamente emotiva. Espero que lo estés pasando bien en compañía de tu seres queridos. No sé si lograste oirme en la radio, tal parece que sacaron la llamada al aire; me emocioné tanto al oirla por internet, que no pude contener las ganas de llamar, por momentos me sentí que estaba muy cerquita de mi querido pueblo y de su gente. Un abrazo
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Gracias Ana, no pude oírte no consigo escucharla en Mi ordenador me lo formatearon y creo que algo ocurre, espero que venga el que me lo formateo y me los vuelva a restablecer o quizá es que en Pamplona no se oye por alguna razón.
Estamos bien y me alegro que vosotros también por lo que leo en tu participación en el foro.
Saludos.
Mariano.
Pues que sepais que cuesta sangre, sudor y lágrimas llegar a conseguirlo, hay muchos contratiempos, y sobre todo faltan profesionales, los amateur hacemos todo lo que podemos, pero a veces es muy poco para poderos complacer, en el grado que lo conseguimos nos haceis mas felices pero es tan difícil.
Y encima te enchufan con las altas esferas, ni mas ni menos que al habla con la Sra. Alcaldesa.