Zapatos en el balcón.
Con los años uno va perdiendo la inocencia y deja de creer en muchas cosas, pero entre las pocas en las que todavia creo... creo en los Reyes Magos.
Y es que se suele decir que uno cree en lo que ve... y yo vi a los Reyes Magos... era yo muy niña y subí a casa de mis abuelos, en la carretera alta, para recoger mi regalo de Reyes, mi tio Manolo me dijo: ¿No has visto a los Reyes?... han pasado ahora mismo, están en el pilar de "La Estrella" dándole agua a los camellos, yo sali corriendo... a esa hora la gente venía de la aceituna y el pilar era un hervidero de bestias, borricos, mulos, caballos... y entre aquel tropel de patas de animales, yo vi claramente las patas de los camellos, y antes de alzar mi vista para ver a los Reyes, como en un relampago, vi sus capas y sus coronas, y como los vi... creo.
Cada año pongo mis zapatos delante del balcón, y aunque a veces parezcan vacios, siempre están llenos de polvo de estrellas que me regalan los Reyes...
Y asi la rutina, lo cotidiano, lo sencillo... un poquito de polvo de estrellas... se convierte en algo magico.
Con los años uno va perdiendo la inocencia y deja de creer en muchas cosas, pero entre las pocas en las que todavia creo... creo en los Reyes Magos.
Y es que se suele decir que uno cree en lo que ve... y yo vi a los Reyes Magos... era yo muy niña y subí a casa de mis abuelos, en la carretera alta, para recoger mi regalo de Reyes, mi tio Manolo me dijo: ¿No has visto a los Reyes?... han pasado ahora mismo, están en el pilar de "La Estrella" dándole agua a los camellos, yo sali corriendo... a esa hora la gente venía de la aceituna y el pilar era un hervidero de bestias, borricos, mulos, caballos... y entre aquel tropel de patas de animales, yo vi claramente las patas de los camellos, y antes de alzar mi vista para ver a los Reyes, como en un relampago, vi sus capas y sus coronas, y como los vi... creo.
Cada año pongo mis zapatos delante del balcón, y aunque a veces parezcan vacios, siempre están llenos de polvo de estrellas que me regalan los Reyes...
Y asi la rutina, lo cotidiano, lo sencillo... un poquito de polvo de estrellas... se convierte en algo magico.