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JIMENA: conmovedor relato....

El viernes pasado, cuatro, se celebraba el día mundial contar el cáncer, por ese motivo hubo un concierto, benéfico, en Madrid, para recaudar fondos para luchar contra ese mal.
Me imagino que ya tod@s sabréis que cantó LUZ CASAL, la cual sabía de que iba la cosa, por segunda vez le han detectado un cáncer de mama, por lo que evidentemente, este concierto iba en contra de todos los tipos de cáncer pero sobre todo, por el de mama.
Dicen las crónicas que asistimos siete mil personas, yo creía que éramos seis mil novecientas noventa y nueve mujeres y un servidor, bueno algún otro varón había.
Ha sido el recital más emocionante al que he asistido, y han sido unos cuantos, por el motivo, la cantante y sobre todo el público.
Las seis mil novecientas noventa y nueve mujeres que asistieron era impresionante verlas, de edades imprecisas, no sabrías decir que edad tenían, las jóvenes eran muy jóvenes y las que no también lo parecían, de lo que bailaban, de lo felices que se les veía, algunas llevaban ropas de sus hijas, de sus nietas diría yo, estaba claro que no era por lucirse o quitarse años, sino era una forma de demostrar que aún estaban vivas, y bien vivas, bailaban sobre pasillos inexistentes, con tacones impresionantes, yo pensaba que alguna se escoñaba, pero no, afortunadamente solo se cansaron.
La cantante, Luz Casal, le ha atacado el bicho dos veces, pero estuvo portentosa, físicamente no comprendo como una persona de su edad, la misma que la mía, se podía mover así y tanto, la voz impresionante, yo creo que jamás ha cantado con esas ganas, quizás fuese el motivo, y el publico que se lo merecía, a pesar de lo que ha pasado cantó una canción, conocida por todo el mundo, de Violeta Parra, que se llama GRACIAS A LA VIDA, tiene bemoles, pero estaba claro que lo importante es que podía estar allí, como ella dijo como tantas de las asistentes con el mismo mal.
El escenario, parecía sacado de una novela, se llama Madrid ARENA, parecía un ring de boxeo o, mejor aún, un coliseo romano en el que los gladiadores eran “ glorius femeninus hermosus” armadas de un escudo, de esperanza, y de una espada de fe, y enfrente, el “ bichus cabronus cancerigenus” armado del tridente de la maldad.
Es terrible que este mal esté en una sociedad en el siglo XXI, 21 para los que no lo recuerden, parece mentira que lo que nos da el alimento de la vida a ellas las mata, y es que actualmente se gastan, todos los gobiernos del mundo, mas dinero en investigación militar que en investigación en medicina, tenemos bombas que se pueden dirigir contra objetivos, o personas, un suponer, rubias o morenas altas o bajas, gruesas o delgadas, y no sabemos como atajar este mal.
Esperemos que dentro de diez años mi hija, nuestros hijos, no tengan que asistir a más espectáculos como este, señal de que el mal ha pasado.
Tdo@s lo agradeceremos.
Un saludo.
Pedro.

conmovedor relato.
lo malo del cáncer es que es una enfermedad, en mi opinión, traicionera, a veces no muestra síntomas concretos... si lo descubren al comienzo es curable.