Hola Juán, cuando hablas del sonido de los cencerros de las
ovejas, me hiciste evocar las veces que mi abuelo Manuel, mis tíos Bartolomé y Juanito, se acercaban a los
corrales..., cómo se oían aquella manada de ovejas cuando entraban a la
calle. Seguramente debes recordar de que calle te hablo: la calle Cerrillo, pero ya a la salida para Cánava. ¡Qué tiempos!