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JIMENA: Caer, caen rápido, levantarlos ¡no seamos ilusos!

La causa de los tres comentarios anteriores creo que es "palpable", ¿a quien le hacía daño esta "joya de la naturaleza"?. La verdad es que ya no está, ahora habrá mil razones, aunque yo creo que ninguna llegará a convencerme.

Quizás, estorbaba. No lo creo.
Quizás las raices se metieran en la cochera de alguno.
Quizás, algún sabio de la construcción y urbanización, de forma autónoma o mandado, tomara la decisión, quizás...
A este álamo negro lo alcanzó un rayo, según me contó Diego "el Barbero", q. e. p. d.; cuando una culebrilla impactó en la fachada de su casa y buscó la salida por la ventana de atrás hasta darle de lleno al árbol. Él se previno subiéndose al sillón ¿de baquelita? de peluquero. Parece ser, que ese punto de la carretera alta, por la posición, corrientes de aire... atrae a los rayos.

Vale, no deja de ser una de las mil razones que se van a esgrimir, pero hay algo tan especial en la serie de fotos que le hice hace muy poquito tiempo, que no me van a convencer, con una fuerte solería no romperían las raices el suelo de la cochera, rayos suelen caer, pero nunca en el mismo sitio, que se pueda comprobar, pero manos que destrocen estos ejemplares si están a la orden del día, y dije que mil razones me dariais pero que iba a ser muy dificil convencerme, aunque eso poco importe, ¡al fin y al cabo ya no está y ése no se volverá a recuperar!

En ese roal de 40 m. han caído dos.
Yo tampoco lo entiendo, aunque doctores...
Por muy viejos y enmaderados que estén, reverdecen. Siempre.

Caer, caen rápido, levantarlos ¡no seamos ilusos!