Comentando a Antonio Machado
Alumnos de bachillerato del IES de Viladecavalls comentan los poemas de Antonio Machado.
El texto que vamos a comentar es un poema incluido en Campos de Castilla, una de sus obras más importantes (o la que más). En esta obra, el paisaje castellano se identifica con la amada del poeta, Leonor; ella siempre está presente en el paisaje, pero también las gentes de Castilla, el atraso cultural y el abandono de las tierras le devuelven a la realidad y a la decadencia del país. Este tema es muy característico de la época a la que pertenece, la de la Generación del 98 y el Modernismo, un grupo de escritores preocupados por la realidad de España que intentan dar soluciones a través de sus escritos. Pero este poema en concreto trata un tema diferente, más cercano a las raíces andaluzas del poeta: una saeta popular sirve a Machado para reivindicar su idea de Jesús y de la religión, que nada tienen que ver con la oficial. El poeta no quiere cantar al Jesús crucificado, símbolo del sufrimiento y el martirio, sino al que anduvo en la mar, una imagen que evoca mucho más la libertad. En cuanto al estilo, vamos a analizar en primer lugar la métrica del poema: las estrofas son redondillas de versos octosílabos que riman de forma consonante: 8abba. La primera es diferente, porque imita la poesía popular, por lo que su rima es asonante y su estructura de cuarteta: 8-a-a. En cuanto a los recursos literarios, encontramos los siguientes:
Personificación de: pueblo andaluz que pide escaleras (vs 9-11) y tierra mía que echa flores (vs. 13 y 14)
En general se puede decir que el poema presenta un lenguaje muy sencillo y fácil de entender, pero que tiene una gran profundidad de contenido. Podemos concluir, pues, que el poema analizado es un magnífico ejemplo de la poesía de Machado, uno de los principales autores del primer tercio del siglo XX, cuya poesía influirá decisivamente en los poetas posteriores (del 27) y que sigue siendo uno de los más leídos hoy día.
Alumnos de bachillerato del IES de Viladecavalls comentan los poemas de Antonio Machado.
El texto que vamos a comentar es un poema incluido en Campos de Castilla, una de sus obras más importantes (o la que más). En esta obra, el paisaje castellano se identifica con la amada del poeta, Leonor; ella siempre está presente en el paisaje, pero también las gentes de Castilla, el atraso cultural y el abandono de las tierras le devuelven a la realidad y a la decadencia del país. Este tema es muy característico de la época a la que pertenece, la de la Generación del 98 y el Modernismo, un grupo de escritores preocupados por la realidad de España que intentan dar soluciones a través de sus escritos. Pero este poema en concreto trata un tema diferente, más cercano a las raíces andaluzas del poeta: una saeta popular sirve a Machado para reivindicar su idea de Jesús y de la religión, que nada tienen que ver con la oficial. El poeta no quiere cantar al Jesús crucificado, símbolo del sufrimiento y el martirio, sino al que anduvo en la mar, una imagen que evoca mucho más la libertad. En cuanto al estilo, vamos a analizar en primer lugar la métrica del poema: las estrofas son redondillas de versos octosílabos que riman de forma consonante: 8abba. La primera es diferente, porque imita la poesía popular, por lo que su rima es asonante y su estructura de cuarteta: 8-a-a. En cuanto a los recursos literarios, encontramos los siguientes:
Personificación de: pueblo andaluz que pide escaleras (vs 9-11) y tierra mía que echa flores (vs. 13 y 14)
En general se puede decir que el poema presenta un lenguaje muy sencillo y fácil de entender, pero que tiene una gran profundidad de contenido. Podemos concluir, pues, que el poema analizado es un magnífico ejemplo de la poesía de Machado, uno de los principales autores del primer tercio del siglo XX, cuya poesía influirá decisivamente en los poetas posteriores (del 27) y que sigue siendo uno de los más leídos hoy día.