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Cosas de Mi Pueblo.
Voy a dar marcha atrás al reloj y me voy a la primavera de uno de esos últimos años vividos en Mi Pueblo y empiezo a recordar como un día vemos llegar a nuestro Pueblo gentes de la comunidad Murciana que vienen a recoger aquellas ciruelas Claudias que en aquellos tiempos llenaban parte de las lindes de las huertas de nuestro Pueblo y que muchos muchachos a las noches visitábamos a ver si dormían unos cuantos pajarillos y linterna en ristre y escopeta de perdigones de aquellas marca Nórica que vendía Andrés El Zopo y que aun la conservo en casa de Mi Madre nos veníamos con alguna docena de estos pajarillos.
Estos como tapa estaba muy arraigada en los bares de Jimena yo diría que era la tapa mas apreciada (Ojo esto, hoy, seguro que nos costaba un buen disgusto pero entonces era algo permitido o al menos hacían la vista gorda las autoridades competentes).
Recuerdo aquellas gentes de Murcia con sus cestas atadas a la cintura ciruelo pa rriba ciruelo pa bajo hasta que no quedaba una, era una novedad para nuestros hortelanos acostumbrados a coger algún día una cesta o verlas como se caían al suelo y luego el cochino daría buena cuenta de ellas, pero aquel año era toda una novedad a quel despunte de productividad en nuestras huertas que dejaban unos cuantos durillos en los bolsillos de aquellos honraos hortelanos
También recuerdo en esas época de aquel año cuando la noche anterior se corría la voz por medio de Juanico el cordelero de que venía un camión de no se donde a por una carga de albarillos, esa mañana todo el mundo a madrugar preparados para poder llevar unas cuantas cajas y al igual que las ciruelas poder sacar algún durillo que bien vendría para hacer alguna comprilla extra o pagar a Sebastianito el del sello, o alguna pequeña deuda en casa de Paco López o Paquito el de Damian.
Bueno así iba pasando la mañana con un ir y venir de mulos borricos incluso hombres con las cajas al hombro, hasta llenar a aquel camión de ese manjar de nuestra huertas por cierto casi siempre al igual que hoy mal pagados, para eso están los intermediarios para llevarse el sudor de nuestros hortelanos, injusticia pura y dura pero que sigue igual, alrededor de todo aquello recuerdo a dos paisanos que de alguna manera siempre estaban relacionados con aquellas mercancías que iban y venían a nuestro pueblo eran Juanico y su Mujer la Cordelera, no se muy bien su labor, pero si recuerdo que algo tenían que ver con todo lo relacionado con las mercancías que llegaban o se iban de nuestro Pueblo, lo mismo pasaba cuándo llegaban los camiones de vino de Valdepeñas ellos se encargaban de bajar la cubas por aquellos dos palos rodando hasta dejarlas debidamente alineadas en la plaza y posteriormente se llevarían a casa de Lorenzo Ramirón, a casa de Santos y demás taberneros.
Claro como siempre en nuestro Pueblo, este día había sido un buen motivo para echar una liguilla de mediodía, cosa esta no habitual para la mayoría de los que salían al campo, esto no quiere decir que cuando llegaba esta hora cada uno en su casa no se echara un traguillo de blanco de valdepeñas y una aceituna o raspa de bacalao, pescado este que en nuestro pueblo se comía de muchas maneras yo recuerdo cuando mi Madre lo hacia enharinado frito, era un manjar o cuando lo desmigaba si había sobrado alguna tajailla en los huevos fritos, vamos para chuparse los dedos mojando sopas, hasta la piel cuando la asábamos en la lumbre estaba buena.
Fijaros bien que al hilo del bacalao y un poco antes de la temporada de los albarillos venia todos los años una tradición primaveral también muy de nuestra huertas, las famosas y ricas habas frescas, quien de nosotros no terminaba un poco harto de tanta haba y además de los cosechones que se daban, al principio los canutos para el potaje luego una noche si otra no pa la cena si no al mediodía, en sobreasada o no se como, pero que salíamos de habas un poco hartos porque además luego una vez secas también nos tocaba descoronarlas vamos que se dejaban ver durante medio año, en cualquier caso me siguen gustando pero creo que las como y no me saben igual.
Recuerdo la Primavera como una de las estaciones mas bonitas del clima de nuestro Pueblo podríamos enumerar un montón de vivencias preciosas, os acordáis de las violetas como se cogían en ramitos y que olor echaban, era una época de buenas sensaciones dos grandes fiestas La Ascensión y el Corpus (algún día are un recorrido por estas fiestas), tampoco quiero olvidarme del día la Cruz y los tíos de Ricia y por supuesto de los que nacimos en este mes de Mayo de mi quinta nacimos unos cuantos. Seba el Sastre, Miguel El Perdigón, Manolo Lloren, Cati la Chamorro, Fernando Muela, Fernando Montiel”Noli”, el que escribe y algún otro que seguro me dejo en definitiva pongamos como dice la canción que hablo del mes de mayo o mes de las flores mes de los Géminis como es lógico a este mes es especial para Mi.
Hasta la Próxima.
M. Nieto de M. Rasca.
Voy a dar marcha atrás al reloj y me voy a la primavera de uno de esos últimos años vividos en Mi Pueblo y empiezo a recordar como un día vemos llegar a nuestro Pueblo gentes de la comunidad Murciana que vienen a recoger aquellas ciruelas Claudias que en aquellos tiempos llenaban parte de las lindes de las huertas de nuestro Pueblo y que muchos muchachos a las noches visitábamos a ver si dormían unos cuantos pajarillos y linterna en ristre y escopeta de perdigones de aquellas marca Nórica que vendía Andrés El Zopo y que aun la conservo en casa de Mi Madre nos veníamos con alguna docena de estos pajarillos.
Estos como tapa estaba muy arraigada en los bares de Jimena yo diría que era la tapa mas apreciada (Ojo esto, hoy, seguro que nos costaba un buen disgusto pero entonces era algo permitido o al menos hacían la vista gorda las autoridades competentes).
Recuerdo aquellas gentes de Murcia con sus cestas atadas a la cintura ciruelo pa rriba ciruelo pa bajo hasta que no quedaba una, era una novedad para nuestros hortelanos acostumbrados a coger algún día una cesta o verlas como se caían al suelo y luego el cochino daría buena cuenta de ellas, pero aquel año era toda una novedad a quel despunte de productividad en nuestras huertas que dejaban unos cuantos durillos en los bolsillos de aquellos honraos hortelanos
También recuerdo en esas época de aquel año cuando la noche anterior se corría la voz por medio de Juanico el cordelero de que venía un camión de no se donde a por una carga de albarillos, esa mañana todo el mundo a madrugar preparados para poder llevar unas cuantas cajas y al igual que las ciruelas poder sacar algún durillo que bien vendría para hacer alguna comprilla extra o pagar a Sebastianito el del sello, o alguna pequeña deuda en casa de Paco López o Paquito el de Damian.
Bueno así iba pasando la mañana con un ir y venir de mulos borricos incluso hombres con las cajas al hombro, hasta llenar a aquel camión de ese manjar de nuestra huertas por cierto casi siempre al igual que hoy mal pagados, para eso están los intermediarios para llevarse el sudor de nuestros hortelanos, injusticia pura y dura pero que sigue igual, alrededor de todo aquello recuerdo a dos paisanos que de alguna manera siempre estaban relacionados con aquellas mercancías que iban y venían a nuestro pueblo eran Juanico y su Mujer la Cordelera, no se muy bien su labor, pero si recuerdo que algo tenían que ver con todo lo relacionado con las mercancías que llegaban o se iban de nuestro Pueblo, lo mismo pasaba cuándo llegaban los camiones de vino de Valdepeñas ellos se encargaban de bajar la cubas por aquellos dos palos rodando hasta dejarlas debidamente alineadas en la plaza y posteriormente se llevarían a casa de Lorenzo Ramirón, a casa de Santos y demás taberneros.
Claro como siempre en nuestro Pueblo, este día había sido un buen motivo para echar una liguilla de mediodía, cosa esta no habitual para la mayoría de los que salían al campo, esto no quiere decir que cuando llegaba esta hora cada uno en su casa no se echara un traguillo de blanco de valdepeñas y una aceituna o raspa de bacalao, pescado este que en nuestro pueblo se comía de muchas maneras yo recuerdo cuando mi Madre lo hacia enharinado frito, era un manjar o cuando lo desmigaba si había sobrado alguna tajailla en los huevos fritos, vamos para chuparse los dedos mojando sopas, hasta la piel cuando la asábamos en la lumbre estaba buena.
Fijaros bien que al hilo del bacalao y un poco antes de la temporada de los albarillos venia todos los años una tradición primaveral también muy de nuestra huertas, las famosas y ricas habas frescas, quien de nosotros no terminaba un poco harto de tanta haba y además de los cosechones que se daban, al principio los canutos para el potaje luego una noche si otra no pa la cena si no al mediodía, en sobreasada o no se como, pero que salíamos de habas un poco hartos porque además luego una vez secas también nos tocaba descoronarlas vamos que se dejaban ver durante medio año, en cualquier caso me siguen gustando pero creo que las como y no me saben igual.
Recuerdo la Primavera como una de las estaciones mas bonitas del clima de nuestro Pueblo podríamos enumerar un montón de vivencias preciosas, os acordáis de las violetas como se cogían en ramitos y que olor echaban, era una época de buenas sensaciones dos grandes fiestas La Ascensión y el Corpus (algún día are un recorrido por estas fiestas), tampoco quiero olvidarme del día la Cruz y los tíos de Ricia y por supuesto de los que nacimos en este mes de Mayo de mi quinta nacimos unos cuantos. Seba el Sastre, Miguel El Perdigón, Manolo Lloren, Cati la Chamorro, Fernando Muela, Fernando Montiel”Noli”, el que escribe y algún otro que seguro me dejo en definitiva pongamos como dice la canción que hablo del mes de mayo o mes de las flores mes de los Géminis como es lógico a este mes es especial para Mi.
Hasta la Próxima.
M. Nieto de M. Rasca.