Lástima del deterioro por el "picoteado de la pared", pero creo que merecen un estudio a fondo y en ello pondré lo que pueda de mi parte.
Y de éstas apostaría que la familia, en sí, tiene desconocimiento total de que existieran, pues no llegan a verse a simple vista y mucho menos con las manos de cal que por entonces le daban para mantener la "sala redonda" limpia y despejada como antesala a la (desaparecida) azotea redonda de la Plaza.