HABLANDO SE ENTIENDE LA GENTE
A riesgo de que me ocurra lo que le ocurrió a mi abuela, que Dios tenga en su gloria, ya que meritos hizo por ella y por mil más, me voy a meter donde no me llaman; me explico, mi abuela, mujer pacifica por demás, escucho la discusión que mantenían dos vecinas y salió al momento a poner paz entre ellas, la cosa no salió como ella esperaba y la cosa fue a más, resultado mi abuela con el brazo roto y las vecinas a los dos días amigas como siempre; sesenta días con el brazo en cabestrillo y toda una vida con el hombre del tiempo en el brazo fue el resultado de aquel incidente. Bueno, lo dicho, corro el riesgo y me meto donde no me han llamado, pues veo que dos amigos míos se van a meter en líos por culpa de este nuestro idioma. Doy fe de la calidad humana de Rafael Leiva, no creo que en su ánimo haya estado el insultar o molestar a nadie y doy fe de la buena gente que es Mariano.
Las palabras una vez escritas toman un significado que en muchas ocasiones no es el que queremos darles mientras las pronunciamos. ¿Cuántas veces en esta nuestra Andalucía le hemos llamado a un amigo hijo de….. echándole mano al hombro y sonriendo, sin embargo eso lo haces de forma escrita y se acaba en los tribunales para regocijo de algún abogado.
Amigos Rafael y Mariano, sosegaos que la cosa esta “mu caliente”, y me temo que ninguno de los dos sois personas de rencores.
Ya sabéis aquello de “pelillos a la mar”, pues eso que está empezando el verano y conviene llevar el equipaje ligero que con el calor que hace NO CONVIENE LLEVAR PESO DE MÁS.
Espero que Vds, ambos dos, no se molesten y no me piten los oídos durante estos días, por cierto que de todas formas no los iba a oír con el rumor de estas olas tan fresquitas del Mediterráneo. Un abrazo para los dos.
A riesgo de que me ocurra lo que le ocurrió a mi abuela, que Dios tenga en su gloria, ya que meritos hizo por ella y por mil más, me voy a meter donde no me llaman; me explico, mi abuela, mujer pacifica por demás, escucho la discusión que mantenían dos vecinas y salió al momento a poner paz entre ellas, la cosa no salió como ella esperaba y la cosa fue a más, resultado mi abuela con el brazo roto y las vecinas a los dos días amigas como siempre; sesenta días con el brazo en cabestrillo y toda una vida con el hombre del tiempo en el brazo fue el resultado de aquel incidente. Bueno, lo dicho, corro el riesgo y me meto donde no me han llamado, pues veo que dos amigos míos se van a meter en líos por culpa de este nuestro idioma. Doy fe de la calidad humana de Rafael Leiva, no creo que en su ánimo haya estado el insultar o molestar a nadie y doy fe de la buena gente que es Mariano.
Las palabras una vez escritas toman un significado que en muchas ocasiones no es el que queremos darles mientras las pronunciamos. ¿Cuántas veces en esta nuestra Andalucía le hemos llamado a un amigo hijo de….. echándole mano al hombro y sonriendo, sin embargo eso lo haces de forma escrita y se acaba en los tribunales para regocijo de algún abogado.
Amigos Rafael y Mariano, sosegaos que la cosa esta “mu caliente”, y me temo que ninguno de los dos sois personas de rencores.
Ya sabéis aquello de “pelillos a la mar”, pues eso que está empezando el verano y conviene llevar el equipaje ligero que con el calor que hace NO CONVIENE LLEVAR PESO DE MÁS.
Espero que Vds, ambos dos, no se molesten y no me piten los oídos durante estos días, por cierto que de todas formas no los iba a oír con el rumor de estas olas tan fresquitas del Mediterráneo. Un abrazo para los dos.