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JIMENA: Tu correo Curro Romero,...

Lagartijo

« ¡Mardita sea la vaca que te parió!», dijo Rafael Molina (Lagartijo) cuando vio salir de los chiqueros a Cucharero, de don Anastasio Martín. Corrido en la plaza de toros de Málaga el 03-06-1877, tenía una masa corporal - ¡una jechura!-, alzada y cornamenta impresionante. Para dar idea de su enorme alzada, bastará decir que sobresalía más de una cuarta por el lomo de los restantes toros con él encerrados en los corrales; otro detalle en verdad alucinante para los lidiadores: una de las veces que, durante su lidia, se acercó a la barrera comenzó a rascarse la barba sobre el filo de las tablas, ¡sin levantar la cabeza! Supóngase lo que serían los cuernos proporcionados al tamaño del cuerpo, a más de afiladísimos, como hechos a lima y formón.

Cucharero –hermano en la corrida de Cigarrero, que tomó 18 varas-, tomó 10 varas y los picadores no consiguieron hacerle sangre; el piquero Calderón (hijo) sufrió en una caída la fractura de la clavícula izquierda; en otro tumbo, Juan Fernández fue a parar de cabeza al callejón, mientras el temible animal, sin esfuerzo, se entretenía en sostener con sus cuernos al caballo, balanceándole cual leve pluma. Los banderilleros Antón y Juan Molina sólo lograron ponerle cada uno medio par; así es que en el último tercio estaba el terrible Cucharero tan dueño de su poder como cuando salió del toril. Ante tan tremebunda estampa Lagartijo, que era el espada encargado de estoquearle, a pesar de todos sus enormes recursos, no pudo dominar su miedo durante los dos primeros tercios; tocan a matar, y allá va el maestro cordobés rodeado de sus fieles Mariano Antón y el Gallo, y sin darle un solo pase, corriendo de un lado para otro, siempre a considerable distancia de Cucharero, al cabo de media hora -condescendencia que prueba el inmenso prestigio que disfrutaba Lagartijo- pudo acabar con aquel torazo, uno de los mayores que se han visto en las plazas de toros. Su cabeza, mandada cortar por el gran torero, pesó 101 kilos. En su casa de Córdoba la tenía Rafael Molina, y las madrugadas en las que llegaba a acostarse un tanto cargado de vino, armado de un bastón, descargaba su furia alcohólica sobre la inofensiva cabeza de Cucharero, acordándose del pánico pasado ante ella la tarde malagueña inolvidable para el maestro y para los aficionados.

Cuando enviudó Lagartijo le reclamaron los parientes de su mujer los gananciales, y se fue a Madrid a consultar con su amigo y gran aficionado el notable jurisconsulto Don Manuel Alonso Martínez, y este le dijo:

– Sí, es duro, pero yo lo he hecho y es legal.

– De modo y manera Don Manué -replicó Lagartijo- que, mi suegro en el tendido y yo en el redondel, hemos toreado a medias o al alimón...

SALUDOS Y BUENAS NOCHES

Tu correo Curro Romero,
tu seudónimo Paloma Blanca,
Te gusta el arte de Cuchares,
Y la música te encanta.

Te paseas por Fuengirola,
y te vienes a la Mancha,
cuando descansar Tu quieres,
muy cerquita de la Plaza.

Paloma Blanca, Curro Romero,
capote de oro y grana,
cuando sacas a paseo,
tu arte y tu buena casta.

Quiero que escribas un verso,
cargado de amor y rabia,
como Tu sueles hacer,
cualquier día a la mañana.

Que sensibilidad la tuya,
mi querida ave tan blanca,
llevas la sensibilidad,
debajo de hermosas alas.

Con tu prima golondrina,
la que llaman venezolana,
llenais este foro de arte,
de noche o de madrugada.

Hoy nos enseña Francisco,
pintoras de pura raza,
es que este pueblo está lleno,
de mucho arte en su panza.

Me gustaría que personas,
tan nobles como la Paca,
se animaran a escribir,
prosas y versos a escala.

Es el arte de la tierra,
que llevamos impregnado,
porque llevamos un lego,
que los moros nos dejaron.

Jaén, Córdoba, Sevilla,
Huelva Cádiz y Granada,
con Málaga y Almería,
ciudades lindas de España.

Los andaluces nos dieron,
un don y un arte especial,
que lo cantan los poetas,
en el palo de la solea.
M. Nieto de M. Rasca.
07/2011
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Hola Maiano, te rrecomiendo la canción con titulo,
dos idiomas, dos banderas, de Antonio Alemani.
A MARIANO

¡Quien iba a decirme a mí!
cuando entré en la página de Jimena
que iba a dar con un señor,
un autentico poeta.

Eres de palabra fácil
y de mente muy ligera
se adivina desde lejos ... (ver texto completo)