De tus troncones rizaos,
bajan hermosas raíces,
que entran hacia la tierra,
como auténticos misiles.
Ya no abren tus entrañas,
con surcos maravillosos,
te llenan de herbicidas,
en primavera y otoño.
Aquellas yuntas de mulos
no labraban ya tus camás,
tampoco cavan los pies,
ni sale la hierba ya.
Unas maquinas ruidosas,
soplan locas por dejar,
el ruedo sin una hoja,
como autentico solar.
Como cambiaron los tiempos,
pa producir mucho mas,
pero yo sigo oyendo,
! que el olivar no da na ¡
Ya no hay molineros,
que suben por el trujal,
calzaos con esparteñas,
para los sacos vaciar.
¿Se encenderá ya la estufa?
que calor daba al pasar,
¿pondrán aun los talones?
de pan que quieren tostar.
Aquel deposito negro,
donde la masa bajaba,
después de que los molinos,
la aceituna machacaran.
Hoy el aceite es mejor,
así dicen los expertos,
pero dejarme que a Mi
sea un remojón el recuerdo.
M. Nieto de M. Rasca.
22/01/2012
bajan hermosas raíces,
que entran hacia la tierra,
como auténticos misiles.
Ya no abren tus entrañas,
con surcos maravillosos,
te llenan de herbicidas,
en primavera y otoño.
Aquellas yuntas de mulos
no labraban ya tus camás,
tampoco cavan los pies,
ni sale la hierba ya.
Unas maquinas ruidosas,
soplan locas por dejar,
el ruedo sin una hoja,
como autentico solar.
Como cambiaron los tiempos,
pa producir mucho mas,
pero yo sigo oyendo,
! que el olivar no da na ¡
Ya no hay molineros,
que suben por el trujal,
calzaos con esparteñas,
para los sacos vaciar.
¿Se encenderá ya la estufa?
que calor daba al pasar,
¿pondrán aun los talones?
de pan que quieren tostar.
Aquel deposito negro,
donde la masa bajaba,
después de que los molinos,
la aceituna machacaran.
Hoy el aceite es mejor,
así dicen los expertos,
pero dejarme que a Mi
sea un remojón el recuerdo.
M. Nieto de M. Rasca.
22/01/2012