En esto tiempos que ahora corren ha surgido un deporte nuevo, ya sabéis que eso ocurre de vez encuando, mirad el curlin ese, este deporte nuevo se llama tiro al funcionario, y se trata de denostar, insultar, injuriar y mas cosas, acabadas en ar, contra los funcionarios.
Este deporte lo practican, en gran medida, los prebostes que les gustaría que en vez de funcionarios esos trabajos los hicieran trabajadores suyos, para forrarse mas, o para dárselo a las empresas de sus amigotes, lo que estos le agradecerían enormemente.
Pero ahora resulta, como no, que otra vez con la iglesia hemos topado, ahora sale el arzobispo de Granada, Javier Martínez, criticando a los funcionarios.
El que se viste púrpura en estos tiempos, con sotanas de lino bordadas en oro, en estos tiempos, haciendo ostentación de un lujo que no se atreven ni los reyes, critica, e insulta a los funcionarios, o a los que lo quieren ser, porque el, ellos, que reciben DIEZ MIL MILLONES DE EUROS al año del estado, NO SON FUNCIONARIOS CLARO, ellos que, según la conferencia episcopal, son los destinatarios en forma de sueldo de un gran parte estos presupuestos NO SON FUNCIONARIOS, hombre desde luego ellos no se han presentado a una oposición, no han ascendido estudiando contra otros, de todas las maneras si miráis el google veríais que este tipo ha tenido problemas hasta en su casa.
Digo yo que como sus palabras irán a misa, cucha tu, así que me imagino que estará en el funeral de Javier, de 38 años, de Rodrigo, de 35 años, y de Jose Antonio, de 34 años, allí, si tiene bemoles, defenderá sus palabras, realizadas en una homilía con ocasión del patrón de Granada, San Cecilio, que, por lo visto es un santo que nunca existió.
Por si no lo sabéis Javier, Rodrigo y Jose Antonio, eran tres funcionarios, en este caso del Cuerpo Nacional de Policía, que murieron el otro día ahogados al intentar salvar a unos insensatos borrachuzos que se estaban dando un bañito a las cinco de la mañana.
A los padres de estos policías les dirá el Archi Obispo que sus hijos eran unos ENFERMOS SOCIALES, que era como definía a los funcionarios, a sus esposas les dirá que sus maridos eran unos TIPOS SUBISDIADOS POR EL RESTO DE LA SOCIEDAD QUE NO RECIBÍA DE ESTOS NADA A CAMBIO, a los hijos de los fallecidos les dirá que sus padres eran unos COBARDES, que no habían sido valientes al no crear una empresa ellos solitos, digo yo que podían haber creado una empresa de estacas para darles a los tontos, o a los listos que son muchos.
Ahora vendrán los que refrenden las palabras de este señor de púrpura, o esta vez no?.
Este deporte lo practican, en gran medida, los prebostes que les gustaría que en vez de funcionarios esos trabajos los hicieran trabajadores suyos, para forrarse mas, o para dárselo a las empresas de sus amigotes, lo que estos le agradecerían enormemente.
Pero ahora resulta, como no, que otra vez con la iglesia hemos topado, ahora sale el arzobispo de Granada, Javier Martínez, criticando a los funcionarios.
El que se viste púrpura en estos tiempos, con sotanas de lino bordadas en oro, en estos tiempos, haciendo ostentación de un lujo que no se atreven ni los reyes, critica, e insulta a los funcionarios, o a los que lo quieren ser, porque el, ellos, que reciben DIEZ MIL MILLONES DE EUROS al año del estado, NO SON FUNCIONARIOS CLARO, ellos que, según la conferencia episcopal, son los destinatarios en forma de sueldo de un gran parte estos presupuestos NO SON FUNCIONARIOS, hombre desde luego ellos no se han presentado a una oposición, no han ascendido estudiando contra otros, de todas las maneras si miráis el google veríais que este tipo ha tenido problemas hasta en su casa.
Digo yo que como sus palabras irán a misa, cucha tu, así que me imagino que estará en el funeral de Javier, de 38 años, de Rodrigo, de 35 años, y de Jose Antonio, de 34 años, allí, si tiene bemoles, defenderá sus palabras, realizadas en una homilía con ocasión del patrón de Granada, San Cecilio, que, por lo visto es un santo que nunca existió.
Por si no lo sabéis Javier, Rodrigo y Jose Antonio, eran tres funcionarios, en este caso del Cuerpo Nacional de Policía, que murieron el otro día ahogados al intentar salvar a unos insensatos borrachuzos que se estaban dando un bañito a las cinco de la mañana.
A los padres de estos policías les dirá el Archi Obispo que sus hijos eran unos ENFERMOS SOCIALES, que era como definía a los funcionarios, a sus esposas les dirá que sus maridos eran unos TIPOS SUBISDIADOS POR EL RESTO DE LA SOCIEDAD QUE NO RECIBÍA DE ESTOS NADA A CAMBIO, a los hijos de los fallecidos les dirá que sus padres eran unos COBARDES, que no habían sido valientes al no crear una empresa ellos solitos, digo yo que podían haber creado una empresa de estacas para darles a los tontos, o a los listos que son muchos.
Ahora vendrán los que refrenden las palabras de este señor de púrpura, o esta vez no?.
No me gustan las frases fuera de contexto, quiero la homilía entera.
Palomero, esto lo dice el Mundo, osea nada de Publico, Pais, ni parecido:
El arzobispo de Granada, Javier Martínez, aboga por un cambio en la mentalidad de "pueblo subsidiado" de la sociedad española, especialmente en época de crisis económica, al tiempo que cuestiona el amplio número de jóvenes que aspiran a ser funcionarios, lo que ha califica como una "enfermedad social".
El prelado incluyó esta afirmación en su homilía en la abadía del Sacromonte de Granada con motivo de la festividad de San Cecilio, patrón de Granada, que han sido facilitadas por la Oficina de Información de los Obispos del Sur de España (Odisur).
Durante su intervención, el arzobispo hizo referencia a la actual situación social y censuró a quienes "siempre" buscan que otros les solucionen sus problemas o que abran una empresa donde poder encontrar un trabajo.
"Hay que cambiar la mentalidad de ser un pueblo subsidiado, que siempre busca la solución en que me solucionen otros el problema", dijo Martínez, quien recordó además las encuestas que hizo entre universitarios cuando estaba recién nombrado obispo.
"Un porcentaje muy alto, cercano al ochenta por cierto, de los chicos buscaba ser funcionario. Eso es una enfermedad social", consideró el arzobispo, al tiempo que advirtió sobre las diferencias entre jóvenes que abren una empresa en Estado Unidos o en España.
Por todo ello, apostó por un "cambio de cultura", lo que a su juicio también tiene que ver con la fe, y una "cierta capacidad de riesgo" que sería necesario recuperar como signo de la identidad cristiana.
En su sermón, de unos 20 minutos de duración, el arzobispo también señaló en este sentido que desde que ha empezado la crisis, la sociedad es heredara de "cierta tradición paternalista", en la que todos esperan que los problemas los resuelvan las autoridades.
Monseñor Martínez es uno de los prelados más controvertidos de la Iglesia en Andalucía. Abiertamente hizo una llamada a la 'desobediencia civil' contra la asignatura de Educación para la Ciudadanía cuando se implantó.
Fue relevado de la diócesis de Córdoba, donde se enfrentó abiertamente a Miguel Castillejo, entonces director general de la caja de la Iglesia, Cajasur. Con anterioridad, había protagonizado polémicas sonadas con declaraciones suyas como las de la extensión del virus del sida en África debida al empleo masivo de preservativos.
En 2007, se convirtió en el primer prelado de la Iglesia católica en ser enjuiciado y condenado en un tribunal civil por coacciones e injurias a un sacerdote que había escrito un libro al que le retiró el apoyo de la archidiócesis en cuanto tomó posesión de la sede.
El arzobispo de Granada, Javier Martínez, aboga por un cambio en la mentalidad de "pueblo subsidiado" de la sociedad española, especialmente en época de crisis económica, al tiempo que cuestiona el amplio número de jóvenes que aspiran a ser funcionarios, lo que ha califica como una "enfermedad social".
El prelado incluyó esta afirmación en su homilía en la abadía del Sacromonte de Granada con motivo de la festividad de San Cecilio, patrón de Granada, que han sido facilitadas por la Oficina de Información de los Obispos del Sur de España (Odisur).
Durante su intervención, el arzobispo hizo referencia a la actual situación social y censuró a quienes "siempre" buscan que otros les solucionen sus problemas o que abran una empresa donde poder encontrar un trabajo.
"Hay que cambiar la mentalidad de ser un pueblo subsidiado, que siempre busca la solución en que me solucionen otros el problema", dijo Martínez, quien recordó además las encuestas que hizo entre universitarios cuando estaba recién nombrado obispo.
"Un porcentaje muy alto, cercano al ochenta por cierto, de los chicos buscaba ser funcionario. Eso es una enfermedad social", consideró el arzobispo, al tiempo que advirtió sobre las diferencias entre jóvenes que abren una empresa en Estado Unidos o en España.
Por todo ello, apostó por un "cambio de cultura", lo que a su juicio también tiene que ver con la fe, y una "cierta capacidad de riesgo" que sería necesario recuperar como signo de la identidad cristiana.
En su sermón, de unos 20 minutos de duración, el arzobispo también señaló en este sentido que desde que ha empezado la crisis, la sociedad es heredara de "cierta tradición paternalista", en la que todos esperan que los problemas los resuelvan las autoridades.
Monseñor Martínez es uno de los prelados más controvertidos de la Iglesia en Andalucía. Abiertamente hizo una llamada a la 'desobediencia civil' contra la asignatura de Educación para la Ciudadanía cuando se implantó.
Fue relevado de la diócesis de Córdoba, donde se enfrentó abiertamente a Miguel Castillejo, entonces director general de la caja de la Iglesia, Cajasur. Con anterioridad, había protagonizado polémicas sonadas con declaraciones suyas como las de la extensión del virus del sida en África debida al empleo masivo de preservativos.
En 2007, se convirtió en el primer prelado de la Iglesia católica en ser enjuiciado y condenado en un tribunal civil por coacciones e injurias a un sacerdote que había escrito un libro al que le retiró el apoyo de la archidiócesis en cuanto tomó posesión de la sede.
Creo que si leemos con paciencia el siguiente texto su significado no es el que se nos quiso hacer creer: "Un porcentaje muy alto, cercano al ochenta por cierto, de los chicos buscaba ser funcionario. Eso es una enfermedad social", consideró el arzobispo..."", lo siento pero difiero bastante en que el arzobispo afirmara que los funcionarios son una "enfermedad social", eso va directamente para la intención de querer ser la gran mayoría funcionarios, efectivamente (con todos mis respetos) si todos los jovenes quisieran ser bomberos o ingenieros o barrenderos, tendríamos que hacer la misma apreciación, no nos podemos volcar en una modalidad de trabajo que se ponga de moda, sea difícil o fácil de conseguir, todos no podemos ser lo mismo, y ahí están la diversas interpretaciones, o las salidas de contexto para darle el significado que a cada uno le parezca.
Lo siento, a lo mejor soy como España, "diferent".
Lo siento, a lo mejor soy como España, "diferent".
La comparación no me parece buena. Ser funcionario de carrera es un seguro que no tienen las profesiones que comentas.
Jeronimo.
Exfuncionario
Jeronimo.
Exfuncionario
Si no hablo de seguridad, sino de que una profesión se ponga de moda por alguna razón especial, por tanto creo que cualquier comparación sería buena, no pienses que ninguna profesión es intocable, que donde menos se espera salta la liebre, en Grecia van a liquidar al 18 % de los que tú llamas seguros, hoy en día vivimos en tiempos de zozobra ¡no lo olvides!.
Francis lo siento pero discrepo.
Jerónimo
Jerónimo