(EP. 14.02.12)
Desarticulada una red que mezclaba aceites de baja calidad y los vendía como aceite de oliva
Las mezclas no alcanzaban niveles de toxicidad o perjuicio para la salud pero supone una práctica ilícita y una grave competencia desleal en el sector.
La Guardia Civil, en colaboración con la Agencia Tributaria, en el marco de la Operación Lucerna llevada a cabo en las provincias de Jaén y Córdoba, ha desmantelado una organización dedicada a comercializar mezclas fraudulentas de aceites de muy baja calidad como si se tratase de aceite de oliva.
En la operación han sido detenidos diecinueve integrantes de la red -quince españoles, dos ecuatorianos, una colombiana y un italiano- y se han realizado cuatro registros en empresas de la provincia de Jaén, en los que se ha intervenido abundante documentación.
Durante la investigación, los agentes han detectado un complejo entramado internacional de empresas y testaferros, con más de treinta sociedades desplegadas en España, Italia y Portugal, que habían sido utilizadas para defraudar el IVA, en una estafa a las arcas del Estado que puede superar los tres millones de euros.
Práctica ilícita
En concreto, el producto que la organización comercializaba fraudulentamente como aceite de oliva era obtenido mezclando aceites de baja calidad -palma, aguacate y girasol, entre otros-. Para ello, la organización poseía una planta de producción de biodiésel para uso industrial, que a su vez era aprovechada para producir aceite con destino al consumo humano a pesar de carecer de autorización sanitaria.
Además, las mezclas obtenidas no alcanzaban niveles de toxicidad o perjuicio para la salud y eran realizadas por técnicos especializados que trabajaban para la red en las distintas plantas de producción del grupo. La adulteración de estos aceites se realizaba de tal forma que, una vez realizadas las mezclas, quedaban ocultos los marcadores que pudieran poner de manifiesto la presencia de cada uno de los aceites utilizados.
De esta forma, utilizando estas explotaciones y amparados con documentación falsa los aceites eran desviados hacia el mercado destinado al consumo, empleando para ello sociedades instrumentales controladas por la red, cuyo objeto social era la elaboración de productos alimenticios. Así, para la comercialización del aceite adulterado los detenidos empleaban dos métodos, la venta a granel a terceras empresas ajenas a la trama delictiva y el embotellado y etiquetado de la mezcla fraudulenta como un aceite distinto al que realmente era.
(FACUA)
Desarticulada una red que mezclaba aceites de baja calidad y los vendía como aceite de oliva
Las mezclas no alcanzaban niveles de toxicidad o perjuicio para la salud pero supone una práctica ilícita y una grave competencia desleal en el sector.
La Guardia Civil, en colaboración con la Agencia Tributaria, en el marco de la Operación Lucerna llevada a cabo en las provincias de Jaén y Córdoba, ha desmantelado una organización dedicada a comercializar mezclas fraudulentas de aceites de muy baja calidad como si se tratase de aceite de oliva.
En la operación han sido detenidos diecinueve integrantes de la red -quince españoles, dos ecuatorianos, una colombiana y un italiano- y se han realizado cuatro registros en empresas de la provincia de Jaén, en los que se ha intervenido abundante documentación.
Durante la investigación, los agentes han detectado un complejo entramado internacional de empresas y testaferros, con más de treinta sociedades desplegadas en España, Italia y Portugal, que habían sido utilizadas para defraudar el IVA, en una estafa a las arcas del Estado que puede superar los tres millones de euros.
Práctica ilícita
En concreto, el producto que la organización comercializaba fraudulentamente como aceite de oliva era obtenido mezclando aceites de baja calidad -palma, aguacate y girasol, entre otros-. Para ello, la organización poseía una planta de producción de biodiésel para uso industrial, que a su vez era aprovechada para producir aceite con destino al consumo humano a pesar de carecer de autorización sanitaria.
Además, las mezclas obtenidas no alcanzaban niveles de toxicidad o perjuicio para la salud y eran realizadas por técnicos especializados que trabajaban para la red en las distintas plantas de producción del grupo. La adulteración de estos aceites se realizaba de tal forma que, una vez realizadas las mezclas, quedaban ocultos los marcadores que pudieran poner de manifiesto la presencia de cada uno de los aceites utilizados.
De esta forma, utilizando estas explotaciones y amparados con documentación falsa los aceites eran desviados hacia el mercado destinado al consumo, empleando para ello sociedades instrumentales controladas por la red, cuyo objeto social era la elaboración de productos alimenticios. Así, para la comercialización del aceite adulterado los detenidos empleaban dos métodos, la venta a granel a terceras empresas ajenas a la trama delictiva y el embotellado y etiquetado de la mezcla fraudulenta como un aceite distinto al que realmente era.
(FACUA)