Buenas como ya sabéis en mi casa, además de los animales con conocimiento, un colorin y una cobaya, estamos mi mujer, la nena y un servidor.
Los animales con conocimiento mientras nosotros trabajamos para que puedan vivir ellos sin hacer nada, como los funcionarios vamos, ji ji, ji, están en sus respectivas jaulas en el tendedero al calorcito del sol, el colorin todavía canta, cuando oye la plancha o la sartén, pero la cobaya no hace na de na, solo se estiraza de vez en cuando y muerde lo que pasa a medio metro suyo.
Antes comía pimiento, la cobaya no yo, luego se harto y le dio por las endivias, cuando se jartó y las quería con queso roquefort lo dejamos, salía mas cara que un hijo tonto, así que le empezamos a dar escarola, y ahora tiene mas vicio que una garrota, siempre está pidiéndola, cuando por las tardes las metemos en la cocina, cuando estamos todos, los cinco, aquello parece el metro de Tokio en hora punta, la virgen que cantidad de gente, si la jaula está abierta en cuanto abres el frigorífico sale corriendo y se te sube en el pie y te mira, como mira la joia con esa caída de ojos, y claro empieza a chillar, cui, cui. cui, y le tienes que dar una trozo de escarola, pero eso si no se lo tires al suelo, que no se lo come, la tienes que coger en brazos y dárselo poquito a poquito, coño que la jodía cuando se la come, después de soltar un eructo, se te duerme en los brazos.
Bueno pues cuando el personal de a pie, o sea mi mujer y la nena, se van de la cocina, pues yo voy y ataco, abro el frigorífico y me como pues una rodajita de salchichón, de lomo, de lo que pillo, pero que pasa, que cuando la cobaya ve abierto el frigorífico, como ya está encerrada en la jaula, empieza a pegar gritos, cui, cui, cui, cui, y claro la parienta, sigue gritándome “ PEDRO DEJA EL FRIGORIFICO EN PAZ Y DEJA YA DE COMER DE UNA VEZ” a lo que yo, que soy muy obediente, salgo corriendo de la cocina, eso si después de darle una patada a la jaula de la cobaya.
Coño como será el tema que en un mes he adelgazado medio kilo, estoy en los huesos,
Así que la regalo, el que la quiera que lo diga.
Salud.
Pedro.
Los animales con conocimiento mientras nosotros trabajamos para que puedan vivir ellos sin hacer nada, como los funcionarios vamos, ji ji, ji, están en sus respectivas jaulas en el tendedero al calorcito del sol, el colorin todavía canta, cuando oye la plancha o la sartén, pero la cobaya no hace na de na, solo se estiraza de vez en cuando y muerde lo que pasa a medio metro suyo.
Antes comía pimiento, la cobaya no yo, luego se harto y le dio por las endivias, cuando se jartó y las quería con queso roquefort lo dejamos, salía mas cara que un hijo tonto, así que le empezamos a dar escarola, y ahora tiene mas vicio que una garrota, siempre está pidiéndola, cuando por las tardes las metemos en la cocina, cuando estamos todos, los cinco, aquello parece el metro de Tokio en hora punta, la virgen que cantidad de gente, si la jaula está abierta en cuanto abres el frigorífico sale corriendo y se te sube en el pie y te mira, como mira la joia con esa caída de ojos, y claro empieza a chillar, cui, cui. cui, y le tienes que dar una trozo de escarola, pero eso si no se lo tires al suelo, que no se lo come, la tienes que coger en brazos y dárselo poquito a poquito, coño que la jodía cuando se la come, después de soltar un eructo, se te duerme en los brazos.
Bueno pues cuando el personal de a pie, o sea mi mujer y la nena, se van de la cocina, pues yo voy y ataco, abro el frigorífico y me como pues una rodajita de salchichón, de lomo, de lo que pillo, pero que pasa, que cuando la cobaya ve abierto el frigorífico, como ya está encerrada en la jaula, empieza a pegar gritos, cui, cui, cui, cui, y claro la parienta, sigue gritándome “ PEDRO DEJA EL FRIGORIFICO EN PAZ Y DEJA YA DE COMER DE UNA VEZ” a lo que yo, que soy muy obediente, salgo corriendo de la cocina, eso si después de darle una patada a la jaula de la cobaya.
Coño como será el tema que en un mes he adelgazado medio kilo, estoy en los huesos,
Así que la regalo, el que la quiera que lo diga.
Salud.
Pedro.
Después de una desagradable noticia que me acaban de dar, me meto al foro y me encuentro con tu "oferta de venta"..., suelto la carcajada y..., ¡al carrizo la molestia!. Gracias por ser como eres. Un abrazo caluroso... por los 40 grados que marca el termómetro.