Buenos días a todas y a todos, o sea a todo el mundo mundial, al Palomero también, claro.
Hoy como es el día de las Dolores, felicidades, es también el día de casi todas las mujeres, a quien no le duele algo? Por eso felicidades a todas, como es su santo, el de Maria Dolores, y el otro día susurro que porque no hablábamos de la Semana Santa, yo que soy muy obediente, os voy a contar, una parte de mis Semanas Santas.
Cuando éramos chiquitillos, de la mitad o sea de los que aún no nos dejaban ir por libre ni cuando nos llevaban en brazos, por estas fechas mi mama me decía nene coje la canasta que nos vamos al horno de pan, y es que las mujeres se hacían cada una, en el obrador del horno, sus magdalenas, el panadero se las metía, las magdalenas, en el horno y así estábamos un mes comiendo magdalenas, al final las echábamos en caldo y comíamos sopa de magdalenas.
En mi barrio la Semana Santa era mas bien sosa, después de muchos años llevando la gente los carros, que así los llamamos nosotros, a cuestas, los costaleros vamos, se perdió la tradición y les tuvieron que poner ruedas, a los costaleros no, a los carros, luego otra vez volvió la fe, y se daban de tortas por meterse debajo de las enaguas, se ve que era lo mas deseado por los hombres.
La iglesia de mi barrio decidieron arreglarla y tardaron mas que si la echan a bajo y la hacen nueva, al principio tenía la segunda puerta, por la que salían los carros, en un lateral y luego la pusieron delante, decían que al hacer la curva los santos se mareaban y pasaban muy mala procesión.
La puerta la hicieron justo enfrente de donde tenía una droguería Manolo Valderrama, si, he dicho bien, Manolo, es que este es uno de los hermanos de Juanito Valderrama, cuando se encerraban los carros le cantaba unas saetas que te ponían los pelos de punta, a mi entonces si, que los tenía, pero una de sus hijas ya era la repera, como cantaba la chica.
Los vecinos cuando oíamos los tambores ya bajábamos a ver la procesión salir y luego cuando se encerraba lo mismo, pero chicos, se puso de moda entre la gente, ¡! cuanto daño le hizo Mario Conde al flamenco y las sevillanas cuando las puso de moda ¡, bueno él y los pijotes como él, así que la plaza se ponía, ¡! Como se ponía la plaza”” como la de los humoristas, ya no podías despistarte y tenias que ir media hora antes y así, así, había veces que no los veíamos, solo oíamos los tambores, como éramos bajitos.
La gente después de la salida y la entrada, se ponían hasta el gorro en el bar del Hueco, comiendo reclutas y lagartos, así dicho suena mal pero los reclutas son, va la receta: un panecillo de pan frito, unas rodajas de tomate, una anchoa y sal y pimienta, el largato no recuerdo que era, os puede recordar la receta un exforero, que seguro que nos oye, que como estudiaba cerca entre clase y clase hacia una visita al bar.
Por cierto que el carro de la virgen fue el primero, del mundo mundial ni Sevilla ni Córdoba, que las costaleras eran todas chicas del barrio, como chillaban las condenadas, al principio tuvieron problemas para sacar el carro por la puerta, y es que como el capataz era chico no les explicaba bien lo de los tamaños.
Salud y buena semana santa.
Hoy como es el día de las Dolores, felicidades, es también el día de casi todas las mujeres, a quien no le duele algo? Por eso felicidades a todas, como es su santo, el de Maria Dolores, y el otro día susurro que porque no hablábamos de la Semana Santa, yo que soy muy obediente, os voy a contar, una parte de mis Semanas Santas.
Cuando éramos chiquitillos, de la mitad o sea de los que aún no nos dejaban ir por libre ni cuando nos llevaban en brazos, por estas fechas mi mama me decía nene coje la canasta que nos vamos al horno de pan, y es que las mujeres se hacían cada una, en el obrador del horno, sus magdalenas, el panadero se las metía, las magdalenas, en el horno y así estábamos un mes comiendo magdalenas, al final las echábamos en caldo y comíamos sopa de magdalenas.
En mi barrio la Semana Santa era mas bien sosa, después de muchos años llevando la gente los carros, que así los llamamos nosotros, a cuestas, los costaleros vamos, se perdió la tradición y les tuvieron que poner ruedas, a los costaleros no, a los carros, luego otra vez volvió la fe, y se daban de tortas por meterse debajo de las enaguas, se ve que era lo mas deseado por los hombres.
La iglesia de mi barrio decidieron arreglarla y tardaron mas que si la echan a bajo y la hacen nueva, al principio tenía la segunda puerta, por la que salían los carros, en un lateral y luego la pusieron delante, decían que al hacer la curva los santos se mareaban y pasaban muy mala procesión.
La puerta la hicieron justo enfrente de donde tenía una droguería Manolo Valderrama, si, he dicho bien, Manolo, es que este es uno de los hermanos de Juanito Valderrama, cuando se encerraban los carros le cantaba unas saetas que te ponían los pelos de punta, a mi entonces si, que los tenía, pero una de sus hijas ya era la repera, como cantaba la chica.
Los vecinos cuando oíamos los tambores ya bajábamos a ver la procesión salir y luego cuando se encerraba lo mismo, pero chicos, se puso de moda entre la gente, ¡! cuanto daño le hizo Mario Conde al flamenco y las sevillanas cuando las puso de moda ¡, bueno él y los pijotes como él, así que la plaza se ponía, ¡! Como se ponía la plaza”” como la de los humoristas, ya no podías despistarte y tenias que ir media hora antes y así, así, había veces que no los veíamos, solo oíamos los tambores, como éramos bajitos.
La gente después de la salida y la entrada, se ponían hasta el gorro en el bar del Hueco, comiendo reclutas y lagartos, así dicho suena mal pero los reclutas son, va la receta: un panecillo de pan frito, unas rodajas de tomate, una anchoa y sal y pimienta, el largato no recuerdo que era, os puede recordar la receta un exforero, que seguro que nos oye, que como estudiaba cerca entre clase y clase hacia una visita al bar.
Por cierto que el carro de la virgen fue el primero, del mundo mundial ni Sevilla ni Córdoba, que las costaleras eran todas chicas del barrio, como chillaban las condenadas, al principio tuvieron problemas para sacar el carro por la puerta, y es que como el capataz era chico no les explicaba bien lo de los tamaños.
Salud y buena semana santa.
Cuando hay algún defecto, siempre aparece porque es "chico", como el capataz, por eso ahora comprendo por qué yo nunca he visto los tambores, solo los he oido, ¡claro como soy pequeño!
