El cuadro Cristo Crucificado de Diego Velázquez de Silva.
(Información en base a: Invitación al Museo del Prado, Exposición didáctica. Madrid: Ministerio de Relaciones Exteriores. Dirección General de Relaciones Culturales- Ministerio de Cultura. Museo del Prado. Diciembre de 1987)
Diego Velázquez (1599-1660) pinta su Cristo crucificado, hacia 1630, para la Iglesia del convento de Plácido de Madrid. Se trata de un óleo sobre lienzo de 2,48 por 1,69 metros.
Cristo aparece clavado en la cruz, con cuatro clavos: dos en las manos y dos en los pies, como era costumbre representarlo en Sevilla en aquel siglo. Llama la atención que Cristo presente media cara cubierta por parte de la cabellera. El rostro de bellísimas facciones, se inclina sosegadamente sobre el pecho. Una corona circunda la cabeza, y el cuerpo que destaca muy claro sobre la oscuridad del cuadro, está apenas cubierto por un sudario atado al bajo vientre. En la parte superior de la cruz aparece un madero sobrepuesto en el que se lee en tres idiomas (Sánscrito, Griego y Latín) la inscripción: “Jesús, el Nazareno, Rey de los judíos.”
El Cristo de Velázquez (1920) es una obra de carácter religioso escrita por Miguel de Unamuno, dividida en cuatro partes, donde analiza la figura de Cristo desde diferentes perspectivas: como símbolo del sacrificio y la redención, reflexión sobre los nombres bíblicos (Cristo mito, Cristo hombre-Cruz, Cristo-Dios, Cristo eucarístico... Siguiendo, en cierto modo, la estela de fray Luis de León y su De los nombres de Cristo), significado poético y simbólico de la imagen del Cristo pintado por Velázquez, etc.
¡mis ojos fijos en tus ojos, Cristo,
mi mirada anegada en Ti, Señor!”
(Información en base a: Invitación al Museo del Prado, Exposición didáctica. Madrid: Ministerio de Relaciones Exteriores. Dirección General de Relaciones Culturales- Ministerio de Cultura. Museo del Prado. Diciembre de 1987)
Diego Velázquez (1599-1660) pinta su Cristo crucificado, hacia 1630, para la Iglesia del convento de Plácido de Madrid. Se trata de un óleo sobre lienzo de 2,48 por 1,69 metros.
Cristo aparece clavado en la cruz, con cuatro clavos: dos en las manos y dos en los pies, como era costumbre representarlo en Sevilla en aquel siglo. Llama la atención que Cristo presente media cara cubierta por parte de la cabellera. El rostro de bellísimas facciones, se inclina sosegadamente sobre el pecho. Una corona circunda la cabeza, y el cuerpo que destaca muy claro sobre la oscuridad del cuadro, está apenas cubierto por un sudario atado al bajo vientre. En la parte superior de la cruz aparece un madero sobrepuesto en el que se lee en tres idiomas (Sánscrito, Griego y Latín) la inscripción: “Jesús, el Nazareno, Rey de los judíos.”
El Cristo de Velázquez (1920) es una obra de carácter religioso escrita por Miguel de Unamuno, dividida en cuatro partes, donde analiza la figura de Cristo desde diferentes perspectivas: como símbolo del sacrificio y la redención, reflexión sobre los nombres bíblicos (Cristo mito, Cristo hombre-Cruz, Cristo-Dios, Cristo eucarístico... Siguiendo, en cierto modo, la estela de fray Luis de León y su De los nombres de Cristo), significado poético y simbólico de la imagen del Cristo pintado por Velázquez, etc.
¡mis ojos fijos en tus ojos, Cristo,
mi mirada anegada en Ti, Señor!”