Está claro que hay varias soluciones (unas mas costosas que otras), esa es una de ellas. Pues adelante con la propuesta a nuestra Alcaldesa y que la exponga al técnico municipal, es curioso que habiendo varias soluciones que se adecuan a Norma se opte por una que sustituye una barrera arquitectónica y crea otras, en fin, pensé que la "solidaridad" con la que nos llenamos a veces la boca debería ser para con todos, la falta de información y consenso nos lleva a esto.
Por cierto, las cañas y las gambas ya se las ha merendao el sr. perito, ya lo pillaré.
Por cierto, las cañas y las gambas ya se las ha merendao el sr. perito, ya lo pillaré.
Celebro que esté usted de acuerdo conmigo. Para que vea que este asunto lo hemos querido solucionar de forma amistosa, le informo de los pasos que hemos dado para intentar resolver un problema que no se hubiera presentado si desde un principio hubiera habido voluntad de resolverlo por parte del Ayuntamiento.
El contacto telefónico mantenido directamente con la Alcaldesa para pedir información, se produjo al inicio de la obra y, al preguntar el por qué no se me había notificado la alteración de la entrada a mi vivienda, la respuesta fue: “La calle es del Ayuntamiento”.
Otra respuesta fue, “Que la construcción de la rampa era para facilitar el acceso a la Iglesia” y al pedir con insistencia la normativa que regulaba dicha obra, la respuesta lapidaria fue “Yo no tengo nada que hablar con usted” y colgó el teléfono.
La solidaridad tiene que estar repartida y los derechos de uno, no tiene que ser al 100% en detrimento de los derechos de otros.
Personalmente comprobamos en diciembre que la rampa termina en casa de un minusválido. Por lo tanto nos engañaron con alevosía.
Ahora dígame usted donde está la solidaridad y el diálogo.
El Ayuntamiento tiene por escrito un comunicado enviado por mí, dónde expreso mi disposición a resolver este asunto de forma amistosa.
Si usted ve luz en este asunto, por favor indíqueme el camino.
Gracias Pepe
El contacto telefónico mantenido directamente con la Alcaldesa para pedir información, se produjo al inicio de la obra y, al preguntar el por qué no se me había notificado la alteración de la entrada a mi vivienda, la respuesta fue: “La calle es del Ayuntamiento”.
Otra respuesta fue, “Que la construcción de la rampa era para facilitar el acceso a la Iglesia” y al pedir con insistencia la normativa que regulaba dicha obra, la respuesta lapidaria fue “Yo no tengo nada que hablar con usted” y colgó el teléfono.
La solidaridad tiene que estar repartida y los derechos de uno, no tiene que ser al 100% en detrimento de los derechos de otros.
Personalmente comprobamos en diciembre que la rampa termina en casa de un minusválido. Por lo tanto nos engañaron con alevosía.
Ahora dígame usted donde está la solidaridad y el diálogo.
El Ayuntamiento tiene por escrito un comunicado enviado por mí, dónde expreso mi disposición a resolver este asunto de forma amistosa.
Si usted ve luz en este asunto, por favor indíqueme el camino.
Gracias Pepe