ASÍ FUE LA FIESTA DEL MADRIDISMO
... Y Cibeles volvió a sonreir bajo la lluvia
La diosa Cibeles volvió a vestirse de blanco. Se hizo esperar pero, a eso de las ocho de la tarde, Iker Casillas resguardó al símbolo del madridismo de la constante lluvia que azotó a la capital durante toda la tarde. Alrededor, jugadores, cuerpo técnico y afición se fusionaron para gritar al mundo que el Madrid ha regresado. Y un título de Liga es el mejor ejemplo de ello.
Las inclemencias del tiempo no evitaron que las bufandas, banderas y camisetas blancas ocuparan el centro de Madrid. Desde bien pronto no cabía ni un alfiler en Cibeles. Los jugadores, mientras, disfrutaban de una copiosa comida en un conocido restaurante de la capital. Había que coger fuerzas para lo que se avecinaba.
A las siete de la tarde los jugadores pusieron rumbo al Bernabéu, punto de partida de la pasarela blanca por el Paseo de la Castellana. Allí los futbolistas abandonaron sus camisas de marca y pantalones 'fashion' para vestirse acorde al escenario que visitarían pocos minutos más tarde.
En un autobús que en su parte frontal rezaba "32 Ligas" y que también aludía a la afición con un "Gracias madridistas", la plantilla merengue se puso en marcha. Marcelo ejerció de líder en el festejo y no dejó de animar un instante. Callejón le seguía la pista y hasta Higuaín enseñaba sus dotes para el baile. Caras sonrientes y gestos de felicidad rodeaban a un Mourinho tranquilo, satisfecho y con semblante de orgullo.
Los mensajes de Casillas
Los jugadores no perdieron la oportunidad para acallar los rumores más maliciosos que se han acumulado durante toda la temporada. Casillas empleó, como tantos otros, las redes sociales para salir al paso de quienes dudan de su relación con el técnico: "Nos llevamos fatal.." transmitía junto a una foto en la que posaba sonriente al lado de Mou. Sentimiento de unión, de complicidad y de compromiso fu el mensaje que quiso transmitir el equipo. El de la afición estaba claro: "Estamos con vosotros".
Y llegó el momento: el autobús aparcó frente a la diosa Cibeles -una hora después de su salida- y los jugadores le ofrecieron sus respetos mientras los cánticos se sucedían. Casillas y Cristiano decidieron irse los últimos tras dar una vuelta juntos alrededor de la fuente. Otro recado a los especuladores.
Poco importó que la lluvia apenas ofreciera tregua durante toda la tarde. El madridismo, como pide Mou, respondió, y con creces. No todos los días se celebra un título de Liga. Pero sí se puede presumir de ser madridista. Y éso fue lo que hoy hicieron miles y miles de aficionados en Cibeles.
Y VAN TREINTA Y DOS.
... Y Cibeles volvió a sonreir bajo la lluvia
La diosa Cibeles volvió a vestirse de blanco. Se hizo esperar pero, a eso de las ocho de la tarde, Iker Casillas resguardó al símbolo del madridismo de la constante lluvia que azotó a la capital durante toda la tarde. Alrededor, jugadores, cuerpo técnico y afición se fusionaron para gritar al mundo que el Madrid ha regresado. Y un título de Liga es el mejor ejemplo de ello.
Las inclemencias del tiempo no evitaron que las bufandas, banderas y camisetas blancas ocuparan el centro de Madrid. Desde bien pronto no cabía ni un alfiler en Cibeles. Los jugadores, mientras, disfrutaban de una copiosa comida en un conocido restaurante de la capital. Había que coger fuerzas para lo que se avecinaba.
A las siete de la tarde los jugadores pusieron rumbo al Bernabéu, punto de partida de la pasarela blanca por el Paseo de la Castellana. Allí los futbolistas abandonaron sus camisas de marca y pantalones 'fashion' para vestirse acorde al escenario que visitarían pocos minutos más tarde.
En un autobús que en su parte frontal rezaba "32 Ligas" y que también aludía a la afición con un "Gracias madridistas", la plantilla merengue se puso en marcha. Marcelo ejerció de líder en el festejo y no dejó de animar un instante. Callejón le seguía la pista y hasta Higuaín enseñaba sus dotes para el baile. Caras sonrientes y gestos de felicidad rodeaban a un Mourinho tranquilo, satisfecho y con semblante de orgullo.
Los mensajes de Casillas
Los jugadores no perdieron la oportunidad para acallar los rumores más maliciosos que se han acumulado durante toda la temporada. Casillas empleó, como tantos otros, las redes sociales para salir al paso de quienes dudan de su relación con el técnico: "Nos llevamos fatal.." transmitía junto a una foto en la que posaba sonriente al lado de Mou. Sentimiento de unión, de complicidad y de compromiso fu el mensaje que quiso transmitir el equipo. El de la afición estaba claro: "Estamos con vosotros".
Y llegó el momento: el autobús aparcó frente a la diosa Cibeles -una hora después de su salida- y los jugadores le ofrecieron sus respetos mientras los cánticos se sucedían. Casillas y Cristiano decidieron irse los últimos tras dar una vuelta juntos alrededor de la fuente. Otro recado a los especuladores.
Poco importó que la lluvia apenas ofreciera tregua durante toda la tarde. El madridismo, como pide Mou, respondió, y con creces. No todos los días se celebra un título de Liga. Pero sí se puede presumir de ser madridista. Y éso fue lo que hoy hicieron miles y miles de aficionados en Cibeles.
Y VAN TREINTA Y DOS.