Un buen amigo empezó andando 3 kilómetros al día cuando tenía 30 años. Ahora tiene 55 y no sabemos dónde está.
Saludos y buenos dias a toito el mundo.
pachuelo ¿como te fue con los entresijos?
Saludos y buenos dias a toito el mundo.
pachuelo ¿como te fue con los entresijos?
Buenos días Angelillo, buenos días a todas y a todos.
Pues los entresijos buenísimos, eso si hasta dentro de un tiempo no vuelvo a comerlos porque son muy hartizos, nosotros los tomamos cerca de casa, me imagino que Cati que es del barrio los conocerá, en casa Enriqueta, hacen sobre todo, lo que vulgarmente se han llamado despojos, gallinejas, entresijos, zarajos, pililas de cordero, mollejas, y esas cosa que por estos lares eran muy apetecibles en las fiestas.
Ayer fue San Isidro y como todos los años nos fuimos a la pradera, me puse de chulapo, osea como todos los días vaqueros y camiseta, y a tumbarse un rato a ver a la gente, es curioso que en los años en que yo asisto a estos eventos el único alcalde de Madrid que iba de chulapo, y en una calesa tirada por seis corceles briosos,, era nuestro paisano Juan Barranco, los demas no se han atrevido, los populares no han hecho honor a su apellido y nunca han venido, cuando vienen lo hacen a escondidas, cuando no hay gente, en fin ellos veran que tienen gafas.
Habia mas gente que en la guerra, y es que con lo que está cayendo todo lo que sea gratis bienvenido es.
Ah la gorra de chulapo no me la pude poner este año porque me quedaba pequeña, se ve que estaba hecha de un mal material y ha encogido.
Creo que el sábado pasó por los madriles otro chulazo y no se digno a decirlo, o a recordarnoslo, en fin creería que me lo iba a comer, para el hace oyes.
Un abrazo patos, y un besillo miercolero para ellas.
Salud.
Pedro.
Pues los entresijos buenísimos, eso si hasta dentro de un tiempo no vuelvo a comerlos porque son muy hartizos, nosotros los tomamos cerca de casa, me imagino que Cati que es del barrio los conocerá, en casa Enriqueta, hacen sobre todo, lo que vulgarmente se han llamado despojos, gallinejas, entresijos, zarajos, pililas de cordero, mollejas, y esas cosa que por estos lares eran muy apetecibles en las fiestas.
Ayer fue San Isidro y como todos los años nos fuimos a la pradera, me puse de chulapo, osea como todos los días vaqueros y camiseta, y a tumbarse un rato a ver a la gente, es curioso que en los años en que yo asisto a estos eventos el único alcalde de Madrid que iba de chulapo, y en una calesa tirada por seis corceles briosos,, era nuestro paisano Juan Barranco, los demas no se han atrevido, los populares no han hecho honor a su apellido y nunca han venido, cuando vienen lo hacen a escondidas, cuando no hay gente, en fin ellos veran que tienen gafas.
Habia mas gente que en la guerra, y es que con lo que está cayendo todo lo que sea gratis bienvenido es.
Ah la gorra de chulapo no me la pude poner este año porque me quedaba pequeña, se ve que estaba hecha de un mal material y ha encogido.
Creo que el sábado pasó por los madriles otro chulazo y no se digno a decirlo, o a recordarnoslo, en fin creería que me lo iba a comer, para el hace oyes.
Un abrazo patos, y un besillo miercolero para ellas.
Salud.
Pedro.
Será por causa de la crisis, conformarse con comer "despojos" habiendo esos chuletones de "sangre roja", (en estos días hay toros en Madrid), chuletillas de palillo, jamón ibérico y unos quesos exquisitos, no digamos nada del pescado, en Madrid se concentra el mejor pescado del mundo, ¡ah! y los chorizos, enfín, tanto en la ida como en la vuelta hice bien en no parar, así evitaba morirme de hambre.
Por cierto, bien es verdad que durante algunas horas si he parado en Madrid.
Viernes 11, siendo las catorce treinta el "tontón" me dice: "ha llegado a su destino, Alegría de la Huerta 37", le doy la vuelta a la manzana y en la calle trasera, llamada La Dolorosa, aparco, en cuatro minutos se presenta mi hijo David, hacemos cambio de equipaje a su coche, ponemos el suyo en el aparcamiento que yo por primera vez, en mi vida, hice a la primera (pensad que yo en Jimena no tengo que aparcar por tanto nunca llegué a aprender) y mete el mío en su garaje, nos quedamos con la "capacha" que llevaba Luisa y en su casa nos comemos un trozo de tortilla (creo que de doce huevos), con pan de un supermercado, tomates-raf con sal gorda, naranjas y una cajeta de vino, Don Simón, un poco calentito, para que no nos dieran las "anginas". Madre e hijo se ponen a charlar, yo me estirazo en una cama que había por allí perdida para que la sangre haga el circuito completo a lo largo de veinte minutos.
Siendo las dieciséis y diez nos montamos en el "carro", como dice nuestra amiga la venezolana, por cierto que últimamente está muy callada, enfilamos dirección Guadalajara, donde vive una hermana de Luisa, aunque por consenso en el camino decidimos no parar para llegar cuanto antes a nuestro destino, asi es, a las veinte horas y diez minutos, estamos en la Tercera Agrupación de Orvina (Pamplona), calle Azoz, 4, 7-D, por supuesto el coche lo dejamos aparcado en la calle. A partir de aquí todo lo de rigor cuando se va de boda, incluso el paseo con nuestro amigo Mariano.
El viaje de vuelta, pues igual, salimos el domingo 13 a las dieciséis cuarenta y cinco horas, pero distinto, a David no le gustan las carreteras, es conductor de autovías y autopistas, enfilamos dirección Vitoria, después Burgos, provincia, pasamos por Soria, igualmente provincia, así como por Segovia, cuando quisimos acordar estabamos en Alcobendas y acto seguido casi sin enterarnos pasamos por un sitio donde ví una gran concentración de motos, me acordé de Pachuelo, eran las veinte horas y cuarenta y cinco minutos, David me apunta, Papá estás en la puerta de Las Ventas, iba en la ventanilla contraria, pero me dío tiempo a reconocer la fachada y creo que la gente estaba saliendo, supongo que de alguna corrida, paseamos Madrid, pues traiamos a una sobrina de Luisa, que vive en todo el centro, no sé la calle, pero atravesamos la calle Alcalá, bordeando la Puerta, luego la Gran Vía y dejamos a la derecha la Torre del Coño, luego seguimos por un paseo del algo del Moro, no sé el nombre, hasta que al final nos metimos en la Avenida de Andalucía, vuelta de nuevo a su casa, eran las veintiuna horas, nos da tiempo a ver el segundo tiempo del Madrid-Mallorca, nos comemos lo que había quedado de tortilla, se quedó congelada en el frigorífico, expresamente para la vuelta, vuelta a darle unos tientos al Don Simón, ahora mas fresquito, y aunque parezca mentira a las veintidos cuarenta y cinco estabamos metidos en la cama, a otro día yo era el conductor y después de unos días ajetreado y una boda, en la que en la hora del baile hice mucha gimnasia, tenía que cargar las pilas para no tener problemas en el viaje de vuelta a casita, que se produce el lunes 13 a las nueve de la mañana, aunque nos da tiempo para ver a muchos "chulapitos y chulapitas", que iban al colegio, al principio pensé que ¿si sería carnaval?, pues todos los niños eran o chinos o sudamericanos, al final pensé que, es que Madrid es un conglomerado de civilizaciones, y yo solo había visto una parte, la otra, pues en otra ocasión con mas tiempo.
Por fín en casa, eran las doce horas y quince minutos, quedé bastante satisfecho, pues de los tres cadáveres que esperaba encontrar solo había uno, el macho de los pichones que me dejé con cinco días, porque su madre había desaparecido, la hembra que aún vive, entre el padre y yo la estamos sacando a flote, el otro era una canaría que me la deje poniendo, aunque parecía que tenía el huevo atravesado, ante se irme le dí unos masajes y la volví a colocar en el nido, parece que le fué bien y de momento se ha salvado, aunque al día que estamos solo ha puesto un huevo, eso es algo raro, por lo demás todo perfecto, aquí sigue haciendo mucho calor, los árboles tienen un color especial de primavera, y aunque he visto multitud de paisajes, todos muy bonitos, pero eso no quita que añorara mi "mar de olivos".
Viernes 11, siendo las catorce treinta el "tontón" me dice: "ha llegado a su destino, Alegría de la Huerta 37", le doy la vuelta a la manzana y en la calle trasera, llamada La Dolorosa, aparco, en cuatro minutos se presenta mi hijo David, hacemos cambio de equipaje a su coche, ponemos el suyo en el aparcamiento que yo por primera vez, en mi vida, hice a la primera (pensad que yo en Jimena no tengo que aparcar por tanto nunca llegué a aprender) y mete el mío en su garaje, nos quedamos con la "capacha" que llevaba Luisa y en su casa nos comemos un trozo de tortilla (creo que de doce huevos), con pan de un supermercado, tomates-raf con sal gorda, naranjas y una cajeta de vino, Don Simón, un poco calentito, para que no nos dieran las "anginas". Madre e hijo se ponen a charlar, yo me estirazo en una cama que había por allí perdida para que la sangre haga el circuito completo a lo largo de veinte minutos.
Siendo las dieciséis y diez nos montamos en el "carro", como dice nuestra amiga la venezolana, por cierto que últimamente está muy callada, enfilamos dirección Guadalajara, donde vive una hermana de Luisa, aunque por consenso en el camino decidimos no parar para llegar cuanto antes a nuestro destino, asi es, a las veinte horas y diez minutos, estamos en la Tercera Agrupación de Orvina (Pamplona), calle Azoz, 4, 7-D, por supuesto el coche lo dejamos aparcado en la calle. A partir de aquí todo lo de rigor cuando se va de boda, incluso el paseo con nuestro amigo Mariano.
El viaje de vuelta, pues igual, salimos el domingo 13 a las dieciséis cuarenta y cinco horas, pero distinto, a David no le gustan las carreteras, es conductor de autovías y autopistas, enfilamos dirección Vitoria, después Burgos, provincia, pasamos por Soria, igualmente provincia, así como por Segovia, cuando quisimos acordar estabamos en Alcobendas y acto seguido casi sin enterarnos pasamos por un sitio donde ví una gran concentración de motos, me acordé de Pachuelo, eran las veinte horas y cuarenta y cinco minutos, David me apunta, Papá estás en la puerta de Las Ventas, iba en la ventanilla contraria, pero me dío tiempo a reconocer la fachada y creo que la gente estaba saliendo, supongo que de alguna corrida, paseamos Madrid, pues traiamos a una sobrina de Luisa, que vive en todo el centro, no sé la calle, pero atravesamos la calle Alcalá, bordeando la Puerta, luego la Gran Vía y dejamos a la derecha la Torre del Coño, luego seguimos por un paseo del algo del Moro, no sé el nombre, hasta que al final nos metimos en la Avenida de Andalucía, vuelta de nuevo a su casa, eran las veintiuna horas, nos da tiempo a ver el segundo tiempo del Madrid-Mallorca, nos comemos lo que había quedado de tortilla, se quedó congelada en el frigorífico, expresamente para la vuelta, vuelta a darle unos tientos al Don Simón, ahora mas fresquito, y aunque parezca mentira a las veintidos cuarenta y cinco estabamos metidos en la cama, a otro día yo era el conductor y después de unos días ajetreado y una boda, en la que en la hora del baile hice mucha gimnasia, tenía que cargar las pilas para no tener problemas en el viaje de vuelta a casita, que se produce el lunes 13 a las nueve de la mañana, aunque nos da tiempo para ver a muchos "chulapitos y chulapitas", que iban al colegio, al principio pensé que ¿si sería carnaval?, pues todos los niños eran o chinos o sudamericanos, al final pensé que, es que Madrid es un conglomerado de civilizaciones, y yo solo había visto una parte, la otra, pues en otra ocasión con mas tiempo.
Por fín en casa, eran las doce horas y quince minutos, quedé bastante satisfecho, pues de los tres cadáveres que esperaba encontrar solo había uno, el macho de los pichones que me dejé con cinco días, porque su madre había desaparecido, la hembra que aún vive, entre el padre y yo la estamos sacando a flote, el otro era una canaría que me la deje poniendo, aunque parecía que tenía el huevo atravesado, ante se irme le dí unos masajes y la volví a colocar en el nido, parece que le fué bien y de momento se ha salvado, aunque al día que estamos solo ha puesto un huevo, eso es algo raro, por lo demás todo perfecto, aquí sigue haciendo mucho calor, los árboles tienen un color especial de primavera, y aunque he visto multitud de paisajes, todos muy bonitos, pero eso no quita que añorara mi "mar de olivos".
Vaya Palomero, vaya parto, lo tenías bien guardado eh?, vamos por partes:
Por lo pronto le vas diciendo a tu David, o mejor al de Luisa, que se le vaya quitando esa costumbre tan cara, a partir de ahora, la de circular por autovías y autopistas, por lo menos en la Comunidad de Madrid las autovías nos las van a cobrar, en las autopistas seguimos pagando, dicen que aún no están amortizadas, digo yo que las debieron de hacer con pan de oro.
Si ibais por la nacional uno y vistes muchas motos sería el circuito del Jarama, menos mal que fue aquí donde te acordaste de mi y no cuando viste la plaza de toros de las Ventas, te podría haber dicho algo muy malo yo.
Lo del la Torre del Coño, lo siento no se cual es, lo del Moro será el Campo del Moro, un parque a las espaldas del palacio real, y pasaste muy cerca de mi casa, tu te lo perdiste granuja.
Así que vistes muchos chulapos y chulapitas chinos y otros con aspecto sudamericano, hombre seguramente serán madrileños, pero que sus padres son de otras tierras, como mi hija y yo vamos, Madrid es un crisol de culturas donde todo el mundo tiene su sitio, joder que bien me ha quedado voy a darme un besito.
Que pena terminar un buen viaje de esa manera, con los bichitos muertos, pero bueno tu acabaste como siempre, tocándole los guevos a alguien, aunque sea una pájara.
Por lo pronto le vas diciendo a tu David, o mejor al de Luisa, que se le vaya quitando esa costumbre tan cara, a partir de ahora, la de circular por autovías y autopistas, por lo menos en la Comunidad de Madrid las autovías nos las van a cobrar, en las autopistas seguimos pagando, dicen que aún no están amortizadas, digo yo que las debieron de hacer con pan de oro.
Si ibais por la nacional uno y vistes muchas motos sería el circuito del Jarama, menos mal que fue aquí donde te acordaste de mi y no cuando viste la plaza de toros de las Ventas, te podría haber dicho algo muy malo yo.
Lo del la Torre del Coño, lo siento no se cual es, lo del Moro será el Campo del Moro, un parque a las espaldas del palacio real, y pasaste muy cerca de mi casa, tu te lo perdiste granuja.
Así que vistes muchos chulapos y chulapitas chinos y otros con aspecto sudamericano, hombre seguramente serán madrileños, pero que sus padres son de otras tierras, como mi hija y yo vamos, Madrid es un crisol de culturas donde todo el mundo tiene su sitio, joder que bien me ha quedado voy a darme un besito.
Que pena terminar un buen viaje de esa manera, con los bichitos muertos, pero bueno tu acabaste como siempre, tocándole los guevos a alguien, aunque sea una pájara.
En la Plaza de España hay una torre que desde que la descubrió Paco Martínez Soria en "La Ciudad no es para mi", todo el mundo cuando se ponía delante decía igual: "Coño que Torre".
