Maria Dolores es un
rincón en el que me encuentro tan a gusto, solo echo en falta aquellas tertulias con nuestros Padres, los Padres de Cati, la Madre de Tomasi y Ana Maria y Teodoro que bonito y entrañable era, además rodeados de niños, difícil de olvidar pero mientras el cuerpo aguante intentaremos ir y volver a decirnos buenos días y echar esa liga en la
huerta con el bacalao de testigo y por supuesto tus exquisitos dulces.
Un abrazo