Cosas de mi Pueblo.
Se acercan las Fiestas Patronales en honor de Nuestra Virgen de los Remedios y quiero transmitir como lo siente un Jimenato desde fuera de su Tierra y quizá compartirlo con el sentimiento de otros muchos.
Hace poco tiempo que estuve en nuestro Pueblo y se acerca el día 6 y siento la necesidad de transmitiros mis sentimientos no puedo evitar acordarme por estas fecha del pilar de la Plaza lleno de bombillas dispuesto a dar luz y grandeza a nuestra Plaza, pero lo que realmente recuerdo con emoción la ilusión de estos día de aquellos años ya lejanos es cualquier cosa que aparecía por la revuelta del arrecife, todo ello novedoso, la llegada a la tarde de los autobuses de los albanchezinos era una novedad especial, siempre veías bajarse algún paisano que venía a pasar la Fiestas, lo mismo ocurría con los coches de Fernando el Herrero a la noche, cuando subían de la estación de Garciel Jimena con amigos, familiares mocicos que se habían marchado durante el verano a trabajar a Barcelona, Pamplona, Madrid San Sebastian o Francia y hasta Venezuela o Alemania en fin imigrantes, aquellos abrazos en la Plaza de las Madres o novias tan emocionales, eran conmovedores, se apreciaba cariño y muchas horas de espera que se veían colmadas con la llegada de los seres queridos. Aquella frase! Ahí que gueno vienes ¡qué bien te ha sentao no las puedo olvidar.
Aquel bajar de maletas de cartón de piedra o madera, con las esquinas reforzadas y una etiqueta echa en un trozo de cartón de una caja de zapatos y escrita a mano, atada con un ramalillo al asa, era la realidad de muchos Pueblos como el nuestro en aquellos años 60, donde en la mayoría de las familias había un inmigrante cuando no familias enteras como la Mía, que salieron en vísperas de la fiesta aprovechando algún dinerillo extra por la venta de algún trozo del cochino que habían matado o por los poco dineros de la huerta o quizá de las poquillas olivas y en muchos casos entrampados dejando a deber en la tienda de Paco el de Damián o Paco de de Antonio, o casa de Sebastianito, aquel viaje lejos de su Pueblo de sus raíces y de sus seres queridos, quizá tendrían la recompensa del bienestar y de poder ver como sus hijos prosperaban en algunos casos estudiaban y no pasaban la fatigas que aquella generación de la posguerra les toco vivir.
Recuerdo como se nos caía la baba mirando descargar la Noria en el paseo, entonces ni veíamos la Tele porque no había llegado o había una, ni venían los circos, como mucho una familia gitana con su trompeta la cabra y la escalera que hacia malabares al son de un pasodoble u otras cosas como la caseta de las escopetas de tiro y unas cunicas que había que darle los propios niños que se subían, eran nuestra gran ilusión sin olvidarme los turrones, las peras de almíbar los ricos helados y polos y por supuesto los dulces de Jesús cuantas veces se oye este nombre en nuestras comidas una vez llegado los postres.
Los mocicos estrenaban sus trajes,, la ilusión de entrar por primera vez a la verbena acompañado de aquella chica que te gustaba o alguna amiga para disimular, que bonito, era una forma de ser feliz con muy poquito, el consumo y la vida estresante estaba muy lejos todavía, había momento en esas fechas donde se era feliz plenamente, una buena comida familiar un una tajaillas de carne con tomate, incluso unas habas mareas o con tomate eran placeres que todavía tenemos en nuestra memoria y doy fe de ello.
Pues sí, estas fechas próximas eran sin duda un gran aliciente para todas y todos nosotros, eran tres días de vivencias emocionales de alegría continua, de ir i venir de la Plaza a la carrera de la carrera a Canava, al molino del pan o al paseo, las calles de bote en bote, hoy cuando veo la calle Fuente “La carrera” vacía en agosto no me lo puedo creer Yo que la recuerdo como el Paseo de Valencia un día de Domingo de aquellos años.
Como podéis ver los recuerdos se me amontonan, el olor de una buen liga o de una rosca de tallo con una copita de anís son placeres inolvidables, las tertulias de la ligas hablando de esto o aquello de si fulanica le gusta a fulanico, o aquel muchacho que se fue a Barcelona y se ha deja o a la novia y porque no decirlo o aquella guapa que inmigro y dejo parte o todo su corazón en una calle junto a una escuela, que se yo, mil historias de las que todos y todas hemos escuchado, son las cosas de Mi Pueblo un pueblecito de Magina lleno de magia y hermosura coronado por una sierra que hace de sombrero en la noche de tormenta, con un contorno aceitunero lleno de vida y de oro molió y su babero de higueras que tantas y tantas noches de luna llena enamoro a una jimenata.
Mis queridos paisanos Felices Fiestas.
Viva la Virgen de los Remedios
Pasarlo de lujo.
Mucha Salud.
Desde la Pamplonas con nostalgia
M. Nieto de M. Rasca.
5/09/2012
Se acercan las Fiestas Patronales en honor de Nuestra Virgen de los Remedios y quiero transmitir como lo siente un Jimenato desde fuera de su Tierra y quizá compartirlo con el sentimiento de otros muchos.
Hace poco tiempo que estuve en nuestro Pueblo y se acerca el día 6 y siento la necesidad de transmitiros mis sentimientos no puedo evitar acordarme por estas fecha del pilar de la Plaza lleno de bombillas dispuesto a dar luz y grandeza a nuestra Plaza, pero lo que realmente recuerdo con emoción la ilusión de estos día de aquellos años ya lejanos es cualquier cosa que aparecía por la revuelta del arrecife, todo ello novedoso, la llegada a la tarde de los autobuses de los albanchezinos era una novedad especial, siempre veías bajarse algún paisano que venía a pasar la Fiestas, lo mismo ocurría con los coches de Fernando el Herrero a la noche, cuando subían de la estación de Garciel Jimena con amigos, familiares mocicos que se habían marchado durante el verano a trabajar a Barcelona, Pamplona, Madrid San Sebastian o Francia y hasta Venezuela o Alemania en fin imigrantes, aquellos abrazos en la Plaza de las Madres o novias tan emocionales, eran conmovedores, se apreciaba cariño y muchas horas de espera que se veían colmadas con la llegada de los seres queridos. Aquella frase! Ahí que gueno vienes ¡qué bien te ha sentao no las puedo olvidar.
Aquel bajar de maletas de cartón de piedra o madera, con las esquinas reforzadas y una etiqueta echa en un trozo de cartón de una caja de zapatos y escrita a mano, atada con un ramalillo al asa, era la realidad de muchos Pueblos como el nuestro en aquellos años 60, donde en la mayoría de las familias había un inmigrante cuando no familias enteras como la Mía, que salieron en vísperas de la fiesta aprovechando algún dinerillo extra por la venta de algún trozo del cochino que habían matado o por los poco dineros de la huerta o quizá de las poquillas olivas y en muchos casos entrampados dejando a deber en la tienda de Paco el de Damián o Paco de de Antonio, o casa de Sebastianito, aquel viaje lejos de su Pueblo de sus raíces y de sus seres queridos, quizá tendrían la recompensa del bienestar y de poder ver como sus hijos prosperaban en algunos casos estudiaban y no pasaban la fatigas que aquella generación de la posguerra les toco vivir.
Recuerdo como se nos caía la baba mirando descargar la Noria en el paseo, entonces ni veíamos la Tele porque no había llegado o había una, ni venían los circos, como mucho una familia gitana con su trompeta la cabra y la escalera que hacia malabares al son de un pasodoble u otras cosas como la caseta de las escopetas de tiro y unas cunicas que había que darle los propios niños que se subían, eran nuestra gran ilusión sin olvidarme los turrones, las peras de almíbar los ricos helados y polos y por supuesto los dulces de Jesús cuantas veces se oye este nombre en nuestras comidas una vez llegado los postres.
Los mocicos estrenaban sus trajes,, la ilusión de entrar por primera vez a la verbena acompañado de aquella chica que te gustaba o alguna amiga para disimular, que bonito, era una forma de ser feliz con muy poquito, el consumo y la vida estresante estaba muy lejos todavía, había momento en esas fechas donde se era feliz plenamente, una buena comida familiar un una tajaillas de carne con tomate, incluso unas habas mareas o con tomate eran placeres que todavía tenemos en nuestra memoria y doy fe de ello.
Pues sí, estas fechas próximas eran sin duda un gran aliciente para todas y todos nosotros, eran tres días de vivencias emocionales de alegría continua, de ir i venir de la Plaza a la carrera de la carrera a Canava, al molino del pan o al paseo, las calles de bote en bote, hoy cuando veo la calle Fuente “La carrera” vacía en agosto no me lo puedo creer Yo que la recuerdo como el Paseo de Valencia un día de Domingo de aquellos años.
Como podéis ver los recuerdos se me amontonan, el olor de una buen liga o de una rosca de tallo con una copita de anís son placeres inolvidables, las tertulias de la ligas hablando de esto o aquello de si fulanica le gusta a fulanico, o aquel muchacho que se fue a Barcelona y se ha deja o a la novia y porque no decirlo o aquella guapa que inmigro y dejo parte o todo su corazón en una calle junto a una escuela, que se yo, mil historias de las que todos y todas hemos escuchado, son las cosas de Mi Pueblo un pueblecito de Magina lleno de magia y hermosura coronado por una sierra que hace de sombrero en la noche de tormenta, con un contorno aceitunero lleno de vida y de oro molió y su babero de higueras que tantas y tantas noches de luna llena enamoro a una jimenata.
Mis queridos paisanos Felices Fiestas.
Viva la Virgen de los Remedios
Pasarlo de lujo.
Mucha Salud.
Desde la Pamplonas con nostalgia
M. Nieto de M. Rasca.
5/09/2012