A MI HERMANA RAFA:
Corriendo hasta el corazón/ de una amiga y hermana,
no me quedaré parado/ correré toda una vida,
si hace falta dos,/ para que sepas que soy tu amigo,
que no me olvido de esa mañana,/ en que te convertiste en mi hermana.
Y aunque pase el tiempo,
y vayamos envejeciendo,
nuestra alma y corazón seguirán jóvenes,
y en nuestra mente el tiempo no habrá pasado.
Recordaremos esos tiempos/ que siguen vivos en el recuerdo,
tiempos que no se fueron,/ tiempos que no se irán.
Te volveré a coger de la mano y sentiré que eres mi amiga
Que eres mi hermana, que eres lo más importante para mí.
Y así mirándonos al espejo, descubriremos dos almas inseparables,
que aunque nos pongan una muralla: SIEMPRE ESTAREMOS JUNTOS.
(No es mía me la prestado una autora desconocida)
PD. Hay que ser como los juncos de los “humedales”. Por muy fuerte que sople el vendaval en la tormenta, se recuestan suavemente contra el suelo y, una vez pasada, otra vez se yerguen airosamente.
Corriendo hasta el corazón/ de una amiga y hermana,
no me quedaré parado/ correré toda una vida,
si hace falta dos,/ para que sepas que soy tu amigo,
que no me olvido de esa mañana,/ en que te convertiste en mi hermana.
Y aunque pase el tiempo,
y vayamos envejeciendo,
nuestra alma y corazón seguirán jóvenes,
y en nuestra mente el tiempo no habrá pasado.
Recordaremos esos tiempos/ que siguen vivos en el recuerdo,
tiempos que no se fueron,/ tiempos que no se irán.
Te volveré a coger de la mano y sentiré que eres mi amiga
Que eres mi hermana, que eres lo más importante para mí.
Y así mirándonos al espejo, descubriremos dos almas inseparables,
que aunque nos pongan una muralla: SIEMPRE ESTAREMOS JUNTOS.
(No es mía me la prestado una autora desconocida)
PD. Hay que ser como los juncos de los “humedales”. Por muy fuerte que sople el vendaval en la tormenta, se recuestan suavemente contra el suelo y, una vez pasada, otra vez se yerguen airosamente.