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JIMENA: No soy muy amigo de este tipo de mensajes, pero me...

DOMINGO, DIA DEL SEÑOR (DIOS): ¿Y TÚ DE QUE DIOS ERES

Ayer entré varias veces en nuestra página forera. Había tal “silencio” que intentaba hacerlo de “puntillas”, como cuando entramos en una Catedral vacía y el más mínimo taconeo de nuestros zapatos nos “apabulla” ante el efecto sonoro de aumentado calibre que se expande por el ábside y las naves laterales. Quizás fuera esa sensación la que me haya alentado a intentar subsanar “a mi manera” esta desalentadora sensación.

Hoy, domingo (con los nervios a flor de piel desde primera hora pensando en el Derbi vespertino), tenía previsto visitar el Museo Reina Sofía. Está ubicado en el antiguo Hospital General de Madrid reconstruido en el siglo XVIII por los maestros José de Hermosilla y Sabatini bajos los auspicios de Felipe V de Borbón. Se ha inaugurado una exposición sobre el Guernica de Picasso (pintado entre mayo y junio de 1937 y cuyo título recuerda el bombardeo de los aviones “alemanes aliados franquistas” a la población vasca de ese nombre). En las paredes se puede seguir el contexto histórico y vicisitudes de la “dolorosa” época en la que, por primera vez, se expuso en el Pabellón de la República Española en la Exposición Internacional de París del mismo año.

Después de levantarse uno tantos años seguidos a la misma hora, el reloj biológico falla menos que el mecánico y éste último sobra. A la hora señalada, la primera mirada enfoca los números digitales de un rojo llamativo que generan una penumbra aterciopelada que recuerda a los dormitorios de algunas casas de “lenocinio”. Hoy coincidía con la carrera de Formula 1 de Japón. Pero antes de terminar la primera vuelta, con el abandono de Alonso, decidí retomar en la cama y con doble almohada mi lectura actual (las horas del amanecer son las más propicias para un mejor entendimiento y aprovechamiento del texto en cuestión):“Donde se alzan los tronos” de Ángeles Caso. Novela histórica sobre el Primer Borbón y su consejera la Princesa de los Ursinos. Personaje conocido por cualquier lector que se precie.

Con la ingesta de un sano desayuno me dispuse a elegir el medio de locomoción idóneo para desplazarme al Museo. Pero al consultar el diario, observé que sólo tenía una opción: el Metropolitano. Hoy había 12 manifestaciones en el centro de Madrid que afectaban al recorrido de 33 autobuses urbanos.

Al salir por la boca de Metro de la Glorieta de Carlos V (Atocha), me encontré inmerso en la “algarabía” de una de ellas. Era de UGT y CC. OO. Una más contra los recortes sociales, eliminación del Estado de Bienestar y empobrecimiento general. Situacion a la que nos está conduciendo la política-neoliberal y reaccionaria de la dirigente clase política actual. Conservadurismo recalcitrante de corte conservador y clerical. Quieren que volvamos a ser siervos del capitalismo puro y duro de la "tenebrosa" Inglaterra Manchesteriana.

Una vez rellenada la mochila con la propaganda correspondiente y de contribuir durante un rato a ser uno más de los españoles que no nos quedamos en casa como le gustaría al “ínclito” Rajoy, entré a la exposición.

La contemplación, una vez más, del Guernica, me hace aflorar el sentimiento de horror, incomprensión e inhumanidad que toda Guerra entre hermanos comporta. Conforme van pasando los años, cada vez tengo más claro quiénes fueron los culpables de su inicio, por mucho que la Historia (la escrita por los Vendedores) de los 40 Años de Paz tratara de engañarnos en los ingénuos años de nuestros comienzos escolares e incluso en los primeros cursos de la Universidad a los que afortunadamente y con esfuerzos y odiseas algunos pudimos llegar (sobre todo aquéllos que procediendo de familias humildes y sin medios económicos, tuvimos que simultanear el trabajo diurno con las clases nocturnas y realizar esfuerzos extra y robar tiempo a las aficiones y diversiones propias de nuestra juventud).

Como es de esperar, recomiendo la Exposición a todos aquellos que puedan asistir a ella. Por supuesto no la haré a los que (no hacen falta “Nick”, aquí ya nos conocemos todos) prefieren, con su libre interpretación, seguir “comulgando con ruedas de molino”.

El Museo tiene un hermoso atrio lleno de árboles, plantas y flores y en los días soleados como hoy se agradece sentarse en un banco a la sombra. Yo siempre elijo uno que está bajo dos olivos que trajeron de Jaén hace unos años. ¿Por qué será?. Repasando la prensa diaria ha sido cuando se me ha ocurrido el título del texto: ME EXPLICO.

En la contraportada de mi diario favorito, hace años que colabora con una columna, uno de mis ”iconos” de la literatura española (y de alguna “buena” amiga que me estará leyendo): Manuel Vicent. Hoy nos habla del Dios de Spinoza según su propia interpretación personal. Baruch Spinoza fue un filósofo panteísta, -judío holandés- del Siglo XVII. Fundador de una escuela mística que han utilizado desde profetas a gurús de las estrellas. Entre sus obras (en las que se habla mucho sobre la existencia de Dios) sobresale la “Ética demostrada según el orden geométrico”. Lo que nos hace ver Vicent es la contraposición entre el Jehová de la Biblia y el Dios que imagina el filósofo.

El Dios de Spinoza nos dice: “Deja de rezar y disfruta de la vida, trabaja, canta, diviértete con todo lo que he hecho para ti. Ni mi casa, ni mi morada son esos templos lúgubres, oscuros y frios que tú has construido. Mi casa son los ríos, los montes y las playas. Ahí vivo. Deja de culparme de tu miserable vida. Yo nunca dije que eras pecador y que tu sexualidad fuera algo malo. El sexo es un regalo que te doy para poder expresar tu amor con éxtasis. No me culpes de lo que te han hecho creer y no leas libros religiosos. Léeme en un claro amanecer, en el paisaje, en la mirada de tu amada o en los ojos de un niño. Dejar de pedirme continuamente perdón y no tenédme tanto miedo. Yo te llené de pasiones, de placeres, de sentimientos y te concedí tu libre albedrío. ¿Cómo voy a castigar lo que yo te di?. Los mandamientos son artimañas para manipularte. No puedo asegurarte otra vida. Vive como si no la hubiera y ésta fuera la que te concede la posibilidad de existir y de amar. Deja de creer en mí y siénteme cuando acaricias a tu hijo o besas a tu amada. No me alabes tanto.

Al Dios Jehová lo conocemos (basta leer la Biblia) como el predicador del “ojo por ojo diente por diente”, rencoroso con sus enemigos a los que no le importa aplicarles siempre que haga falta la última pena. Incita al asesinato de niños inocentes por no ser de los suyos (véase el episodio de la Pascua y el Angel Exterminador que sólo salvó a los niños de las casas previamente marcadas con la sangre del cordero). Subordina a la mujer de tal manera al hombre que la lleva a convertirse en, más o menos, su esclava. Comprando una “bula” papal generosa se te hacen perdonar hasta los crímenes más horrendos.

Si éste Dios existe, podría explicarnos el dolor de tantos inocentes, los millones de niños que mueren de hambre, la depravación de sus propios ministros con algunos niños y niñas, el instinto de matar que ha inscrito en las entrañas del ser humano.

El Dios de Spinoza "fluye sobre los verdes valles, sobrevuela las cumbres nevadas, se confunde con los delfines azules, con los lagos incontaminados, con las risas de los niños. Sin embargo, el otro Dios, nos dice que el mal con que nos castiga no tiene que corresponderse con esa belleza. Ese Dios nos repite: no me pidáis esas cosas. ¿Vais a decirme como tengo que hacer mi trabajo?. Yo soy puro y solamente Amor. Entonces ¿porqué no nos explicas algunas cosas?. Por ejemplo, como vuelves el rostro ante este mundo donde predomina la maldad, la guerra, la basura moral. ¿Porqué te escondes?, porqué no quieres ver las lágrimas y la sangre de tantos inocentes que llegan a formar ríos caudalosos y mares infinitos”.

Allí sentado bajo el olivo, me viene a la memoria una regla mnemotécnica que aprendí en la infancia, para acordarme de las Bienaventuranzas:

POMALLMILIHAMPAREIN. Todavía no se me ha olvidado (no en vano fui dos años campeón local y comarcal de Catecismo y dos años merendé chocolate con picatostes con el Obispo Félix Romero Mengibar, del cual tengo un “Misal para la primera comunión” dedicado con su puño y letra. En fin, cosas de la vida, abanderado de la OJE y Campeón de Catecismo, ¡quién te ha visto y quién te ve Luismarín!. Bueno al fin y al cabo, en mi infancia, cumplí el ideal de todo buen caballero español: la lucha con la espada por la cruz).

Con la técnica mencionada recuerdo aquello de " ¡Bienaventurados los pobres, los mansos, los que lloran, los que padecen hambre y sed de justicia, los misericordiosos, los limpios de corazón, los pacíficos y los que padecen persecución, porque ellos verán a Dios!". ¿A que Dios?, ¿al de Spinoza o al de Jehová?.

Creo que ahora comprenderéis mi pregunta inicial. Aprovecho lo que nos cantaba a coro aquel grupo andaluz que "no llevaba chanchas e iba en un tractor amarillo:
¿Y TU DE QUE DIOS ERES?.

Saludos y hasta otra,

No soy muy amigo de este tipo de mensajes, pero me ha sacado un poquito de mis casillas ¡por Dios dile a tu Dios que venga y nos salve de este malnacido histórico contratiempo! no merecemos esta pena habiendo pasados por nuestras narices estos históricos salvadores que estuvieron 14 años (comos Chavez) y después 8 años mas, dilapidando para sus adeptos, y que que luego unos desaprensivos delincuentes nos metan en esta vorágine en solo doce extensos meses.