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JIMENA: Y el Papa dijo: la estrella de Belén era una supernova...

LOS DOMINGOS POR LA TARDE, PESE AL FÚTBOS, NO OS ABANDONO
¡NAVIDAD, BLANCA NAVIDAD, TRISTE NAVIDAD, FALSA NAVIDAD!. (Por Luismarín)

Este Domingo, 23 de diciembre, está pasando un poco desapercibido, le hacen sombra la inmediata Nochebuena y el día de Navidad. En las “Efemérides” del día me ha llamado la atención que tal como hoy nació, en el siglo III, Zenobia reina del Imperio de Palmira, famosa por su belleza e inteligencia y “mecenas” de las Artes y las Letras. Tampoco me olvido que, por este día y hace poquitos años, también vino al mundo, en Jimena, mi querida amiga “Marilola”.

Para la mayoría de los “españolitos” las Fiestas Navideñas comienzan con los “áureos trinos” de los niños del Colegio de San Ildefonso. El de ayer debería ser declarado “Día Nacional de la Salud”. Cuando comprobamos que no nos ha tocado ni una mísera “pedrea”, la expresión más oída es: ¡Bueno, da igual que sigamos siendo pobres!, ¡el Gordo es lo de menos!, ¡lo importante es la SALUD!. En los tiempos que corren habrá que añadir a la frase ¡y la “suerte” de tener un buen trabajo!.

La nieve, como la que “blanquea” la foto, parece ser que no nos va a visitar este año. Sin embargo, al menos para mí, desde la Nochebuena de 1990, la Navidad la tengo asociada con la TRISTEZA, el desamparo y la desolación. El motivo: el diagnóstico del cirujano-oncólogo del Hospital Virgen de las Nieves de Granada confirmando el estado de la “parótida” de mi padre. Su grave deterioro sólo le permitirá vivir unos pocos meses más (no llegaron a siete). Esa noche, aunque intentaron darnos calor y consuelo, Lope (mi cuñado) y sus padres Micaela y Juan Ramón, el pensamiento de mi hermana y el mio estaba en aquella silenciosa habitación, con hermosas vistas a Sierra Nevada, donde la soledad, acompañada de la impotencia y el dolor estaría “envolviendo” a mis padres. Su cena hospitalaria les sabría como el “vino amargo” de la copla favorita de mi progenitor. En la mente de todos, imperaba el feliz recuerdo de la última Nochebuena, todos tan alegres y contentos porque la Familia se había incrementado con una niña más, Elena, y porque los repetidos Villancicos de todos los años (con zambomba, pandereta, almirez, sonajas, botella rizada, guitarra y la incorporación novedosa de unos timbales) nos habían salido mejor que nunca. Algunos amigos, que después de la cena fueron a “darnos las Pascuas”, nos dijeron que eran mejores que los interpretados en Canal Sur TV.

Sólo había pasado un año y de la vida color de rosa habíamos pasado a un panorama “negro zahino”, como el de “Islero”, el toro que mato a Manolete en el coso de Linares. Además, para empeorar el ánimo y la pena, esa noche fue la primera vez en mi vida que dormí sólo en el “viejo caserón” de la calle Cerrillo, frente a la baranda de la “Carretera Alta”.

Por si este episodio no fuera suficiente, en las Navidades de hace dos años, Bea estuvo varios días y noches embarcada en la “nao” de Caronte. Tuvo suerte, pues a la puerta de las “Calderas de Pedro Botero”, esa noche, estaba de Cancerbero Ramalléts, el mejor portero de la historia del Barça y le dijo ¡siendo tan joven y además “culé” no te acepto todavía!. Este año todo parece más favorable, su imagen (la de Bea) de “Venus de Willendorf”, una de las diosas prehistóricas representativas de la Fertilidad, nos anuncia la llegada inminente de Sara. “Sarai” tenía que haber sido su nombre original según nos recuerda el Antiguo Testamento, pero el mismo Dios se lo cambió y además le permitió tener un hijo a los 90 años (Isaác, hermanastro de Ismaél, hijo de la esclava Agar y de Abraham, padre de ambos). Los hebreos llamaban Sara o Sarai a las niñas que en el futuro serían mujeres de alto rango o princesas ¡Quién sabe!.

Lo de “FALSA” voy a tratar de explicarlo a continuación. Aunque, a la vista de muchos de los mensajes de estos días, ya sé lo que van a pensar algunos o algunas: ¡ya está aquí otra vez el “aguafiestas” de Luismarín!. Sin embargo, yo sólo pretendo poner un “contrapunto” al que me lleva la “razón histórica” y no las ¿historias? fundadas únicamente en la gracia divina. Desde Augusto Compte y su teoría del “positivismo”, aprendí que los descubrimientos científicos hay que demostrarlos con experimentos reales y los “asertos” históricos se han de basar en fuentes escritas que sean comprobables y no en meras “inspiraciones” emanadas del Espíritu Santo.

Para numerosos e importantes filósofos, historiadores e incluso teólogos, la Navidad Católica, es uno más de los “hábiles sincretismos” de la Iglesia (Sincretismo: intento de conciliar ideas religiosas o filosóficas procedentes de doctrinas distintas).

Según el culto al dios indio Mitra, en los días del solsticio de invierno, cuando el Sol parece a punto de extinguirse, los reinos de los vivos y de los muertos entran en comunicación. Su duración es de doce noches, las que van del 25 de diciembre al 6 de enero Las legiones romanas, más o menos en el siglo II, introdujeron este culto en Europa.

A partir de este citado siglo, el fuerte impulso que registró el “mitraísmo” entró en disputada competencia con el “cristianismo”. Ambos cultos tienen elementos comunes como la idea de la redención y la salvación eterna después de la muerte. Los mitraistas festejaban el 25 de diciembre, justo en medio del solsticio invernal, el “renacimiento” de Mitra. Era continuación de las “Saturnales Romanas”. Estos (los romanos), también celebraban el día 25 la fiesta del Sol Invicto. Nos cuenta el historiador Macrobio que en esos días se dirigían en procesión a un Santuario. De allí se sacaba a una divinidad del astro solar representada por un niño recién nacido.

También, antes que los cristianos, los Celtas, los Germanos con sus divinidades Védicas o los Griégos con su culto a Dionisio, festejaban sus ritos y cultos de agradecimiento por la recogida de las cosechas en esos días del solsticio.

Las primeras noticias de la celebración de estas festividades por parte de los cristianos se tienen en el Papado de Julio I, entre los años 337 y 352. Pero sería con el Emperador de Occidente Honorio (395-423), cuando la Natividad del Señor se convertiría en festiva. Hasta el Concilio de Agde en el año 506 la Iglesia no consideró a la Navidad como fiesta obligatoria y habría que esperar al 529 para que el Emperador Justiniano la implantara definitivamente como Fiesta.

Por otro lado, sobre el nacimiento de Jesús en Belén, se ciernen bastantes dudas bien fundadas históricamente. Según la Iglesia, Jesús nació en Belén porque sus padres habían viajado hasta allí para cumplir con un censo ordenado por los romanos. Entonces, había que hacer a José de la casa de David, propietario de tierras en esa comarca, un raro “terrateniente”, que no hace falta decirlo era carpintero en Nazaret y marido de María madre de Jesús. La afirmación es temeraria. La Roma de Augusto ha sido estudiada con detalle por los mejores historiadores romanos, relativamente contemporáneos de Jesús como Tácito y otros muchos más modernos como Ernest Renan o Jesús Pagola, que vivieron y estudiaron en Israel, sobre el terreno, antes de ponerse a escribir. Está demostrado que no hubo censo ni catastro alguno en aquel tiempo y que cuando se supone que el fundador cristiano nació, el rey Herodes llevaba muertos más de dos años. Esto derrotaría al bulo cristiano de que el monarca judío, cuando se enteró por los Reyes Magos del nacimiento de Cristo, “mandó matar a todos los niños de Belén y su comarca de dos años para abajo”.
El supuesto decreto de Augusto para registral fiscalmente a todos sus ciudadanos serviría para que se cumpliera la profecía de Miqueas, según la cual “el Pastor de Israel habría de nacer en Belén” Abundan las biografías sobre Jesús firmadas por teólogos (en griego, personas que dicen palabras sobre Dios) al mismo tiempo estudiosos de los “incontables” textos conocidos como Evangelios. Son decenas pero la Iglesia Romana, cuando se asentó en el poder y pudo podar a placer lo que le interesaba, los redujo a cuatro verdaderos. Como la gente seguía interpretando, llegó el tiempo en que la autoridad eclesiástica prohibió leer la Biblia, salvo la “traducida” por el Vaticano.

Lo del montaje del Belén en Navidad lo implantó San Francisco de Asís en el siglo XIII, sin embargo, en España no arraigaría hasta el siglo XIX. Algunos pensamos que lo de Belén tiene otro motivo más importante: que la conocida “Princesa del Pueblo” se llamara Belén Esteban. Curiosamente este santo se celebra el día después de Navidad.

Saludos y hasta mañana que es Nochebuena y habrá que celebrarlo.

El “milagro de la estrella de Belén”,.
Intentar explicar la Historia antigua con el pensamiento actual es un error de bulto que a veces cometemos las personas bienintencionadas.
Si dentro de tres mil años se encontrara un documento escrito en el que un particular cuenta a otro que “Miguel vendió su coche por tres perras gordas”, el historiador negligente traduciría: Miguel nombre común; coche vehículo a motor; perras femenino de perros; gordas corpulentas, robustas.
Conclusión: Hace unos tres mil años los objetos se traspasaban por animales; y las perras robustas tenían un alto valor.
La historia de los tres Reyes Magos de oriente es de las mas bellas, atractivas y mágicas que se cuentan en el Nuevo Testamento. También es una de las que surgen mas dudas. La festividad de los Reyes Magos se conoce como Epifanía, que en griego significa “manifestación, fenómeno” y es conocida por haber sido celebrada antes del año 194 d. C., es más antigua que la de Navidad y siempre ha sido una fiesta a la que se ha dado gran importancia en el calendario litúrgico cristiano y en la tradición civil.
Según el Evangelista Mateo, unos Magos venidos de Oriente, y guiados por una luminosa estrella, llegaron a Belén para adorar al recién nacido, que según sus revelaciones sería el futuro Mesías. Sin embargo Mateo es corto en descripciones ya que no revela ni su origen, ni su personalidad, ni sus rasgos, ni sus nombres, ni siquiera afirma que fueran reyes. Lo que sí afirma San Mateo es la ofrenda de oro, incienso y mirra, hecha al Niño recién nacido por tres poderosos y sabios peregrinos.
Los nombres que nos han llegado representan una simbología. Se popularizan en la Iglesia a partir del siglo IX, siguiendo un texto del monge benedictino Beda, que además, se atrevió a describirlos en todo un alarde de creatividad “Melchor, anciano de blancos cabellos y larga barba del mismo color; Gaspar, más joven y rubio; Baltasar, negro".
Para explicar la adoración de tres Reyes/Magos de Oriente hacia un niño nacido en Judea habría que consultar fuentes y versiones cada una adaptada a una posible realidad contrastada con datos científicos e históricos, pero lo que nadie duda es de la figura de estos Magos/Reyes que no deja indiferente a nadie.
La historia de los tres Reyes/Magos se hace aún mas atractiva en referencia a la estrella que les guió hasta el niño Jesús. Por qué tres hombres poderosos y ricos se dejan guiar por una estrella en el cielo y recorren cientos de kilómetros a través del desierto. La estrella no fue vista en todo el mundo, en Jerusalén no hay noticias de que se hubiera producido la visión de una estrella. En Belén la ven nada mas que los pastores. Muchos autores y estudiosos afirman que no se trató de una estrella como tal. Hay quien mantiene que pudo tratarse del cometa Halley, esta teoría no es demasiado firme ya que aunque fue visible allá por el año 12 a. C. su fulgor no habría sido especialmente impactante.
La opinión más razonable y aceptada por muchos la propuso el astrónomo Johannes Kepler en 1606, dijo que la estrella de los magos no fue otra cosa que la rara triple conjunción de la Tierra con los planetas Júpiter y Saturno. En esta conjunción los planetas se ven como uno solo, lo que los hace una luz muy brillante. Los cálculos de Kepler determinaron que la conjunción se dio en el año 7 a. C lo que resulta compatible con las fechas asignadas al nacimiento de Jesús (coincidiendo con lo expuesto por mp) Un evento como este se dio en 1940-41 y no se volverá a dar hasta el 2198.
Kepler conocía lo escrito en 1497 por Arbabanel, un sabio judío, que la conjunción de Saturno y Júpiter había tenido lugar cuando el nacimiento de Moisés, y tendría lugar otra vez cuando naciera el Mesías, Arbabanel creía que la liberación traída por el Mesías se efectuaría de acuerdo con el versículo (24, 17 Números) de la Biblia que dice “Y de Jacob se levantará una estrella y de Israel surgirá un cetro.”
La explicación mas común consiste naturalmente en creer que Dios creo una estrella que guiase a los Reyes de Oriente y una vez cumplida su misión desapareciera tan rápida y misteriosamente como había sido creada. Fue un milagro? Por qué no, Dios usa muchas veces para sus milagros las causas naturales, y el milagro consiste en que estas se realicen en el momento y lugar justos.

Y el Papa dijo: la estrella de Belén era una supernova

La estrella de Belén que guió a los Reyes Magos probablemente era una supernova, como la que el astrónomo alemán Johanes Kepler calculó que se registró entre los años 7 y 6 a. C, la fecha más probable del nacimiento de Jesucristo. En el portal en el que nació el Niño Jesús no había ningún buey ni ningún asno, por mucho que se empeñe la tradición, y los pastorcillos no recibieron su llegada al mundo con cánticos. Ni siquiera está claro que Cristo naciera en una cueva en Belén y no en Nazaret. Pero lo que es "una realidad histórica" es el parto virginal de María.

Ésas son algunas de las consideraciones que Benedicto XVI realiza en 'La Infancia de Jesús', el tercer volúmen que el Pontífice dedica a analizar la figura de Cristo.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Se ha montado el “belén”.
Recientemente se ha montado un “belén” con eso de que el Papa ha escrito que ni buey ni mula en el pesebre.
Bueno la cosa no es exactamente así. En su libro titulado “La infancia de Jesús” Benedicto XVI, en las páginas 43-44-45, lo que si dice es:

“María puso a su niño recién nacido en un pesebre (cf. Lc 2,7). De aquí se ha deducido con razón que Jesús nació en un establo, en un ambiente poco acogedor —estaríamos tentados de decir: indigno—, pero que ofrecía en todo caso la discreción necesaria para el santo evento. En la región en torno a Belén se usan desde siempre grutas como establo (cf. Stuhlmacher, p. 51). “

“Como se ha dicho, el pesebre hace pensar en los animales, pues es allí donde comen. En el Evangelio no se habla en este caso de animales. Pero la meditación guiada por la fe, leyendo el Antiguo y el Nuevo Testamento relacionados entre sí, ha colmado muy pronto esta laguna, remitiéndose a Isaías 1,3: «El buey conoce a su amo, y el asno el pesebre de su dueño; Israel no me conoce, mi pueblo no comprende.»

Y más adelante, a modo de conclusión, escribe “Ninguna representación del nacimiento renunciará al buey y al asno.”

Después de leer esto tengo que concluir que lo afirmado en distintos medios de comunicación no es sino ganas de enredar y hacer caja.

Mas interesante me parece lo escrito sobre el primogénito “María «dio a luz a su hijo primogénito» (Lc 2,7). ¿Qué significa esto? ¿Tuvo Jesús hermanos?

Los hermanos de Jesús son mencionados en algunos pasajes del Nuevo Testamento y esto entra en contradicción con el dogma de la virginidad perpetua de la Virgen María. Puede que se trate de hermanastros o de primos. Las Iglesias protestantes defienden que son hermanos de Jesús hijos de María; los ortodoxos sostienen que se trata de hijos de José habidos en un matrimonio anterior y los católicos y anglicanos que son primos de Jesús, hijos de una hermana de María.
En la época de Jesús el arameo era la lengua mas extendida, en esta lengua la palabra “aha´” se utiliza como hermano, primo o sobrino. ... (ver texto completo)